La Santa Sede a través de la Secretaría de Estado y luego a la Nunciatura Apostólica confirmó la fecha de la beatificación de la venerable Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de la religiosa de la Congregación Esclavas del Corazón de Jesús.
La fecha del rito de beatificación fue anunciada para el 25 de noviembre de este año, en la ciudad de Córdoba. La ceremonia será presidida por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato.
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La Santa Sede a través de la Secretaría de Estado y luego a la Nunciatura Apostólica confirmó la fecha de la beatificación de la venerable Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de la religiosa de la Congregación Esclavas del Corazón de Jesús.
La fecha del rito de beatificación fue anunciada para el 25 de noviembre de este año, en la ciudad de Córdoba. La ceremonia será presidida por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato.
Una alegría especial para Salta
La madre Catalina de María fue declarada venerable por Juan Pablo II en 1997. Se trata de la fundadora de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Bajo el manto de dicha congregación nació el Colegio de Jesús, una de las instituciones más tradicionales de la provincia. Josefa Saturnina Rodríguez, su nombre real, nació en Córdoba el 27 de noviembre de 1823 y murió el 5 de abril de 1896.
Respecto del milagro que tuvo el visto bueno de la Santa Sede, ocurrió hace dos décadas en Tucumán, donde la madre de una docente del colegio Esclavas del Sagrado Corazón sufrió un paro cardiorrespiratorio. Tras el shock, permaneció sin signos vitales aproximadamente 25 minutos. Los médicos estaban a punto de informar el deceso a sus familiares, pero los encontraron rezando a la Madre Catalina. Al regresar a la habitación, para no interrumpir las oraciones, vieron a la paciente recuperarse y no sufrir ninguna secuela de la traumática experiencia.
No hubo explicación científica que aclarara el caso, que fue analizado desde el punto de vista médico y teológico, y que culminó con la firma del Papa corroborando este hecho como un milagro.
En 1877 Catalina recibió del primer santo argentino, el cura Brochero, un pedido de ayuda para poner en marcha misión apostólica y educativa en el Valle de Traslasierra.
Sus acciones llegaron a Salta
Este año, el Colegio de Jesús cumple 130 años desde que las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús tomaron la iniciativa de impartir educación en Salta. Es una institución que recibe a niños y jóvenes en todos los niveles y es, además, fuente formadora de docentes que viven con vocación esa profesión.
Ex alumnos del colegio recordaron, que a lo largo de su formación tuvieron siempre presentes las palabras de la madre Catalina, quien dijo: “Los hombres y mujeres deben ser formados en el molde de ese Divino Corazón”.
El 14 de agosto de 1824 se fundó en Salta la casa de educadas con ayuda de doña Manuela Martínez de Tineo, quien se entregó de lleno a la vida religiosa. El establecimiento de las carmelitas, conocido por entonces como la “Comunidad de Jesús y María”, se mantuvo durante más de 40 años.
Ante la falta de vocaciones, las hermanas plantearon a las autoridades eclesiásticas el 26 de agosto de 1887 incorporarse a otra congregación religiosa, en este caso la de las Esclavas del Corazón de Jesús, fundada por la Madre Catalina, para no tener que cerrar la casa en Salta. Fue entonces que el vicario capitular de Córdoba, Uladislao Castellano, autorizó el pedido. Las hermanas llegaron con la buena nueva a Salta el 8 de octubre de 1887, con la impronta de la beata: “El amor y reparación al corazón de Jesús y la restauración del rostro de Jesús en el hermano”. Desempeñaron así misiones en casas de ejercicios, hogares de niñas, centros de misión y colegios. Sin dudas la beatificación de la Madre Catalina genera una profunda alegría en todos los argentinos y, especialmente, en la comunidad del Colegio de Jesús nacido bajo el mando de la congregación fundada por la ahora beata Catalina de María.
Transgresora en su tiempo
La Madre Catalina fue una mujer transgresora para su tiempo, ya que planteó, entre otras cosas, la posibilidad de que las religiosas no fueran necesariamente de vida contemplativa. Trabajó por la educación y la dignidad de las mujeres.