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Dónde y cómo descansan los pilotos salteños

Conocé los refugios de Ramón Núñez, Kevin y Luciano Benavides.
Domingo, 07 de enero de 2018 22:48
El motor home de Kevin Benavides.
La pequeña habitación de Kevin.
La pequeña cocina del motor home de Kevin.
El interior del moto home de Kevin
El motor home de Ramón Nuñez.
El interior de la casa rodante de Nuñez.
El motor home de Luciano Benavides.
El motor home de Luciano Benavides.

¿Dónde pasan el resto de sus horas los pilotos cuando no están en competencia? Cada uno en su búnker. Entre los 515 participantes (aunque a esta altura son menos porque varios tuvieron que abandonar), en los campamentos del Dakar hay de todo. 
Desde los lujosos motorhomes de los deportistas de elite más reconocidos, como Nasser Al Attiyah, Stephane Peterhansel, etc, a las sencillas carpas de pilotos de malle motos como la de Carlos Verza.
Los salteños Kevin y Luciano Benavides y Ramón Núñez tienen sus propios refugios, alguno más austero que otro, aunque todos poseen la comodidad necesaria para los breves descansos.
El primero es un Mercedes Benz, con la numeración 930, proporcionado por Honda Racing Corporation para uno de sus pilotos estrella y el mejor argentino en la historia del Dakar en la categoría motos. Kevin tiene una cama de dos plazas, una pequeña heladera y cocina comedor. Todo, obviamente en espacios reducidos. Junto a él siempre están su chofer y amigo personal, Tomás Acedo, y su psicólogo, que también acompaña a Luciano.
En la parte posterior de su casa rodante tiene una bicicleta fija, con la que descarga energías y se descontractura, y reposeras, claro.
El menor de los Benavides también cuenta con un motorhome otorgado por su equipo: KTM Factory Racing. El debutante de 22 años comparte su búnker, marca Citroën, con la numeración 947, con el piloto portugués Mário Patrão. 
El refugio de Luciano tiene similitudes con el de su hermano mayor, aunque es un poco más chico. Afuera también las reposeras están listas para ser usadas por él y sus compañeros.
Finalmente, el reducto de Ramón Núñez presentó notables mejoras respecto a la edición 2017. Es que el empresario minero había llevado una carpa en el año de su debut y cuando regresó a Salta supo que entre otras mejoras, debía tener un lugar cómodo para descansar entre etapa y etapa.
Núñez no dudó en viajar a Buenos Aires a comprar una Mercedes Benz Sprinter, que ahora lleva el número 887. Reacondicionarla le llevó varios meses, y unos días antes de partir hacia Lima ya estaba lista. Su casa móvil resulta un poco más austera que las de los hermanos Benavides, teniendo en cuenta que a ellos sus equipos les dieron casas rodantes oficiales, perfectamente acondicionadas.
Mientras dure la competencia del Dakar estos serán los hogares y oficinas de los tres pilotos salteños, donde cada de ellos sueña con hacer historia.
    
 

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¿Dónde pasan el resto de sus horas los pilotos cuando no están en competencia? Cada uno en su búnker. Entre los 515 participantes (aunque a esta altura son menos porque varios tuvieron que abandonar), en los campamentos del Dakar hay de todo. 
Desde los lujosos motorhomes de los deportistas de elite más reconocidos, como Nasser Al Attiyah, Stephane Peterhansel, etc, a las sencillas carpas de pilotos de malle motos como la de Carlos Verza.
Los salteños Kevin y Luciano Benavides y Ramón Núñez tienen sus propios refugios, alguno más austero que otro, aunque todos poseen la comodidad necesaria para los breves descansos.
El primero es un Mercedes Benz, con la numeración 930, proporcionado por Honda Racing Corporation para uno de sus pilotos estrella y el mejor argentino en la historia del Dakar en la categoría motos. Kevin tiene una cama de dos plazas, una pequeña heladera y cocina comedor. Todo, obviamente en espacios reducidos. Junto a él siempre están su chofer y amigo personal, Tomás Acedo, y su psicólogo, que también acompaña a Luciano.
En la parte posterior de su casa rodante tiene una bicicleta fija, con la que descarga energías y se descontractura, y reposeras, claro.
El menor de los Benavides también cuenta con un motorhome otorgado por su equipo: KTM Factory Racing. El debutante de 22 años comparte su búnker, marca Citroën, con la numeración 947, con el piloto portugués Mário Patrão. 
El refugio de Luciano tiene similitudes con el de su hermano mayor, aunque es un poco más chico. Afuera también las reposeras están listas para ser usadas por él y sus compañeros.
Finalmente, el reducto de Ramón Núñez presentó notables mejoras respecto a la edición 2017. Es que el empresario minero había llevado una carpa en el año de su debut y cuando regresó a Salta supo que entre otras mejoras, debía tener un lugar cómodo para descansar entre etapa y etapa.
Núñez no dudó en viajar a Buenos Aires a comprar una Mercedes Benz Sprinter, que ahora lleva el número 887. Reacondicionarla le llevó varios meses, y unos días antes de partir hacia Lima ya estaba lista. Su casa móvil resulta un poco más austera que las de los hermanos Benavides, teniendo en cuenta que a ellos sus equipos les dieron casas rodantes oficiales, perfectamente acondicionadas.
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