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"Los abusos se trasladaron al norte"

El exnovicio ratificó las acusaciones contra el sacerdote Rosa Torino.
Viernes, 19 de octubre de 2018 02:35

Respeto a su experiencia en Salta, el exnovicio dijo que apenas llegó le contó al sacerdote Rosa Torino los abusos que había sufrido por parte de Parma. "Me pidió por favor que nunca nadie sepa lo que me pasó, que resguarde el nombre del instituto y que cuide el nombre de Parma, que simplemente era una debilidad, que perdone y que olvide todo", recordó indignado.

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Respeto a su experiencia en Salta, el exnovicio dijo que apenas llegó le contó al sacerdote Rosa Torino los abusos que había sufrido por parte de Parma. "Me pidió por favor que nunca nadie sepa lo que me pasó, que resguarde el nombre del instituto y que cuide el nombre de Parma, que simplemente era una debilidad, que perdone y que olvide todo", recordó indignado.

Indicó que la situación se agravó porque los abusos que sufrió en el sur se trasladaron al norte. Un día fue a ver a Rosa para insistir en su pedido de regresar a su casa en Buenos Aires. También le explicó que necesitaba ir al médico por unas escoriaciones que le habían aparecido en la ingle. "Me comentó que él sabía mucho de medicina y que le gustaría ver mi zona afectada. Nuevamente me sentí abusado porque fui sometido a tocamientos en las partes íntimas", refirió.

Acorralado por esta situación, el joven que hoy tiene 24 años, se escapó de la congregación. El no haber tenido su documentación personal, hacía más difícil el regreso. "Cuando ingresas a la comunidad ellos te retienen el DNI, la libreta sanitaria, todo. Me sentía preso, siempre tenía que pasar por alguien la decisión de hasta de ir al baño", señaló.

Alejado de la congregación, las noches de desvelo y llantos sin explicación, fueron encontrando un camino de "sanación", buscar a los culpables. Animado por la denuncia penal y pública que en el 2016 hizo su excompañero Yair, decidió denunciarlo.

También lo empujó una carta que el sacerdote Parma le envió a un retiro espiritual. "Cuando leí que él pide perdón pensé por qué pedía perdón. Si él decía no ser culpable de nada, ahí empecé a darme cuenta que la culpa yo no la tenía, y que había sido abusado", expresó. La denuncia penal contra sus dos abusadores avanzan. La de Rosa Torino, en Salta, que fue elevada a juicio por la fiscal Luján Sodero. Mientras que la de Parma está en manos de la justicia de Santa Cruz.

Parma fue detenido en Tucumán, aunque antes se paseó impunemente por Europa, a pesar que ya pesaban sobre él las denuncias de abuso. "La Iglesia ayudó a que esto se dilate mucho más. Me enteré que le pagaron los pasajes para ir boyando, y uno se siente frustrado porque tanto esfuerzo, volver a meter el dedo en la llaga para nada porque nunca hicieron nada", se lamentó el joven que continúa vinculado a la iglesia, lo cual lo interpreta como un mayor compromiso.

 

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