Wilfredo Torres Palazzi, un periodista venezolano, está de paso por Salta. Abandonó su país por la crisis política, económica y social y llegó hace unos días a la provincia.
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Wilfredo Torres Palazzi, un periodista venezolano, está de paso por Salta. Abandonó su país por la crisis política, económica y social y llegó hace unos días a la provincia.
El hombre salió de Venezuela en diciembre pasado, "forzado" por la imposibilidad de desempeñarse en el periodismo o como trabajador de prensa institucional debido a la dura confrontación que existe entre el Gobierno y la oposición. El enfrentamiento, dice, llega hasta el punto de que no se puede estar ni en un lugar ni en el otro.
También influyeron en su partida la grave crisis económica que hizo que en cinco años su sueldo, y el de cualquier profesional universitario, pase de 1.800 a 7 dólares mensuales, con lo que era imposible poder sostenerse.
Wilfredo vivía en la ciudad de Mérida, al noroeste del país, donde está el teleférico más alto del mundo. Cuenta que trabajó como director de una radio, en algunos periódicos y dirigió una revista de mercadeo. También se desempeñó como empleado de prensa institucional del Gobierno y fue profesor de la Universidad Católica Cecilio Acosta.
"Hay un ataque entre los que están en el poder con los medios privados. También de la otra parte existe esa confrontación, la gente de la oposición también ataca a los periodistas. El ejercicio del periodismo en Venezuela es una actividad que está muy complicada, los periodistas están en peligro", señaló Wilfredo.
Con 32 años de periodismo en sus espaldas, el venezolano asevera que esta es la "peor" época que le tocó vivir. "Se ha perdido la credibilidad del periodista, la dignidad de la información, cada quien lucha por sus intereses políticos", afirmó.
"Ley mordaza"
Wilfredo cuenta que la profesión comenzó a quedar "relegada a un segundo plano" a partir de 2002 o 2003, cuando hubo un intento de derrocar al entonces presidente Hugo Chávez y se les atribuyó a los medios de comunicación la responsabilidad.
"Desde entonces hay un control del Estado. Se creó una ley de responsabilidad social en radio, prensa escrita, TV y medios electrónicos, y según la Constitución venezolana hay libertad de expresión, pero también hay un artículo que tiene que ver con la responsabilidad de cada persona de lo que dice en los medios, por eso hay temor a decir la verdad", señaló.
Wilfredo Torres Palazzi prosiguió: "Con esta ley mordaza muchos han dejado de trabajar y salieron del país, se habla de más de 700 colegas que se han ido de Venezuela. El miedo a decir la verdad llevó a muchos periodistas a huir del país".
Wilfredo tiene tres hijos y que salieron de Venezuela, "de manera espontánea pero también forzada por la situación económica", agrega.
Así el venezolano comenzó su periplo. Primero se fue a Bogotá -Colombia- a ver a un hijo que también es periodista. Luego pasó por Ecuador y más tarde compartió cuatro meses en Perú con una de sus hijas.
Siguió por Bolivia, donde estuvo poco y ahora está en Salta por unos días. Pronto seguirá camino hacia Uruguay para encontrarse con su tercera hija, con quien se quedará un largo tiempo.
"Dejé a mi familia, como la mayoría de los que se fueron, en Venezuela quedaron mi madre, padre y hermanos. Hay un desmembramiento literalmente de las familias", se lamentó.
Consultado sobre si tiene esperanzas de regresar a su país, no dudó ni un instante. "Sí, por supuesto. No hay mal que dure 100 años y cuando el país mejore estaremos allá otra vez en la docencia, en los medios de comunicación y luchando, porque hay que luchar por el verdadero ejercicio de nuestra profesión", expresó.
Con respecto a cómo se siente, el periodista venezolano admitió: "Cuando viajé como turista, disfrutaba. Ahora la cosa es diferente porque no me siento un turista. Admiro la belleza de cada país que visito, su gente, su amabilidad, pero desde una perspectiva muy diferente porque uno siempre lleva ese dolor del migrante".
Wilfredo dice que siente mucha tristeza e impotencia cuando se encuentra con un compatriota trabajando en otro país en condiciones precarias, viviendo en un cuarto solo con un colchón, comiendo una o dos veces al día. "Eso lo he visto en muchas partes y me pone mal, pero siempre con fortaleza porque hay que tener una actitud positiva para salir adelante", manifestó.
Por último, el periodista pidió a las autoridades nacionales que le permitan a los venezolanos extender su permanencia en el país, como lo hizo Perú en su momento, para poder permanecer de manera legal y trabajar.
En Salta se está alojando en el hotel del Círculo de Oficiales, en Juramento 37, gracias a Marcelo Agero Urquiza, un policía salteño al que conoció por medio de una amiga.