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El 70% de las mujeres que están presas tiene entre 18 y 30 años

En su mayoría provienen de realidades marcadas por la pobreza y no completaron estudios básicos.El 50% de las detenidas perdió su libertad por causas relacionadas con el microtráfico.
Jueves, 06 de julio de 2017 01:48

La mañana está nublada. Un viento frío se cuela entre las ramas secas de los árboles que se ven desde la ventana del salón de costuras de la cárcel femenina, en el sector norte del complejo penitenciario de Villa Las Rosas. Un grupo de 11 mujeres está realizando diferentes tareas que les sirven para generar algún ingreso y pasar un poco mejor sus días en el penal, donde la gran mayoría son jóvenes y comparten una historia de pobreza.

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La mañana está nublada. Un viento frío se cuela entre las ramas secas de los árboles que se ven desde la ventana del salón de costuras de la cárcel femenina, en el sector norte del complejo penitenciario de Villa Las Rosas. Un grupo de 11 mujeres está realizando diferentes tareas que les sirven para generar algún ingreso y pasar un poco mejor sus días en el penal, donde la gran mayoría son jóvenes y comparten una historia de pobreza.

El 70% de las internas tiene entre 18 y 30 años y el 50% de ellas ingresaron por causas relacionadas con el microtráfico de drogas.

En general, el denominador común que las une es la pobreza y el abandono por parte de sus familias cuando fueron niñas, algunas porque sus padres también estuvieron presos. Incluso, hay casos en que llegaron a estar en situación de calle porque huyeron del abuso sufrido en sus propias casas.

En la Unidad Carcelaria de Mujeres hay actualmente 112 internas alojadas. La capacidad del lugar es para 90. Están divididas en diferentes pabellones. Hay uno especialmente acondicionado para madres con sus pequeños hijos.

Actualmente en el penal hay nueve niños que conviven con sus progenitoras, de los cuales dos asisten al jardín de infantes Juan Galo Lavalle del barrio homónimo, y también dos embarazadas.

"Ese pabellón, si se quiere, es más relajado porque los bebés tienen otros horarios y otras necesidades", dijo en diálogo con El Tribuno, Yone Mabel Farfán, directora de la Unidad.

"Cuando las mujeres llegan aquí, nosotras no les preguntamos cuál fue su delito. Eso queda en la puerta de la Unidad, aquí trabajamos para acompañarlas en este tránsito hacia la libertad. El objetivo es que se vayan y nunca más regresen", dijo Farfán. Y esto no es un dato menor, ya que en las mujeres casi no existe la reincidencia.

Para la directora, las jóvenes se arrepienten de los hechos cometidos, aunque muchas veces el entorno o "las malas juntas" les hacen difícil sobrevivir en un mundo hostil y despiadado para el que nadie las preparó.

"Incluso a muchas de las internas cuando llegan aquí les enseñamos el valor del respeto hacia ellas mismas y hacia los otros, la conducta y el cumplir horarios. Ese también es un modo de contenerlas", agregó Farfán.

Terapia

Ropa para bebés, toallones con capuchas para niños; roanas, almohadones, cortinas bordadas a mano; manteles; ponchitos infantiles; prendas tejidas a crochet y a dos agujas son algunas de las cosas que las internas del Penal fabrican diariamente como parte de su laborterapia, pero también como un modo de generar ingresos para pequeños gastos.

Los montos que reciben a cambio les permiten comprarse elementos de cuidado personal para mimarse un poco en su vida intramuros. Otras se dedican a la marroquinería y confeccionan productos que sus familiares sacan a la venta. Ese dinero, por lo general, lo destinan para solventar los gastos de sus hijos.

Al contrario de lo que ocurre con los hombres, cuyas familias los ayudan llevándoles alimentos y otros elementos, las mujeres generan ingresos dentro del penal para sus hijos que padecen, no solo la ausencia de la madre sino también necesidades económicas.

Por otro lado, la mayoría de las internas no ha terminado el colegio secundario y muchas ni siquiera han completado el primario. Por ese motivo, en un turno hacen laborterapia y en el otro estudian. Incluso hay tres jóvenes que cursan a distancia la carrera de Comunicación Social de la UNSa.

 

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