Pasaron exactamente cuatro años, desde que la Unidad de Desintoxicación para adictos de la provincia comenzó a funcionar en el Hospital del Milagro.
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Pasaron exactamente cuatro años, desde que la Unidad de Desintoxicación para adictos de la provincia comenzó a funcionar en el Hospital del Milagro.
La inauguración se concretó el 3 de enero de 2014. En aquel momento el gobernador Juan Manuel Urtubey destacó que, según estipulaba la ley nacional de salud mental, unidades como estas se replicarían en los distintos nosocomios de la provincia. En semanas, la única unidad de desintoxicación provincial será reinstalada en el hospital Miguel Ragone.
El director del Hospital del Milagro, Juan José Esteban, detalló que el traslado de la Unidad se concretará cuando finalice la obra.
En diálogo con El Tribuno, Esteban dijo que las instalaciones de la unidad se acondicionarán en un sector nuevo del hospital Ragone, donde dispondrá de ocho camas y un espacio recreativo común, donde los pacientes podrán estar una vez que se superen las primeras 72 horas de recuperación.
El profesional sostuvo que el cambio era necesario por una cuestión de criterio teniendo en cuenta que el hospital Del Milagro, especializado en enfermedades infecciosas, una vez que los pacientes superan las desintoxicación luego de las primeras 72 horas, comienza a deambular por las salas. Por otro lado recordó que la ley de Salud Mental estipula la creación de estas unidades en todos los hospitales.
Una vez que la Unidad se traslade al hospital Ragone, se mantendría el formato del equipo de trabajo que en este momento cuenta con dos psicólogos, dos psiquiatras, ocho enfermeros y personal de seguridad.
Esteban señaló que durante las semanas pasadas ya se reunieron con Fernando Acuña, director del hospital Ragone.
"Vamos a tener un traslado organizado, ya que las salas de Unidad atienden a los pacientes que ingresan por la guardia y derivados por la Justicia", explicó el profesional.
El director Del Milagro agregó que los pacientes que ingresan por desintoxicación son sometidos a un protocolo de atención que además incluye una serie de estudios médicos, con la finalidad de detectar la presencia de tuberculosis y VIH. Esto procedimientos se seguirá realizando y de detectarse algunas de estas dos dolencias, los pacientes serán destinados al Milagro para que realicen el tratamiento correspondiente.
Riesgos y edades
Esteban explicó que los pacientes recuperan el estado de conciencia, retoman el contacto con sus familiares e ingresar a un proceso de recuperación. "El incremento del consumo de pasta base, más anfetaminas y alcohol está en aumento, y esto, lamentablemente, es visible en las guardias. Muchos de los chicos ingresan con la droga en la mano y en estado de shock", explicó el profesional.
Al referirse a las edades de los pacientes, precisó que la mayoría de los pacientes rondan entre los 15 y 18 años.
Reclamo de Madres contra el paco
El traslado de la Unidad de Desintoxicación para adictos de la provincia desde el Hospital Del Milagro al Ragone generó reacciones entre las madres que luchan contra el paco.
Las familias de los jóvenes adictos todavía esperan la apertura de centros de atención para adictos en toda la provincia.
En diálogo con El Tribuno, Susana González comentó que el año pasado mantuvieron una reunión con el ministro de Salud de la provincia, Roque Mascarello, en la que se planteó la necesidad de abrir centros de atención, como la unidad que actualmente funciona en el Hospital Del Milagro en el interior de la provincia.
González destacó que en el interior de la provincia no se cuenta con estos servicios y muchos padres llegan a la ciudad de Salta, sin contar con un lugar donde quedarse o comer. “La mayoría de los pacientes proviene de barrios humildes. Contar con estos centros en los hospitales del interior incluso ayudaría a lograr un trabajo más cercano con la familia”, destacó la mujer.
En la actualidad, Susana González vive en Ciudad Valdivia en la zona sureste de la ciudad de Salta.
Cuestionada sobre la realidad del barrio con respecto al consumo de drogas, González destacó que los vecinos le están perdiendo el miedo a los vendedores de droga. “Los denuncian y les hacen saber que no los quieren en el barrio. Creo que esto debería ocurrir en otras zonas como el asentamiento La Paz y Sanidad, donde los vendedores todavía le hacen sentir miedo a la población”, explicó la miembro de Madres contra el paco.