¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

14°
20 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Voluntarios ponen a punto la casa universitaria para chicos del interior

Cuarenta y cuatro jóvenes podrán cumplir el sueño de realizar una carrera superior. La nueva residencia de la Fundación Sí les brindará hospedaje, comida y materiales de estudio de forma gratuita. 
Martes, 16 de enero de 2018 00:23
Julieta, una de las voluntarias de la ONG, en la residencia ubicada en barrio Tres Cerritos.

Los Carolinos 407, barrio Tres Cerritos. Julieta Cheda abre la puerta de la casa en plena tarea. Tiene la cara, el pelo y la ropa salpicada de pintura blanca y en una las manos una brocha. “Adentro hay más gente”, dice señalando un pasillo. Se refiere a los voluntarios, como ella, de la Fundación Sí que trabajan a contrarreloj para acondicionar el inmueble, donde a partir del 1 de febrero, o unos días antes, vivirán 44 jóvenes de escasos recursos procedentes del interior de Salta y Jujuy que podrán cumplir el sueño de estudiar en la universidad o un terciario. 
“Es un logro gigante que tengamos nuestra residencia en Salta; hay muchos chicos que realmente no tienen la posibilidad de estudiar y que cada vez lleguemos a más se siente bien”, dice la joven que es maestra de Nivel Inicial.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Los Carolinos 407, barrio Tres Cerritos. Julieta Cheda abre la puerta de la casa en plena tarea. Tiene la cara, el pelo y la ropa salpicada de pintura blanca y en una las manos una brocha. “Adentro hay más gente”, dice señalando un pasillo. Se refiere a los voluntarios, como ella, de la Fundación Sí que trabajan a contrarreloj para acondicionar el inmueble, donde a partir del 1 de febrero, o unos días antes, vivirán 44 jóvenes de escasos recursos procedentes del interior de Salta y Jujuy que podrán cumplir el sueño de estudiar en la universidad o un terciario. 
“Es un logro gigante que tengamos nuestra residencia en Salta; hay muchos chicos que realmente no tienen la posibilidad de estudiar y que cada vez lleguemos a más se siente bien”, dice la joven que es maestra de Nivel Inicial.


La Fundación Sí tiene dos residencias universitarias en Santiago del Estero, una en Córdoba, una en Catamarca y otra en La Rioja. Además de Salta, este año se abrirán residencias en Rosario de Santa Fe y Neuquén. De 80 estudiantes el año pasado, ahora pasarán a ser 230 en el país.
El hospedaje en la casa universitaria es totalmente gratuito e incluye comida, ropa, materiales de estudio, tutorías en las diversas materias, y hasta transporte y remedios si hiciera falta. Los chicos solo deberán poner su mayor esfuerzo en estudiar.
Hay chicas y chicos del paraje Tranquitas, Santa Victoria Este, San Antonio de los Cobres, Los Toldos, Orán, Coronel Juan Solá de Morillo, Aguaray, Mecoyita y Misión San Francisco, entre varios otros lugares de la geografía salteña, que por la distancia y las condiciones en las que viven no podrían ni pensar en la educación superior. En muchos de los casos, apenas y con mucho sacrificio pudieron completar la secundaria.

La selección

Tras la novedad de que en Salta se abriría una nueva residencia, el año pasado un grupo de voluntarios de la ONG visitó las escuelas secundarias rurales de Salta y Jujuy y le contaron a los alumnos de quinto año y sus directores sobre la posibilidad de continuar estudiando en la capital salteña. 
En total se llenaron 170 fichas de postulantes. Luego, en septiembre pasado, los 170 jóvenes fueron entrevistados en la ciudad de Salta por el mismo director de la fundación, Manuel Lozano, y un equipo de psicólogos y psicopedagogos, que arribaron de Buenos Aires. 
“Se tuvo en cuenta la situación económica de cada uno y que no tengan absolutamente a ningún familiar viviendo en Salta, además de una serie de test que se hicieron”, comenta Julieta mientras intenta despegarse la pintura de la piel. La joven integra la Fundación Sí desde hace cuatro años, cuando empezó a funcionar en la provincia.
La selección de los 44 fue bastante “fuerte” para los voluntarios y seguramente difícil para los que la hicieron. Ahora solo falta que le den vida a la enorme casa. “Desde el primer momento, cuando el proyecto se empezó a plantear en Salta, me puse muy contento”, cuenta Cristian Flores, quien también colabora con la organización.


Para Cristian, estudiante del último año de la carrera de Comunicaciones Sociales, es emocionante acompañar a los chicos que van a venir. “Es un sueño poder ayudar con esta posibilidad a chicos del interior. Para todos ellos, la educación por sus propios medios es algo muy lejano debido a la situación económica en la que viven”, agrega.
La casa es enorme. Tiene dos pisos, 10 habitaciones, salas de estudio, biblioteca, cocina, un comedor grande, baños, patio, y otros espacios. Con respecto a la organización, Julieta Cheda señala: “Esta es su casa, las reglas de convivencia las ponen ellos”.
De todas maneras, los estudiantes no van a estar solos, contarán con la ayuda de los 35 voluntarios salteños y los tutores virtuales de la fundación, además del acompañamiento pedagógico y psicológico de profesionales en la residencia. “No va a haber nadie controlándolos a qué hora salen ni a qué hora llegan, son ellos los que tienen que hacerse responsables y también aprender a manejarse solos y a convivir”, dice Julieta.
Por todos lados, en la planta baja, hay tachos de pintura, cajas, herramientas y camas cuchetas para armar. El piso está sucio, por eso para subir las escaleras la condición es sacarse los zapatos. Así lo advierte Facundo Flores, hermano de Cristian, quien, en compañía de Rodrigo, de seis años, acompañó a El Tribuno a recorrer la vivienda. Arriba está todo impecable y encerado. “Necesitamos más manos, los que quieran sumarse los esperamos”, convoca el joven.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD