Aún con la sorpresa y la incertidumbre que dejó el alejamiento de monseñor Gustavo Zanchetta del Arzobispado de Orán, se anunció que su reemplazante, monseñor Andrés Stanovnik -quien llegó anoche a esta ciudad-, tomará posesión en la jornada de hoy como administrador apostólico de la diócesis del norte provincial.
inicia sesión o regístrate.
Aún con la sorpresa y la incertidumbre que dejó el alejamiento de monseñor Gustavo Zanchetta del Arzobispado de Orán, se anunció que su reemplazante, monseñor Andrés Stanovnik -quien llegó anoche a esta ciudad-, tomará posesión en la jornada de hoy como administrador apostólico de la diócesis del norte provincial.
La ceremonia se efectuaría a la mañana en la Catedral local, aunque la información no pudo confirmarse de fuentes oficiales. El cargo, según se aclaró, resulta una suerte de reemplazo provisorio ante la intempestiva salida de Zanchetta, que fue aceptada en pocas horas por el propio papa Francisco desde la sede Santa Marta, en el Vaticano. Será el Sumo Pontífice quien deba designar el reemplazo definitivo de quien hasta el sábado pasado ejercía la autoridad eclesiástica superior en la diócesis de Orán.
Si la renuncia de Zanchetta fue intempestiva, más lo fue la aceptación del Papa, quien ayer a la mañana, según los comunicados oficiales, aceptó la dimisión con el nombramiento provisorio de un "administrador apostólico".
Andrés Stanovnik, capuchino, de la Orden Frailes Menores, es el presidente de la Comisión Episcopal para el Apostolado Laico y Pastoral Familiar y actualmente se desempeña como arzobispo de Corrientes, cargo que ocupa desde diciembre de 2007.
El Tribuno pudo conocer de fuentes cercanas a la nunciatura correntina que Stanovnik recibió el comunicado del Vaticano en forma sorpresiva y que tuvo que abandonar un retiro espiritual en Paso de los Libres para dirigirse a Salta en forma urgente.
Ayer a la tarde emprendió el viaje hacia Orán y tenía previsto llegar en las últimas horas de anoche para tomar posesión en las primeras horas de hoy en la Basílica local.
No obstante el obispo volvería en las próximas horas a Corrientes, ya que el domingo próximo debe cumplir con su presencia en la fiesta de San Cayetano que se celebra en la ciudad litoraleña.
La rapidez con que se dio el proceso de dimisión de Zanchetta y la aceptación papal, así como el nombramiento de un administrador apostólico alimentaron en las últimas horas las versiones ante el hermetismo de las fuentes religiosas.
Zanchetta fue quien comunicó oficialmente su renuncia a través de una carta dirigida a la comunidad el sábado pasado, en la que hizo referencia a cuestiones de salud que deberían ocupar toda su atención. En la carta no dio detalles de este problema, pero desde el entorno de Zanchetta se animaron a revelar episodios que habrían obligado al sacerdote a recurrir a ayuda psicológica y psiquiatrica en los últimos meses.
Otras versiones daban cuenta de un "desgaste pastoral" frente a la enorme conflictividad social que se vive en el norte, de la cual Zanchetta se hizo cargo en varias oportunidades.
El religioso había sido un engranaje clave para destrabar graves conflictos sociales en los últimos tiempos, como los frecuentes cortes en la ruta 50 por parte de trabajadores de El Tabacal y bagayeros de Orán y Aguas Blancas.
Desde otros sectores hablaron incluso de una peligrosa exposición del religioso, como representante social, frente al avance del narcotráfico en esa parte de la frontera con Bolivia.
Otro dato no menos interesante es que, tras su renuncia presentada al Papa y sin despedirse de la comunidad oranense, Zanchetta se refugió en el obispado de Corrientes, sitio donde se quedaría hasta que nombren oficialmente a su reemplazo.
El administrador apostólico deberá asumir desde hoy la conducción, aunque sea momentánea, de una de las diócesis más importantes de la región. Creada el 10 de abril de 1961 por Juan XXIII, la misma comprende los departamentos de San Martín, Orán, Rivadavia, y la parte de los departamentos de Iruya (municipio Isla de Cañas) y Santa Victoria (municipio Los Toldos), con una superficie total de 55.000 kilómetros cuadrados y una población de 357.000 habitantes, de los cuales el 92 por ciento se declara católico. La zona tiene 25 parroquias y 132 capillas; un total de 34 sacerdotes, de los cuales 18 son diocesanos y 16 religiosos; tiene también 3 diáconos permanentes, 53 religiosas y 10 centros educativos de la Iglesia Católica.