Para frenar la hiperquinesia que cualquier niño posee a los 9 años, una tía abuela le regaló dos raquetas y una pelota: el tenis de mesa (o popularmente llamado ping-pong) podría ser la solución para Matías Velarde, un chico que a esa edad la única responsabilidad que tenía era ir al colegio en San José de Metán.
Si bien la ansiedad se calmó, el problema se trasladó a su mamá Elizabeth García, quien era la candidata a ser la rival de Matías a toda hora, hasta que un día -ya cansada del juego- lo llevó a la Escuela Municipal de Tenis de Mesa.
“No sabía jugar y a las dos semanas fui a un torneo en Ledesma y salí campeón”, dijo a El Tribuno, seis años más tarde minutos después de haber arribado a la provincia, tras culminar su participación en Guatemala como subcampeón latinoamericano y clasificado al Mundial de Fiji que se llevará a cabo entre el 21 y 28 de octubre próximo, como integrante de la Selección de Latinoamérica.
Después de aquel primer éxito en la localidad jujeña, un año más tarde e ininterrumpidamente durante cuatro años integró el seleccionado argentino. “En 2012 fui a dos competencias: en Paraguay y Venezuela. Un año más tarde competí en Chiclayo y luego en Lima”.
Este año, luego de un 2016 sin participación en la selección, llegó a un clasificatorio en Mendoza, donde inició su racha positiva.
“Tuve una sufrida clasificación, donde llegué a un circuito mundial. En Guatemala tenía la esperanza de clasificar, aunque sabía que era muy difícil”.
Sin embargo, durante ocho días tuvo participación en 14 partidos tanto en individuales como en dobles y le fue bastante bien.
Pese a haber caído con el panameño Jacobo Vahnish por 3-0 (9-11,6-11,3-11), integrará el equipo que representará a Latinoamérica en el Desafío Mundial Cadetes 2017.
“Esta era la primera vez que se me presentaba la oportunidad y afortunadamente no la desaproveché”, dijo.
Entre el deporte y estudios
El salteño viajó a Guatemala a principios de mes, pero tuvo que entrenar en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo varios días antes y perdió varios días de clase.
Sin embargo, según aportaron sus padres, “tiene muy buenas notas en el colegio Sagrado Corazón de Jesús. Durante sus tiempos libres hacía sus tareas por internet. Más allá del permiso deportivo, no podemos oponernos a nada porque cumple con todo”.
Cabe destacar que a partir de este año, Velarde no tiene que conseguir recursos económicos debido a que ya integra el cupo de deportistas definidos y recibe los beneficios del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard).
En septiembre, antes de emprender rumbo a Oceanía, tendrá una serie de entrenamientos en Buenos Aires y luego tendrá un campamento junto al resto de los representantes latinoamericanos, aunque sin sede confirmada.
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Para frenar la hiperquinesia que cualquier niño posee a los 9 años, una tía abuela le regaló dos raquetas y una pelota: el tenis de mesa (o popularmente llamado ping-pong) podría ser la solución para Matías Velarde, un chico que a esa edad la única responsabilidad que tenía era ir al colegio en San José de Metán.
Si bien la ansiedad se calmó, el problema se trasladó a su mamá Elizabeth García, quien era la candidata a ser la rival de Matías a toda hora, hasta que un día -ya cansada del juego- lo llevó a la Escuela Municipal de Tenis de Mesa.
“No sabía jugar y a las dos semanas fui a un torneo en Ledesma y salí campeón”, dijo a El Tribuno, seis años más tarde minutos después de haber arribado a la provincia, tras culminar su participación en Guatemala como subcampeón latinoamericano y clasificado al Mundial de Fiji que se llevará a cabo entre el 21 y 28 de octubre próximo, como integrante de la Selección de Latinoamérica.
Después de aquel primer éxito en la localidad jujeña, un año más tarde e ininterrumpidamente durante cuatro años integró el seleccionado argentino. “En 2012 fui a dos competencias: en Paraguay y Venezuela. Un año más tarde competí en Chiclayo y luego en Lima”.
Este año, luego de un 2016 sin participación en la selección, llegó a un clasificatorio en Mendoza, donde inició su racha positiva.
“Tuve una sufrida clasificación, donde llegué a un circuito mundial. En Guatemala tenía la esperanza de clasificar, aunque sabía que era muy difícil”.
Sin embargo, durante ocho días tuvo participación en 14 partidos tanto en individuales como en dobles y le fue bastante bien.
Pese a haber caído con el panameño Jacobo Vahnish por 3-0 (9-11,6-11,3-11), integrará el equipo que representará a Latinoamérica en el Desafío Mundial Cadetes 2017.
“Esta era la primera vez que se me presentaba la oportunidad y afortunadamente no la desaproveché”, dijo.
Entre el deporte y estudios
El salteño viajó a Guatemala a principios de mes, pero tuvo que entrenar en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo varios días antes y perdió varios días de clase.
Sin embargo, según aportaron sus padres, “tiene muy buenas notas en el colegio Sagrado Corazón de Jesús. Durante sus tiempos libres hacía sus tareas por internet. Más allá del permiso deportivo, no podemos oponernos a nada porque cumple con todo”.
Cabe destacar que a partir de este año, Velarde no tiene que conseguir recursos económicos debido a que ya integra el cupo de deportistas definidos y recibe los beneficios del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard).
En septiembre, antes de emprender rumbo a Oceanía, tendrá una serie de entrenamientos en Buenos Aires y luego tendrá un campamento junto al resto de los representantes latinoamericanos, aunque sin sede confirmada.