¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

“No hay que usar un celular como fuente de toda la información

Fabricio Ballerini, licenciado en Ciencias Biológicas y doctor por la Facultad de Medicina
Domingo, 17 de septiembre de 2017 14:52

Si a una persona le preguntan qué estaba haciendo el 11 de septiembre de 2001 cuando se cayeron las Torres Gemelas, lo más probable es que recuerde inmediatamente cómo fue su vida ese día. Pero si le preguntan qué estaba haciendo el 11 de septiembre del año pasado probablemente levante los hombros en señal de “no lo sé”, lo mismo si le preguntan qué hacía el 11 de agosto o hace tan solo una semana. 
Con ese ejemplo y con sus divertidas anécdotas, Fabricio Ballerini atrapó al público que lo escuchaba atento en el reciente “Segundo Congreso Iberoamericano sobre TV y Educación “ organizado por Escuela +, iniciativa impulsada por la empresa DirecTV. Ballerini, investigador del Conicet, licenciado en Ciencias Biológicas y doctor por la Facultad de Medicina (UBA) es además periodista en radio Vorterix y el responsable del programa infantojuvenil “Neuro... qué?” de Paka Paka, ahora nominado a los Martín Fierro. Y es como parte de sus estudios postdoctorales que está en permanente investigación del funcionamiento del cerebro en el entorno educativo. Tanto es así que con su equipo sostiene, con pruebas científicamente validadas, que un elemento disruptivo en medio de una clase activa inmediatamente un mejor recuerdo de los contenidos que se estaban brindando en ese momento, teoría que amplió en entrevista con este medio así como se refirió al estudio de las neurociencias para la educación. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Si a una persona le preguntan qué estaba haciendo el 11 de septiembre de 2001 cuando se cayeron las Torres Gemelas, lo más probable es que recuerde inmediatamente cómo fue su vida ese día. Pero si le preguntan qué estaba haciendo el 11 de septiembre del año pasado probablemente levante los hombros en señal de “no lo sé”, lo mismo si le preguntan qué hacía el 11 de agosto o hace tan solo una semana. 
Con ese ejemplo y con sus divertidas anécdotas, Fabricio Ballerini atrapó al público que lo escuchaba atento en el reciente “Segundo Congreso Iberoamericano sobre TV y Educación “ organizado por Escuela +, iniciativa impulsada por la empresa DirecTV. Ballerini, investigador del Conicet, licenciado en Ciencias Biológicas y doctor por la Facultad de Medicina (UBA) es además periodista en radio Vorterix y el responsable del programa infantojuvenil “Neuro... qué?” de Paka Paka, ahora nominado a los Martín Fierro. Y es como parte de sus estudios postdoctorales que está en permanente investigación del funcionamiento del cerebro en el entorno educativo. Tanto es así que con su equipo sostiene, con pruebas científicamente validadas, que un elemento disruptivo en medio de una clase activa inmediatamente un mejor recuerdo de los contenidos que se estaban brindando en ese momento, teoría que amplió en entrevista con este medio así como se refirió al estudio de las neurociencias para la educación. 

En términos educativos, ¿cómo se puede estimular el cerebro? 

No hay algo así como un secreto que tiene la ciencia de cómo mejorar el sistema educativo. Primero hay que entender cómo funciona el cerebro de un chico: si le gusta jugar, cuándo se pone nervioso, cuándo tiene más sueño y cuándo no, a qué hora se levanta, si los exámenes sorpresa le gustan o no, si toma decisiones bien o mal... Eso que es la cotidianidad en la escuela, la ciencia no lo sabe. Entonces, si no sabemos eso no podemos planear estrategias o charlas. Hay mucho contenido científico que nos falta para poder incorporar a la escuela y que la escuela pueda modificarse de alguna manera. Sin evaluar eso, decir cómo estimular al cerebro es como un verso. 

¿Qué pensás de los horarios de ingreso de los chicos al colegio o de sus horas de sueño?

