Frente de adobe y piedra, techos de chapas y muy cerca de la puerta, el viejo tronco de un cardón derrotado. Saliendo de San Antonio de los Cobres, hacia el oeste, el barrio Toconadito es la última postal urbana antes de ingresar a la entraña misma de la Pachamama.
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Frente de adobe y piedra, techos de chapas y muy cerca de la puerta, el viejo tronco de un cardón derrotado. Saliendo de San Antonio de los Cobres, hacia el oeste, el barrio Toconadito es la última postal urbana antes de ingresar a la entraña misma de la Pachamama.
Montañas, viento y desierto, son, desde ese punto, el monótono e inconfundible mensaje de una naturaleza única que moldea a los hombres del lugar y los vuelve parte del paisaje.
Por ahí aparece Pedro Lázaro como una prolongación vertical de ese suelo arenoso; solo un trazo tinto de su ropa lo distingue de ese mundo que lo engulle con un mimetismo inexplicable.
Lázaro, “Pedrín”, como lo conocen en San Antonio de los Cobres, se prepara para encabezar la caravana de más de 3.000 peregrinos que recorrerán los 180 kilómetros hasta Salta capital, para cumplir como todos los años con la renovación del pacto de fe con el Señor y la Virgen del Milagro.
Vienen desde Tolar Grande, Mina Patito, Santa Rosa de los Pastos Grandes. Se fueron sumando en el camino y ahora se cuentan por miles que bajan a paso firme con rezos, bombos y misachicos.
Hay que organizarlos, atender la marcha, los víveres, la salud, la asistencia. Coordinar la ayuda, las postas, los móviles. No hay lugar para la improvisación y Lázaro, al igual que el amigo de Jesús, deberá dar testimonio de un poder indescriptible: la fe de tantos peregrinos.
“Compramos las mercaderías y ya hicimos el traslado del agua y los alimentos. Esta vuelta se esperan como 3.000 personas que van a salir de aquí y que se irán sumando en el camino” adelantó.
De acuerdo a lo planificado, la marcha partirá hacia Salta capital en las primeras horas del 11 de septiembre, para llegar a destino tres días después, y podría duplicar tranquilamente el número inicial de peregrinos, en una entrada emotiva al atrio de la Catedral.
“Hay grupos de liturgia, colchoneros, servidores generales. Tuvimos que implementar y dividir la tarea por la cantidad de gente que esperamos” sostiene Lázaro. “Hay mucha gente que quiere ayudar y la peregrinación es del pueblo y es importante que todos seamos parte de esto”.
Detalles
La comisión de peregrinos que encabeza Pedro organizó la salida, las postas y tuvo en cuenta algunos detalles puntuales. “En los paradores se hicieron baños para la gente, porque llevamos baños químicos y el costo era muy alto. Las letrinas que hicimos son de material y tienen techo. Quedan para el uso de la gente de los parajes y al mismo tiempo servirán para los años siguientes”.
Pedro destaca la ayuda que recibieron de la comuna de San Antonio y de la gente, aunque esta vez las donaciones “bajaron mucho y los costos nos desbordaron un poco, pero nos arreglamos para tratar de que no falte el agua y la comida, que es lo esencial”.
Pedrín Lázaro se despide de El Tribuno con sus manos de arena. Son las mismas que todos los años, cuando comienza agosto, se elevan al cielo para agradecer a la Pachamama. De rodillas inicia la corpachada con comida, bebidas, coca y cigarros.
De pie, encabeza la marcha con rezos hacia el Señor y la Virgen del Milagro.
Tal vez desconoce el significado del sincretismo religioso, pero él es la imagen más pura de la trinidad entre Dios, el hombre y la tierra.