El intendente de Cachi, Américo Liendro, dialogó con El Tribuno acerca de las obras que lleva adelante el municipio, a fin de crear espacios adecuados de comercialización para pequeños agricultores y artesanos locales.
El mandatario municipal adelantó, además, la ejecución de una serie de obras de infraestructura urbana, destinadas a fortalecer el turismo y contó cómo debe enfrentar la comuna la ausencia del fondo soja.
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El intendente de Cachi, Américo Liendro, dialogó con El Tribuno acerca de las obras que lleva adelante el municipio, a fin de crear espacios adecuados de comercialización para pequeños agricultores y artesanos locales.
El mandatario municipal adelantó, además, la ejecución de una serie de obras de infraestructura urbana, destinadas a fortalecer el turismo y contó cómo debe enfrentar la comuna la ausencia del fondo soja.
¿Cómo enfrentan Cachi el actual contexto económico?
Como primera medida buscamos fortalecer una de nuestras principales fuentes económicas, como es el turismo. En ese sentido apuntamos a continuar mejorando la prestación de servicios y avanzar en la formación de profesionales. En paralelo hemos firmado una serie de convenios con Nación y Provincia, para ejecutar una serie de obras, como las de reparación y pintura de la fachada del casco histórico de la localidad, avenida Güemes y la avenida del Automóvil Club. Según el acuerdo, como casi todos los alcanzados, el gobierno financia el 70% y el municipio el 30%.
Con esa misma modalidad se firmaron convenios para la pintura y mejoras en la instalación eléctrica del Museo Arqueológico Pío Pablo Díaz. En esta iniciativa trabajamos también coordinadamente con la Provincia.
¿Cuándo comenzarían con las obras?
En principio, cuando Nación deposite las primeras partidas, pero como parte debe poner el municipio tenemos previsto comenzar a finales de este mes, para ir avanzando en la ejecución de las obras. Otro proyecto en el que trabajamos en la ampliación del taller de cerámica. La idea es construir una nueva sala para el dictado de clases y que sea de utilidad a los artesanos permanentes, porque se trata de un lugar que es utilizado por un grupo de mujeres, alrededor de ocho, que elaboran sus productos para comercializarlos. Al taller asisten también a aprender artesanías niños, jóvenes y también adultos. Esta es una enseñanza que llevamos también al paraje San José y colaboramos con el Cuerpo Infantil de Policía. La cerámica local se caracteriza por ser un trabajo manual, en el que se utilizan arcillas de los cerros del municipio. En el caso de parajes como San José o Colte, la arcilla se cuece en hornos rústicos, mientras que en Cachi en hornos eléctricos. Se hacen todo tipo de trabajos, pero especialmente chicos que son los que consumen los turistas, como porta sahumerios, vasos, candelabros, etc. La variedad es muy grande. La localidad, gracias a Dios logró tener turismo todo el año, pero los picos se registran en julio, enero y febrero.
¿A qué mercados acceden los pequeños productores rurales?
El municipio, en forma articulada con la Nación y la Provincia, busca generar mejores condiciones a los pequeños productores rurales, especialmente en dos factores importantes como lo son el riego y la mejora del suelo. Aquí en Cachi la pequeña producción gira en torno al cultivo del pimiento para pimentón, poroto pallar, cebolla, hortalizas en general y alfalfa. También las frutas como manzanas, duraznos y uva, pero este sector depende mucho de las condiciones climáticas y de las heladas que pudieran producirse.
Por otra parte, en estos momentos estamos construyendo un mercadito para pequeños productores y artesanos. El proyecto se financia con la modalidad 70% Nación y 30% municipio, lo que nos permitido comprar los materiales. Sin embargo estamos sufriendo inconvenientes por el aumento de los precios, ya que el proyecto fue presupuestado el año pasado. La Municipalidad aporta, además, el ciento por ciento de la mano de obra. El edificio está ubicado en avenida Güemes y contará con 20 puestos de venta. Hay que tener en cuenta que muchas veces los agricultores salen a vender su pequeña producción a la calle, por ese motivo buscamos ofrecerles un lugar de venta que mejores las condiciones de comercialización.
¿Sienten los efectos de la ausencia del fondo soja?
Sí. Se siente mucho la falta de los fondos soja, porque nos servían muchísimo para ejecutar obras, mantener el parque automotor. Estamos esperando alguna otra ayuda que lo supla. Sin embargo, tratamos se seguir adelante con la obra pública. Es así que encaramos el adoquinado de las calles del pueblo, especialmente la entrada al casco histórico. Este proyecto lo encaramos con fondos municipales, porque ya no contamos con la ayuda del fondo soja.
También construimos cinco viviendas, 15 soluciones habitacionales y 20 núcleos húmedos, tanto en la zona urbana como en la rural. Estamos coordinando con el IPV las entregas, que posiblemente se realicen en noviembre. Otra obra importante es el tendido eléctrico hasta el paraje El Angosto, lo que permitirá a 36 familias del lugar contar con energía eléctrica, un sueño muy anhelado para todos.