Dividen sus tiempos entre el trabajo, las practicas, la costura y los viajes. Si bien los carnavales se comienzan a palpitar en el verano, los fundadores de la agrupación Oxoum entienden que su preparación debe hacerse durante todo el año. Hace años fueron uno de los primeros en presentar en los corsos de Salta el estilo Gualeguaychú. Y hoy siguen innovando, sumando e integrando.
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Dividen sus tiempos entre el trabajo, las practicas, la costura y los viajes. Si bien los carnavales se comienzan a palpitar en el verano, los fundadores de la agrupación Oxoum entienden que su preparación debe hacerse durante todo el año. Hace años fueron uno de los primeros en presentar en los corsos de Salta el estilo Gualeguaychú. Y hoy siguen innovando, sumando e integrando.
Durante su vista a El Tribuno, Victoria Garnica y su hijo, Gabriel Leyria, recordaron entre risas los primeros pasos de la agrupación.
“Todo empezó cuando era muy chico. Tenía 11 y no juntábamos en la vereda de la casa, en Villa Estela, a jugar a la pelota. Entonces un día comenzamos a practicar pasos, a bailar. Hasta que un día comenzó a ser más baile que la pelota”, recordó Gabriel.
“Los primeros premios que tenían eran fichas para ir a los jueguitos electrónicos en el centro”, agregó Victoria.
A los cinco años, Gabriel le pidió a su mamá ser parte de la comparsas de indios que actuaban en el club Gimnasia y Tiro. “Así que le armé su vincha con muchas plumas y lo llevé. Después comenzó con esto y lo acompañé”, cuenta Victoria.
Las primeras presentaciones de los chicos que hacía batucada fueron en el barrio, después se presentaron en la peatonal, en algunos locales del paseo Balcarce y por fin llegó una invitación especial. Junto a un grupo de residentes de Brasil se presentaron en una fiesta de las comunidades, organizada por la Municipalidad de Salta, en la plaza Alvarado.
Desde aquel momento no pararon más. Victoria le compró los instrumentos de percusión, porque los chicos no tenían ingresos. “Comenzaron a invitarnos a las presentaciones y como ya éramos más grandes y trabajábamos, empezamos a ocuparnos de los trajes y de buscar una formación profesional”, describió Gabriel.
Hoy los pasos de la agrupación siguen marcando un camino. Los miembros de Oxoum vienen de todos los barrios y conocen las necesidades de cada punto de la ciudad. Por eso, resolvieron brindar talleres de inclusión en algunas zonas para ir sumando a estos chicos que no tienen la posibilidad de mostrar su pasión por la música y el baile, en otros espacios.
La agrupación cuenta con 67 miembros a los que se suman 17 chicos de los talleres de inclusión. “En uno de los trabajos que hicimos, nos encontramos con un grupo que tiene formada una batucada. Son del barrio Solidaridad y muchos de sus chicos van a acompañarnos en la presentación de este año”, contó Gabriel.
Además de Solidaridad, también se presentarán chicos de Alta Tensión y Tortuguitas. “Con este trabajo buscamos cambiarles la forma que tienen de ver esto de los carnavales”, explico Gabriel.
Este hombre junto con su mamá entienden que la formación de la agrupación va más allá de las presentaciones en el corso y fiestas. Además de la preparación que consideran debe ser anual, apuntan a la formación profesional. En año pasado, los miembros Oxoum participaron de talleres con los formadores de las agrupaciones de Corrientes y Entre Ríos. “Allá, los clubes o entidades deportivas cuentan además con una academia. Los chicos que forman parte de éstas, van a la escuela y tienen horas adicionales de formación para el carnaval. Ellos ven esto como un gran negocio. Cosa que no pasa en Salta”, expresó Gabriel.
Qué presenta la agrupación
Oxoum cuenta con una batucada, pasistas y dos bloques, que son los bailarines y la escuela de samba. Los miembros de la agrupación muestran un abanico de edades que van desde los dos hasta los 80 años.
“Tenemos un grupo importante de mujeres que bailan y lo hacen muy bien”, explicó Gabriel.
Victoria durante algunos años fue parte de la agrupación, se desempeñó como bailarina y vocalista. “En algún momento nos presentamos con nuestra propia canción y música, como se hace en los carnavales de Corrientes y Entre Ríos, pero los costos actuales lo hacen imposible este año”, contó.
Es que además de los gastos que implican el armado de los trajes, la renovación y cuidado de los instrumentos, se suma el pago del sonido de la agrupación y a los organizadores del corso.
“Para que cada uno de los miembros de la agrupación logre estar, se requiere del apoyo de la familia. En mi caso, siempre conté con el apoyo de mi madre, que me acompañó a desarrollar esta parte artística que tenemos todos, combinándolo con mi carrera”, expresó Gabriel.
Este hombre de 37 años, además de llevar adelante las presentaciones de Oxoum, trabaja en el Ministerio de Educación de la Provincia, como supervisor.
Gabriel es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública.
La inclusión y el incentivo
Gabriel tiene dos hermanos que acompañan a este movimiento desde sus primeros pasos.
Victoria considera que la formación profesional es la mayor herramienta para salir adelante. “Mi mamá siempre me enseñó que estando sola, lo mejor era contar con una profesión que me permita sobrevivir y esto se lo inculqué a mis hijos y lo hago también con los chicos que se acercan a la agrupación”, dijo la mujer de 65 años, que es profesora de Educación Física y licenciada en Administración Pública. También formó parte de la planta editorial de este medio, cuando todavía se imprimía en las oficinas de Zuviría 20.
“No creo cuando me dicen que no se puede estudiar. Hoy la universidad es gratis, cuentan con colectivos gratuitos, pueden acceder a las becas de comedores, de fotocopias. Tienen que buscar la forma de estar en las aulas y salir adelante”, expresó esta mujer que junto a su hijo buscan que a través de la agrupación los chicos que se acercan tengan oprtunidades y conozcan otras posibilidades de vida.
Con el tiempo, los chicos que comenzaron bailando en las calles de villa Estela vieron la necesidad de buscar un nombre. Al estar en contacto con representantes de la comunidad brasileña, y escuchando historias descubrieron el nombre de Oxoum, que significa “rezar tocando”.