Cuando los niños son separados del seno familiar y enviados a un hogar. ¿Que sucede en la psiquis de ellos en ese momento?
Lo que hay que considerar es que esta decisión, en resguardo de los menores, surge luego de vivencias en las que probablemente estuvieron expuestos a maltrato o fueron niños testigos de violencia, abusos o negligencias. La carencia de un sistema parental que pueda ofrecer aceptación, validación y cuidados emocionales y físicos adecuados se transforma en vivencias traumáticas en los niños.
Para muchos de ellos es muy difícil procesar la incoherencia de que quienes son los padres amados, son al mismo tiempo la fuente de traumatización (violencia, negligencia, abandono). Así, algunos niños quedan envueltos en una trama judicial producto de la vulnerabilidad en la que viven y deben ser apartados de su familia de origen, quedando bajo la tutela del Estado.
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Cuando los niños son separados del seno familiar y enviados a un hogar. ¿Que sucede en la psiquis de ellos en ese momento?
Lo que hay que considerar es que esta decisión, en resguardo de los menores, surge luego de vivencias en las que probablemente estuvieron expuestos a maltrato o fueron niños testigos de violencia, abusos o negligencias. La carencia de un sistema parental que pueda ofrecer aceptación, validación y cuidados emocionales y físicos adecuados se transforma en vivencias traumáticas en los niños.
Para muchos de ellos es muy difícil procesar la incoherencia de que quienes son los padres amados, son al mismo tiempo la fuente de traumatización (violencia, negligencia, abandono). Así, algunos niños quedan envueltos en una trama judicial producto de la vulnerabilidad en la que viven y deben ser apartados de su familia de origen, quedando bajo la tutela del Estado.
El rol del Estado es fundamental...
No se puede generalizar que en todos los casos suceda lo mismo. Y aquí el papel del Estado es de fundamental importancia porque debe generar para los niños en situaciones de vulnerabilidad y probablemente altos niveles de traumatización, lugares que puedan ofrecer un marco de seguridad emocional y cuidados, allí donde los parentales no estuvieron. Experiencias positivas de afecto, cuidado, contención pueden ser proveedoras o sanadoras frente al trauma, ayudando desde la aceptación y la disponibilidad al difícil proceso de adaptación.
¿Como es posible ayudarlos a superar esos niveles?
Es necesario considerar que los niños con altos niveles de traumatización necesitan tratamientos que les permitan procesar experiencias de intensidad emocional, así como desarrollar habilidad de manejarse de modo adecuado en el presente, y con miras al desarrollo de competencias emocionales, conductuales y sociales para lograr habilidades para la vida y el bienestar.
En los casos de consumo y adicción, los tratamientos se dificultan. ¿Cómo es posible llegar a un abordaje adecuado?
Pensar la tutela del Estado, significa también la implementación de políticas específicas de prevención y tratamiento del consumo de drogas, con énfasis en el abordaje del trauma, la prevención en población adolescente en situación de riesgo y vulnerabilidad social. Se hace necesario la formación general y especializada de recursos humanos para prevención de consumo, intervención y asistencia a una población probablemente con altos niveles de trauma en muchos casos interpersonal severo y dispositivos de tratamientos adecuados a las distintas experiencias. Al respecto, funcionan equipos técnicos y profesionales.
Recientemente en uno de los hogares hubo una situación de violencia vinculada a un brote y abstinencia...
Es sabido que los altos niveles de traumatización colocan a los adolescentes en mayor riesgo para el consumo problemático de sustancias, y ante estados de abstinencia, desbordes y desregulaciones emocionales son muy frecuentes, entre otros síntomas. De ahí la esmerada intervención de los equipos de profesionales que actúan frente a este tipo de situaciones evaluando riesgo para sí mismos o agresiones a terceros, decidiendo sobre los dispositivos más adecuados a cada caso.
Como sociedad tenemos que continuar avanzando en el establecimiento de políticas públicas dirigidas a reducir estigma de las personas que padecen trastornos mentales, traumas y consumo de sustancias; generando por parte del Estado lineamientos y acciones para la implantación de conductas alternativas saludables.
Después de los 18 años, los chicos tienen que salir del hogar a la sociedad. ¿Qué herramientas son necesarias para que puedan llevar adelante su vida?
Además de las herramientas que ellos necesitan para desenvolverse en el mundo laboral y la posibilidad de la continuidad de los estudios, necesitan competencias emocionales, que son capacidades para tener conciencia, regulación y autonomía emocional, también competencias sociales para poder interactuar con otros y de modo muy saludable, poder ser eficientes y autónomos a la hora de tomar decisiones. Además necesitan competencias para la vida y el bienestar que tienen que ver con la capacidad para poder adoptar comportamientos apropiados y responsables para afrontar satisfactoriamente los desafíos diarios de la vida. O sea, que sean capaces de fijar objetivos, de tomar decisiones, de pedir ayuda en momentos difíciles, de poder tener una participación ciudadana activa, desarrollar bienestar emocional y poder poner a prueba sus recursos y utilizarlos frente a situaciones adversas de la vida. Vivirlas no significa seguir una cuestión lineal igual a trauma. Nuestro cerebro está preparado para sanar, salir adelante, para aprender y esto es lo que se denomina resiliencia. Fundamentalmente como sistema social tenemos que ayudar a los niños y jóvenes a desarrollar resiliencia, esta capacidad de salir fortalecido de las adversidades.