¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

19°
23 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Miles de socorristas y ciudadanos buscan sobrevivientes entre los escombros

Un fuerte sismo de 7,1º en la escala Richter estremeció al país. El epicentro fue en el estado de Puebla.
Martes, 19 de septiembre de 2017 15:35
Foto: @excelsior
Foto: @excelsior
Foto: @excelsior

 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

 

 

Gritos pidiendo silencio, el ruido de las sirenas y oleadas de polvareda se entremezclan en las calles de la Ciudad de México, donde la incertidumbre reina en los numerosos rescates desencadenados tras el fuerte terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter que ya ha dejado al menos 250 muertos.
El sismo ocurrió menos de dos semanas después de otro de 8,1 grados de magnitud que dejó más de 90 muertos y en el aniversario del terremoto de 1985, el más letal en la historia del país.
Entre el caos y el pánico, gente ubicada en distintos lugares de la ciudad compartió en las redes sociales imágenes que mostraban casas destruidas, humo saliendo a través de las ventanas de edificios y grietas profundas en algunas calles.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) indicó que el temblor tuvo una magnitud de 7,1 grados y que el epicentro se ubicó a cinco kilómetros al noreste de la localidad de Raboso, en el estado de Puebla. El sismo, que tuvo 51 kilómetros de profundidad, se registró poco después de la 15.14 (hora argentina).

Luis Felipe Puente, Coordinador Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, imformó que hasta el momento se reportan 149 fallecidos: 55 en Morelos, 49 en CDMX, 32 en #Puebla, 10 en Edoméx y 3 en Guerrero.

Carlos Mendoza, de 30 años, fue uno de los civiles que ayudó a remover escombros y auxiliar en el rescate de víctimas en uno de los edificios caídos en la colonia Roma.
Cubierto de polvo, dijo que llevaba tres horas trabajando y había logrado sacar a dos personas vivas del derrumbe. “Al ver esto, venimos a ayudar. Está fea, muy fea... Es muy triste, alarmante”.
Tras el sismo, el Aeropuerto Internacional Benito Juárez suspendió todas sus operaciones para revisar la infraestructura. Por la tarde se informó que las pistas no presentaban daños, que había 180 vuelos afectados y que la actividad se reanudaría seis o siete horas después.

 

 

Después del terremoto, el presidente Enrique Peña Nieto informó que convocó al Comité Nacional de Emergencias para evaluar la situación y coordinar acciones. Más tarde ordenó evacuar los hospitales con daños y trasladar a sus pacientes a otras unidades médicas.
Por su parte, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pidió a la gente salir de sus edificios y seguir indicaciones de protección civil.

Las primeras imágenes que circularon en televisión y redes sociales dieron cuenta de los derrumbes en las colonias Condesa y Roma y al menos un edificio se desplomó en la Zona Rosa. También mostraron afectaciones al sur de la ciudad, donde una de las tribunas del estadio Azteca se cuarteó.
Edith López, vendedora de un mercado de 25 años, dijo que estaba en un taxi cuando se sintió el temblor y que observó cómo se rompían las ventanas de algunos edificios. De inmediato trató de localizar a sus hijos, que había dejado encargados a su madre.
En otra parte de la capital, en la avenida Álvaro Obregón, Gala Dluzhynska tomaba una clase junto a otras 11 mujeres cuando empezó el sismo. El edificio en el que se encontraba colapsó.

 

 

Más de dos horas después, Dluzhynska se encontraba sobre la acera cubierta de polvo. Tenía un pie vendado a causa de una cortada y dijo que horas antes se percató de la vulnerabilidad del lugar. Más temprano se había llevado a cabo un simulacro para recordar el terremoto de 8,1 grados que sacudió a México en 1985 y dejó miles de muertos.
“Yo estaba pensando que este edificio con el temblor de verdad no está muy seguro pero nunca piensas que va a pasar en el mismo día.”
Tan pronto inició el movimiento, ella y sus compañeras salieron corriendo mientras escuchaban cómo las ventanas y el techo crujían a sus espaldas. Tras caer por las escaleras la gente empezó a caminar por encima de ella. La mujer gritó por ayuda y alguien le tendió una mano para levantarse. Dice que el polvo era tan denso que no podía ver nada.
“Ya no habían escaleras, eran piedras”

Cuando finalmente lograron llegar a la entrada el edificio estaba cerrado, pero un guardia de seguridad abrió la puerta. Afuera, el caos.
“Yo creo que sobrevivimos los que éramos más abajo”, dijo la mujer. En el lugar aún buscan a una de sus compañeras.
El pasado 7 de septiembre se registró un temblor de 8,1 grados de magnitud en el sur del país que también se sintió en la capital mexicana y dejó 90 fallecidos además de miles de viviendas dañadas o derruidas, sobre todo en los estados sureños de Chiapas y Oaxaca.

 

 

El apoyo de Donald Trump 

 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mandó hoy su apoyo al pueblo mexicano tras el fuerte terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter que ha sacudido la capital de México.
“Dios bendiga al pueblo de la Ciudad de México. Estamos con ustedes y estaremos allí para ustedes”, dijo el mandatario en un breve comentario en su cuenta de la red social Twitter, al poco tiempo de conocerse la catástrofe.

Seguidamente, también hizo lo propio el vicepresidente de EEUU, Mike Pence.

“Nuestros corazones están con la gente de Ciudad de México, Estamos pensando en ustedes y, como ha dicho el presidente, estamos con ustedes”, agregó Pence por el mismo medio.      
Trump fue duramente criticado recientemente tras tardar seis días en manifestar cualquier tipo de condolencia al Gobierno mexicano tras un sismo de magnitud 8,2 en la escala de Richter que también sacudió parte de Centroamérica y dejó tras de sí decenas de muertos.
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD