El argentino Marcelo Bielsa, DT del Lille, debuta hoy en el campeonato francés y lo hace en medio de un clima de optimismo y expectativas. En este primer escollo (a las 10, con transmisión de ESPN) se enfrentará a Claudio Ranieri, que también arranca un nuevo proyecto con Nantes.
El Loco tendrá por tanto un primer duelo de altura, en el que además se medirá a un rival que apuesta a un fútbol totalmente contrario al suyo. El planteamiento táctico de ambos entrenadores será, a priori (y atendiendo a la trayectoria de cada uno de ellos), opuesto.
Bielsa, además, juega ante su afición y se verá obligado a llevar el peso del partido, algo que eventualmente no incomodará a Ranieri y a los suyos, favorables a ceder la iniciativa.
Aunque ambos tienen en común un gran rigor por el trabajo táctico, Bielsa basa su apuesta en el desequilibro ofensivo. Ranieri (65), mucho más conservador, edifica sus proyectos a partir de una férrea defensa y un poderoso contraataque.
El argentino cuenta con un aura romántica de la que carece su rival del domingo. La leyenda que persigue al técnico puede sin embargo jugar en su contra. Son muchas las expectativas levantadas aunque su Lille no haya disputado todavía ningún partido oficial.
Pese a todo, esta fiebre que acompaña al entrenador servirá para desperezar a una afición que vio cómo la temporada pasada su equipo terminaba en una discreta 11ª plaza.
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El argentino Marcelo Bielsa, DT del Lille, debuta hoy en el campeonato francés y lo hace en medio de un clima de optimismo y expectativas. En este primer escollo (a las 10, con transmisión de ESPN) se enfrentará a Claudio Ranieri, que también arranca un nuevo proyecto con Nantes.
El Loco tendrá por tanto un primer duelo de altura, en el que además se medirá a un rival que apuesta a un fútbol totalmente contrario al suyo. El planteamiento táctico de ambos entrenadores será, a priori (y atendiendo a la trayectoria de cada uno de ellos), opuesto.
Bielsa, además, juega ante su afición y se verá obligado a llevar el peso del partido, algo que eventualmente no incomodará a Ranieri y a los suyos, favorables a ceder la iniciativa.
Aunque ambos tienen en común un gran rigor por el trabajo táctico, Bielsa basa su apuesta en el desequilibro ofensivo. Ranieri (65), mucho más conservador, edifica sus proyectos a partir de una férrea defensa y un poderoso contraataque.
El argentino cuenta con un aura romántica de la que carece su rival del domingo. La leyenda que persigue al técnico puede sin embargo jugar en su contra. Son muchas las expectativas levantadas aunque su Lille no haya disputado todavía ningún partido oficial.
Pese a todo, esta fiebre que acompaña al entrenador servirá para desperezar a una afición que vio cómo la temporada pasada su equipo terminaba en una discreta 11ª plaza.