Tristeza y felicidad se mezclaron ayer entre los carreros que fueron los primeros en recibir sus motocargas. Es que también varios decidieron entregar sus caballos para que, a partir de ahora, estén en manos de una fundación.
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Tristeza y felicidad se mezclaron ayer entre los carreros que fueron los primeros en recibir sus motocargas. Es que también varios decidieron entregar sus caballos para que, a partir de ahora, estén en manos de una fundación.
Desde el 4 de agosto pasado está prohibida en la ciudad la circulación de carros tirados por caballos. De acuerdo a lo que se conoció ayer, el municipio está trabajando con 224 personas que aceptaron la reconversión, de ellas la mitad quiere motocargas, unas 14 optaron por prestar servicio en la Secretaría de Ambiente y una docena harán cursos de capacitación, y el resto se está decidiendo por qué camino tomar.
Hasta que estas personas se reincorporen al circuito laboral, el municipio les pagará un subsidio mensual de 6.000 pesos. Los carreros se habían quejado por lo bajo de esta suma, pero desde la comuna afirman que son los ingresos que declararon en el censo.
El municipio tiene en su poder 30 motocargas y hay promesa de comprar otras 70. De las 30 personas que comenzaron a hacer los cursos para acceder a una motocarga, 21 rindieron los exámenes y solo 8 lo aprobaron, son ellos los que ayer recibieron el título de propiedad y la licencia de conducir. El resto seguirá intentando.
Además, unas docena de personas firmaron contrato de locación con el municipio para sumarse a trabajar en la limpieza y mantenimiento de plazas.
"Avanzamos en dignificar a la familia carrera y darle libertad a los caballos. Lo logramos después de mucho trabajo, ya que es difícil bajar del caballo y de un día para otro subirse a una moto", señaló el intendente Gustavo Sáenz, durante el acto.
El jefe comunal destaco que ya va a hacer un mes que se está cumpliendo la ordenanza. "No hay carros tirados por caballos en la ciudad", dijo.
La entrega de los animales
A un costado del amplio estacionamiento que tiene la Municipalidad de la ciudad había nueve caballos. El aspecto de algunos no era el mejor: se los veía un poco flaco y con las huellas que les dejó el trajín de tantos años de trabajo duro. Estos caballos son de los carreros que decidieron entregarlos, en este caso los recibirá la Fundación Equinoterapia del Azul, que se encargará del mantenimiento.
Un carrero joven, que aceptó la reconversión y a partir de septiembre, prestará servicio en el área de Ambiente, solo acariciaba a uno de los caballos, es que estaba a punto de entregarlo a la fundación. "Cuesta desprenderse de nuestro animal. Lo tengo desde que nació, hace unos siete años", afirmó el chico.
De fondo, gente de la Municipalidad y la fundación le indicaban al chico que pese a entregarlo iba a poder visitarlo al caballo cuando quiera.
"Insistiremos hasta el final con que entreguen los caballos a las fundaciones y proteccionistas para que los mantengan y cuiden de ahora en adelante", dijo Sáenz. El jefe comunal también reconoció que son muchos los que no los quieren entregar porque los consideran una mascota. "Nosotros no los podemos obligar a que los entreguen", aseguró.
Los controles
Sáenz también afirmó que el municipio realizará controles sanitarios de los caballos que aún siguen en manos de los carreros. "Como lo hicimos en el censo, con los veterinarios de la Universidad Católica, vamos a revisarlos. En ese momento se les sacó sangre y se controló en qué situación se encontraban", recordó.
El informe de mayo pasado arrojó que 194 caballos fueron censados, siendo 111 machos y 83 hembras. Del total, 12 se encontraban en excelente estado, 157 en buen estado, 20 en regular estado y solo 5 en mal estado.
Respecto a las lesiones se habían registrado 57 casos positivos y 137 negativos, destacándose que no eran lesiones de gravedad pero sí a tener en cuenta.
El secretario de Ambiente municipal, Federico Casas, adelantó que recién en septiembre comenzarán a recorrer las casas de los carreros para revisar los animales.
Además, afirmó que entienden que al no hacer esfuerzo en el último mes, los caballos tendrían que estar en buenas condiciones.