No pudo ser. La Selección argentina de básquetbol masculino cayó anoche por 81 a 76 frente a su par de los Estados Unidos, en la final de la AmeriCup que se disputó en el estadio Orfeo Superdomo de la ciudad de Córdoba.
El elenco nacional hizo un gran primer tiempo y se fue al descanso con el triunfo por 42 a 27, mientras que en la segunda parte del juego llegó a estar 20 puntos arriba ante los precursores del mejor básquet del mundo.
Sin embargo, el equipo albiceleste se quedó y Estados Unidos empezó a crecer hasta lograr adelantarse en el marcador y sellar una victoria por 5 puntos sobre el representativo nacional.
Fueron intentos desesperados en el final los que propuso el elenco comandado por Facundo Campazzo, pero no alcanzaron para revertir un partido que se calentó dentro del rectángulo a raíz de algunos encontronazos que se dieron por la fricción que proponían ambos en la marca.
De todas maneras, el desempeño de la Selección fue muy bueno a lo largo del torneo y demostró que es posible lograr un recambio generacional que garantice buenos resultados y nivel de juego tras el final de la “generación dorada”, lo que sin dudas provocará una bisagra importante en nuestro básquet.
Cabe consignar que el conjunto campeón no presentó para este torneo un equipo de la NBA ni del básquetbol universitario norteamericano, aunque algunos de sus jugadores tuvieron algo de roce en la mejor liga del mundo.
El escolta albiceleste Nicolás Brussino fue el máximo anotador del partido, con 26 puntos, mientras que el base Facundo Campazzo, con 15, y el alero Gabriel Deck, con 14, aportaron en el goleo del elenco local.
En tanto, el alero Jameel Warney fue el goleador de los Estados Unidos y vital tanto para achicar la desventaja en el marcador como así también para imponer presencia en el tablero cuando ya arriba en el tanteador el rival intentaba acortar distancias.
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No pudo ser. La Selección argentina de básquetbol masculino cayó anoche por 81 a 76 frente a su par de los Estados Unidos, en la final de la AmeriCup que se disputó en el estadio Orfeo Superdomo de la ciudad de Córdoba.
El elenco nacional hizo un gran primer tiempo y se fue al descanso con el triunfo por 42 a 27, mientras que en la segunda parte del juego llegó a estar 20 puntos arriba ante los precursores del mejor básquet del mundo.
Sin embargo, el equipo albiceleste se quedó y Estados Unidos empezó a crecer hasta lograr adelantarse en el marcador y sellar una victoria por 5 puntos sobre el representativo nacional.
Fueron intentos desesperados en el final los que propuso el elenco comandado por Facundo Campazzo, pero no alcanzaron para revertir un partido que se calentó dentro del rectángulo a raíz de algunos encontronazos que se dieron por la fricción que proponían ambos en la marca.
De todas maneras, el desempeño de la Selección fue muy bueno a lo largo del torneo y demostró que es posible lograr un recambio generacional que garantice buenos resultados y nivel de juego tras el final de la “generación dorada”, lo que sin dudas provocará una bisagra importante en nuestro básquet.
Cabe consignar que el conjunto campeón no presentó para este torneo un equipo de la NBA ni del básquetbol universitario norteamericano, aunque algunos de sus jugadores tuvieron algo de roce en la mejor liga del mundo.
El escolta albiceleste Nicolás Brussino fue el máximo anotador del partido, con 26 puntos, mientras que el base Facundo Campazzo, con 15, y el alero Gabriel Deck, con 14, aportaron en el goleo del elenco local.
En tanto, el alero Jameel Warney fue el goleador de los Estados Unidos y vital tanto para achicar la desventaja en el marcador como así también para imponer presencia en el tablero cuando ya arriba en el tanteador el rival intentaba acortar distancias.