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El precio de la carne aumentó más del 12 por ciento en apenas un mes

Los productos de almacén se encarecieron un 9,29 por ciento. La canasta básica total de septiembre tiene un valor de 21.544,47 pesos: más del doble del salario mínimo, vital y móvil.
Sabado, 20 de octubre de 2018 01:17

Un salario mínimo vital y móvil (SMVM), de 10.700 pesos no alcanza para cubrir la mitad de la canasta básica total (CBT) de septiembre, que cuesta 21.544 pesos para una familia tipo, de dos adultos y dos niños, según el índice barrial de precios que realizó el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci). La carne es el producto que más aumentó y se volvió inalcanzable para gran parte de los hogares.

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Un salario mínimo vital y móvil (SMVM), de 10.700 pesos no alcanza para cubrir la mitad de la canasta básica total (CBT) de septiembre, que cuesta 21.544 pesos para una familia tipo, de dos adultos y dos niños, según el índice barrial de precios que realizó el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci). La carne es el producto que más aumentó y se volvió inalcanzable para gran parte de los hogares.

Los hogares en los que no se pueden cubrir los costos de la CBT se encuentran por debajo de la línea de pobreza.

El salario mínimo vital y móvil a partir del 1 de septiembre está en 10.700 pesos. Con este monto se puede cubrir solo el 49 por ciento de la canasta básica total. En el caso de los jubilados, que cobran la mínima de 8.200 pesos, pueden comprar apenas un 38 por ciento, según explicó el director del Isepci, Federico Maigua.

La CBT incluye alimentos, más otros gastos, como servicios, transporte y vestimenta, pero no abarca alquiler ni cuota de colegios. Esta canasta aumentó un 9,44 por ciento, ya que en agosto costaba 19.685,66 pesos, es decir, 1.858,81 menos.

En tanto la canasta básica de alimentos (CBA) tiene un valor de 8.617,79 pesos para una familia tipo. La situación es peor para las familias que no pueden cubrir estos gastos, ya que se encuentran debajo de la línea de indigencia.

Según el estudio, aumentó el mismo porcentaje que la CBT, puesto que en agosto tenía un valor de 7.874,26 pesos, es decir, 743,53 menos.

"Tras el relevamiento observamos que en septiembre, en Salta, hubo una variación de precios, inflación, del 9,44 por ciento de la canasta básica de alimentos y la canasta básica total. Es un numero muy alto que desde enero a septiembre tengamos una inflación acumulada del 39 por ciento, que es un número superior a la meta que se había fijado el Gobierno Nacional", puntualizó Maigua.

La variación interanual de la CBA es de 50,44 por ciento y la de la CBT, en tanto, del 54,24 por ciento, mientras que la variación anual acumulada en el 2018 es de 39,28 por ciento para la CBA y de 38,72 por ciento para la CBT.

Rubro carnicería

Los productos del rubro carnicería son los que más aumentaron de precio: un 12,85 por ciento. Luego siguen los artículos de almacén, con 9,29 por ciento y finalmente las verduras, con un 3,57 por ciento.

"Sucedió lo que no había ocurrido en meses anteriores. La suba de la carne representó un aumento de casi el 13 por ciento. Es la primera vez en el año que constituye el rubro que más aumenta", sostuvo Maigua.

La merluza subió un 20,83 por ciento. El kilo costaba 120 pesos en agosto y aumentó a 145 en septiembre. El pollo también subió un 20 por ciento. En agosto costaba 50 pesos el kilo y al mes siguiente aumentó 10 pesos. Con relación a la carne vacuna, el blando común es uno de los cortes más caros. En agosto salía 140 pesos el kilo y en septiembre ya costaba 160.

Con respecto al rubro almacén, hay alimentos que presentaron subas importantes, tales como la sal fina, que en agosto costaba seis pesos y ahora ocho. El arroz y la harina se incrementaron en un 25 por ciento. En agosto costaban 20 pesos y al mes siguiente 25. Con el medio kilo de fideos guiseros ocurrió lo mismo.

El precio del litro de leche se mantuvo. Cuesta 25 pesos.

Para el estudio se relevan más de 250 almacenes, carnicerías y verdulerías barriales. Se toman los precios de los productos más baratos de la góndola, independientemente de la marca.

En cuanto a las verduras y frutas, lo más costoso es el kilo de papa, la mandarina y la banana. Sus precios subieron entre un 20 a 25 por ciento. El kilo de manzana subió un 12,50 por ciento, alrededor de cinco pesos más el kilo. Actualmente puede costar 45 pesos o más.

Proyección

"En lo que va del año tenemos una inflación acumulada del 39 por ciento. Si hacemos una proyección a fin de año, seguramente un 45 por ciento vamos a tener y uno compara con otras consultoras e institutos y hacemos las mismas estimaciones. El Gobierno nacional en primer lugar se había fijado una meta del 10 por ciento de inflación para este año, después a fines de diciembre la aumentó a un 15 por ciento. Este año, en abril la amplió a un 27 por ciento y ahora directamente no hay novedades porque realmente no hay política inflacionaria que al gobierno le funcione. Los precios siguen aumentando y no hay control", recalcó Maigua.

La política antiinflacionaria "no puede consistir en ajustar el bolsillo de los trabajadores, porque desde la ortodoxia se habla de eso, de retirar dinero de la calle para que se consuma menos y que al consumir menos no aumenten tanto los precios, pero quienes pagan las consecuencias de ese ajuste son los sectores populares", aseguró.

Las decisiones económicas "dependen del gobierno nacional y son ellos quienes tienen la responsabilidad de asumir este momento. En realidad, cuando hay inflación el traslado de la poca plata que uno tiene va a los sectores que concentran el poder económico, entonces si te aumentan la tarifa, el combustible, esto después incide en todos los productos de bienes y servicios que se consumen en los hogares", agregó.

"Considero que el gobierno tendría que controlar esas subas para que no aumente la energía eléctrica, el gas, el combustible, y de esa manera se puede controlar un poco la inflación, pero pareciera que para ellos a quien hay que controlar es a los consumidores y no es así. No han acertado una sola estimación inflacionaria y eso es una responsabilidad de ellos", dijo Maigua.

También recalcó la compleja situación para los jubilados. "Según estimaciones de distintas consultoras, la canasta básica total para un hogar compuesto por jubilados cuesta un 14 por ciento más de la CBT que se mide siempre. Entonces se les hace mucho más cuesta arriba cubrir esos gastos, que incluyen medicamentos y otros gastos de salud", finalizó el director del Isepci.

 

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