En adolescentes está muy estudiado fisiológicamente que los chicos tienden a dormirse más tarde por una cuestión del ciclo del cerebro y a levantarse más tarde. Por lo cual, si los chicos entran a las 7 de la mañana, en ese momento el cerebro de ese adolescente tiene ganas de estar dormido. En este sentido hay indicaciones incluso de la Sociedad de Pediatría de Estados Unidos que aconsejan que no den las temáticas más importantes en las primeras horas de clase porque el alumno va a estar dormido. Pero no hay indicaciones de qué no hacer, sino que hay pequeñas cosas que son estudiadas. Por ejemplo, el rol de la tecnología y el uso de la celular -si pueden prestarle atención a este y a la clase al mismo tiempo, lo cual evidentemente no se puede-. 

¿Qué creés de que haya que memorizar materiales en tiempos en que cualquier joven está a un clic de tener a su alcance la información?

Los seres humanos depositamos memoria en otras personas, en las que más conocemos. Eso se llama memoria transactiva. Entonces, ¿para qué me voy a acordar dónde están todos los libros si mi jefe lo sabe? Eso es normal. Lo increíble es que ahora que existen los celulares con acceso a muchísima información, los seres humanos tendemos a hacer esa memoria transactiva con las máquinas. Entonces, ¿para qué guardaremos información si tengo acceso absolutamente a todo? Lo que en principio parece ser algo genial, puede ser un gran problema. Porque al cerebro le cuesta mucho trabajo guardar información: hay que prestar atención, hay que leer, hay que gastar energía... Entonces, que esa información no pase por el cerebro y se tenga la consciencia de que sólo esté en un celular, realmente es preocupante. No hay que usar un celular como fuente de toda la información porque en algún punto las ideas que uno tiene, la generación y la creatividad tiene que estar adentro de tu cerebro no adentro de un dispositivo o en una nube o en internet. 

¿En qué consiste tu teoría de que  los chicos necesitan de sorpresas para aprender mejor?

Nosotros estudiamos el rol de la sorpresa o de la novedad en el entorno de la escuela. Creemos que hacer cambios, pequeñas intervenciones para las que los chicos no estaban preparados (llevarlos a un laboratorio, que llegue un actor, que el profesor se ponga un bonete) son modificaciones de la rutina que logran que los chicos se acuerden más de las temáticas que están cercanas a esa sorpresa. Entonces, si en Matemática un maestro está por dar un tema muy difícil, a la media hora de la clase nosotros le proponemos que sorprenda a los alumnos con algo de tal vez no más de dos minutos y eso hace que se guarde la información de una manera mucho más duradera y confiable. 

¿Creés que la neurociencia puede aportar a la falta de motivación que sienten los chicos en clase?

Lo que puede ayudar la ciencia es a entender esa falta de motivación pero la ciencia no puede encontrar soluciones mágicas a un cerebro que no sabemos cómo funciona. Podemos entender o intentar comprender qué es el aburrimiento, porqué se aburren, qué necesita, a qué le prestan atención pero las neurociencias no vienen a reemplazar nada ni a entretener. Lo que sí podemos hacer es encontrar una visión distinta a las visiones que ya tenía el sistema educativo o la pedagogía pero no viene a sacar el lugar a nadie ni a encontrar soluciones mágicas, solo a estudiar de otra manera el mismo problema. 

¿A qué creés que se debe el boom de las neurociencias?

Hay dos factores. Uno es que realmente hay más investigaciones en este campo que en otros años: se inventaron dispositivos tecnológicos que miden el cerebro en actividad en tiempo real, hay razonadores funcionales y se suman más evidencias científicas. Por otro lado, en Argentina creo que la neurociencia viene a ocupar o aportar a un interés que ya existía que es todo lo que sembró el psicoanálisis en nuestro país. La escuela freudiana hizo estragos en la Argentina y hoy, después de más de cien años de su existencia, hay cinco ciudades en el mundo que practican el psicoanálisis, entre las que están: Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. Nosotros tenemos incorporados conceptos psicoanalíticos como el ‘no proyectes‘, ‘eso es inconsciente‘ y la neurociencia no viene a reemplazar eso pero toca temáticas que están bastante relacionadas, de ahí el interés. 

PUBLICIDAD