Cristiano Ronaldo comenzó la final de ida entre Barcelona y Real Madrid en el banco de suplentes. Ingresó a los 13 minutos del complemento y se fue expulsado, por doble amarilla, 25 minutos después. Mientras tanto, marcó un golazo liderando un contragolpe (puso la pelota en el ángulo), se sacó la camiseta y se la mostró a los hinchas catalanes (Messi había hecho lo mismo en Madrid) y luego pidió penal (en una jugada en el área con Piqué), no se lo dieron, protestó y el árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea lo amonetó por segunda vez. Y a la duchas. CR7, furioso por la situación, no tuvo mejor idea que meterle un empujón al juez. Se perderá la revancha en Madrid y habrá que ver qué suspensión le cabe.
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Cristiano Ronaldo comenzó la final de ida entre Barcelona y Real Madrid en el banco de suplentes. Ingresó a los 13 minutos del complemento y se fue expulsado, por doble amarilla, 25 minutos después. Mientras tanto, marcó un golazo liderando un contragolpe (puso la pelota en el ángulo), se sacó la camiseta y se la mostró a los hinchas catalanes (Messi había hecho lo mismo en Madrid) y luego pidió penal (en una jugada en el área con Piqué), no se lo dieron, protestó y el árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea lo amonetó por segunda vez. Y a la duchas. CR7, furioso por la situación, no tuvo mejor idea que meterle un empujón al juez. Se perderá la revancha en Madrid y habrá que ver qué suspensión le cabe.