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Caso Yanina y Luján: El doble homicidio fue abonado por un agricultor

El hombre declaró que las huellas que cruzaban su campo fueron furtivas.La precisión de su tiempo encaja con la hora de muertes de Luján y Yanina.
Lunes, 22 de octubre de 2018 02:40

La verdad sobre la muerte de las dos adolescentes ya no está en el nudo de la novela, sino en su tramo final o desenlace.

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La verdad sobre la muerte de las dos adolescentes ya no está en el nudo de la novela, sino en su tramo final o desenlace.

Así lo dejó entrever una declaración reveladora que realizó un testigo clave, quien en su ponencia bajo juramento de decir verdad, absolutamente verdad, a riesgo de perder su libertad, aseguró sin ambages que ni en la mañana ni en la tarde del día del hallazgo de los cuerpos de Luján Peñalva y Yanina Nuesch ningún vehículo oficial había trabajado del lado de los potreros arados y listos para la siembra.

El dato, aunque parezca menor, abre una grieta enorme en la investigación del caso, ya demolido en parte por la pericia mecánica de las muertes, que no pudo probarse ni siquiera modificando las alturas consignadas en el expediente, alguna vez archivado y hoy un libro de verdad abierto para la investigación.

Fuentes de la familia Peñalva, que tuvo acceso a la declaración de Hugo Alejandro Ibarra, dijo ayer que el 5 de octubre quedó rubricada su declaración y en la misma dejó en claro que las huellas de dos camionetas que se ven en las fotografías aéreas tomadas en la mañana siguiente al hallazgo de los cuerpos sin vida no pertenecen a vehículos de su propiedad, pero además aclara que los surcos ya hechos, con las pendientes hídricas medidas, no podían ser destruidos, porque significaba tener que volver a pasar las máquinas y sobre todo el cincel.

Ibarra dijo que en la tarde noche del día del hallazgo nadie ingresó a su finca por el lado de Cerrilos, sino por el lado norte del río Ancho.

 

Para los querellantes, las declaraciones precisas de Ibarra demolieron otro de los pilares que impiden llegar a la verdad real de los hechos y lamentablemente abren otra ronda de revisar in situ y periciar el rastrojo en la misma posición que las huellas fotográficas lo indican y determinar si fueron uno o dos los vehículos que estuvieron la noche del domingo 15 de julio de 2012 en el lugar.

Si fuera así quedaría probado que se impostó el doble suicidio adolescente y daría lugar a la verdad, la que sostiene científicamente que se trató de un doble homicidio con numerosos partícipes necesarios. Con encubridores, además de quienes materialmente lo concretaron.

Muchos

Tal como están planteadas las cosas en estos momentos, la estructura de la investigación oficial ya fue destruida científicamente, aunque parece que la estructura formal y burocrática que la sostuvo aún continúa intacta. Para el papá de una de las supuestas víctimas "el doble crimen fue posible solo con el acuerdo de muchas personas, y la verdad de la muerte de estas dos mujeres, de estas dos adolescentes, de mi hija (dijo Gustavo Peñalva) y de su amiga, nada tuvo que ver el desamor e historias que se inventaron para lograr hacer creer lo que nunca sucedió", afirmó en su tiempo y ahora tomó mucha actualidad.

El caso

El lunes 16 de julio de 2012, en la tarde noche, la provincia de Salta se conmovió por la muerte de Yanina Nesch y Luján Peñalva.

Pero aún se conmovió mucho más cuando las principales autoridades de la provincia sin tener certezas de nada anunciaron la causa de las muertes e inclusive sugirieron el móvil del doble pacto suicida.

Las dos amigas, de 16 y 19 años, habían desaparecido dos días antes y la búsqueda de las mismas fue verdaderamente masiva, de parte de sus familiares pero también de los ciudadanos ya golpeados el año anterior por la muerte de otras dos mujeres, en circunstancias que sembraron muchas dudas, entonces, y hoy cosechan certezas que escandalizan, aunque las mismas sean cosa juzgada.

 

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