¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

19°
20 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Francisco también habló para nosotros

La opinión de Natalia Buira, máster en Derechos Fundamentales sobre el mensaje del Papa durante su gira por Sudamérica. 
Martes, 23 de enero de 2018 00:00

El papa Francisco visita Chile por tres días; en este viaje, el apóstol de la alegría del Evangelio se muestra consustanciado con los derechos fundamentales de todos y sobre todo de las personas y los grupos en situación de desventaja social. Su posición humanista se demuestra en cada gesto, en los lugares y los destinatarios escogidos para llevar su presencia y su palabra.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El papa Francisco visita Chile por tres días; en este viaje, el apóstol de la alegría del Evangelio se muestra consustanciado con los derechos fundamentales de todos y sobre todo de las personas y los grupos en situación de desventaja social. Su posición humanista se demuestra en cada gesto, en los lugares y los destinatarios escogidos para llevar su presencia y su palabra.

Muchos argentinos, a mi modo de ver equivocadamente, reprochan a Francisco su falta de presencia en Argentina durante los casi cinco años de su pontificado, sin reparar siquiera que el mensaje que Francisco viene dando y ahora da en Chile es absolutamente válido para la Argentina, íntegramente válido.

Recibido por la presidenta Bachelet en el Palacio de la Moneda, sede gubernamental del poder ejecutivo del hermano país, Francisco dijo ante las autoridades ejecutivas, legislativas, judiciales y ante el presidente electo: "cada generación ha de hacer suyas las luchas y los logros de las generaciones pasadas, y llevarlas a metas más altas aún, es el camino. El bien como también el amor, la justicia y la solidaridad no se alcanzan de una vez para siempre, han de ser conquistados cada día. No es posible conformarse con lo que ya se ha conseguido en el pasado e instalarse y disfrutarlo como si esa situación nos llevara a desconocer que todavía muchos hermanos nuestros sufren situaciones de injusticia que nos reclaman a todos. Tienen ustedes por tanto un reto grande y apasionante seguir trabajando para que la democracia y el sueño de sus mayores más allá de sus aspectos formales sea de verdad el lugar de encuentro para todos".

Saber escuchar

"El futuro se juega en la capacidad de escuchar que tengan su pueblo y sus autoridades... Es preciso escuchar a los parados (los que no tienen trabajo) que no pueden sustentar el presente y menos el futuro de sus familias, a los pueblos originarios frecuentemente olvidados y cuyos derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada para que no se pierda parte de la identidad y riqueza de esta nación, escuchar a los migrantes que llaman a la puerta de este país en busca de mejora y a su vez con la fuerza y esperanza de querer construir un futuro mejor para todos, escuchar a los jóvenes en su afán de tener más oportunidades especialmente en el plano educativo y así sentirse protagonista del Chile que sueña protegiéndolos activamente del flagelo de la droga que les cobra lo mejor de sus vidas, escuchar a los ancianos con su sabiduría tan necesaria y su fragilidad a cuestas, no los podemos abandonar, escuchar a los niños que se asoman al mundo con sus ojos llenos de asombro e inocencia y esperan de nosotros respuestas reales para un futuro de dignidad"

La casa común

"Somos invitados hoy, de una manera especial a prestar una preferencial atención a nuestra casa común, escuchar nuestra casa común, fomentar una cultura que sepa cuidar la tierra y para ello no conformarnos solamente con ofrecer respuestas puntuales a los graves problemas ecológicos y ambientales que se presentan. En esto se requiere la audacia de ofrecer una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático que privilegia la irrupción del poder económico en contra de los sistemas naturales y por lo tanto del bien común de nuestros pueblos. La sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte, de ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que dé la espalda a la tierra y a todo y todos los que la rodean".

El compromiso

Francisco es el líder espiritual de una Iglesia comprometida con los derechos humanos: los derechos civiles y políticos, los económicos, sociales y culturales y los de tercera generación entre los cuales está el derecho a un medio ambiente sano y sustentable para todos. Es el líder espiritual de una Iglesia comprometida con la inclusión social de los grupos humanos más desaventajados de una sociedad: los pobres, los migrantes, los pueblos originarios, los niños, los ancianos, los jóvenes desprotegidos con respecto al flagelo de la droga, los privados de la libertad, las víctimas de delitos.

Su mensaje en Chile es tan actual para nuestro país y nuestra provincia. Cabe preguntarse si Francisco sería escuchado en un país: Argentina y en una provincia: Salta, que desprotege a los más desaventajados de la sociedad, que no escucha sus justos reclamos ni judicialmente ni administrativa ni legislativamente.

Cabe preguntarse para qué queremos: pueblo y autoridades de Argentina que el papa Francisco venga al país. Quizás solo para la foto, para la selfie, porque para escuchar su mensaje insistentemente proclamado es evidente que no; es más, a muchos su mensaje disgusta, incomoda.

Muchos se dicen católicos, pero a esos muchos les disgusta el mensaje inclusivo y de derechos humanos de Francisco, quedándose solo en la educación religiosa obligatoria en las escuelas públicas, que no está de acuerdo con el pensamiento de Francisco que aboga por un estado laico.

A Francisco, líder espiritual de la Iglesia Católica, se le podrían aplicar las palabras del Evangelio de San Juan: "Vino a los suyos, más los suyos no lo recibieron", aunque Francisco no es solo argentino, es ya universal; pero Francisco viene y viene permanentemente a los argentinos- al pueblo y a las autoridades- con su palabra, y es nuestro deber, si nos decimos católicos, escucharlo y hacerlo muy atentamente poniendo en hechos la inclusión social real con la efectiva protección de los derechos de las personas y grupos desaventajados de nuestro país y nuestra provincia.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD