¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
29 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Sin salida, remiseros extreman la protesta

Dos conductores amenazan quemarse a lo bonzo frente a la Legislatura.
Martes, 23 de octubre de 2018 03:04

La desesperación llevó a dos remiseros encadenados frente a la Legislatura hasta amenazar con atentar contra sus vidas. Sin trabajo y con ninguna autoridad que les brinde soluciones, sostienen que tiene poco que perder. Con bidones con nafta en sus manos, Carlos Escalante y Gonzalo Sánchez llegaron al extremo de anunciar ayer que se quemarán a lo bonzo si es que no hay respuestas a sus reclamos por los contratos leoninos que denuncian de los dueños de las agencias de remís.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La desesperación llevó a dos remiseros encadenados frente a la Legislatura hasta amenazar con atentar contra sus vidas. Sin trabajo y con ninguna autoridad que les brinde soluciones, sostienen que tiene poco que perder. Con bidones con nafta en sus manos, Carlos Escalante y Gonzalo Sánchez llegaron al extremo de anunciar ayer que se quemarán a lo bonzo si es que no hay respuestas a sus reclamos por los contratos leoninos que denuncian de los dueños de las agencias de remís.

El martes pasado iniciaron, junto a otros trabajadores del volante, la protesta sobre la vereda del edificio de calle Mitre, la que cortan dos veces al día en los horarios pico. Algunos se encadenaron a sus autos y una pareja, la mujer embarazada, inició una huelga de hambre que finalizó el domingo. Aun así nadie les brindó siquiera una promesa de una posible solución.

La medida de fuerza está amparada por la Unión de Choferes de Remises y Afines de Salta (Ucras), una organización creada recientemente con el principal objetivo de que las 1.700 licencias de remises disponibles se distribuyan de manera individual entre los choferes y dejen de concentrarse en las cerca de 50 agencias que existen en la capital salteña.

El reclamo de los conductores de remises es simple y lleva años. Deben pagar para trabajar un monto que supera hasta siete veces lo que estipulan los contratos laborales que firman con las remiseras. Esos convenios establecen que la tarifa diaria que deberían pagar a los agencieros es de $50, pero en la realidad les cobran entre 300 a 350 pesos por día y sin ningún tipo de beneficio previsional.

La situación es pública y la conocen diputados, concejales, funcionarios y principalmente la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT), desde donde poco se hizo para revertir el abuso que padecen los remiseros. Incluso el titular de la AMT, Federico Hanne, insistió en los últimos días en tratar de minimizar la protesta y sostuvo que los manifestantes de la Legislatura pertenecen a un sector "minoritario". Las innumerables y nutridas marchas de remiseros que se hicieron en la ciudad por el mismo reclamo parecen contradecirlo.

Los dos trabajadores que amenazan con incendiarse perdieron sus licencias hace unas semanas porque los dueños de las agencias donde trabajaban se las dieron de baja.

"Le dije al dueño que le iba a pagar lo que dice el contrato, que son 1.500 pesos por mes, pero no quiso. Dijo vos me pagas los 8.500 pesos que me corresponde o si no te doy de baja", recordó a El Tribuno Gonzalo Sánchez y denunció que desde la AMT nunca le notificaron la pérdida de la licencia.

Algo parecido le ocurrió a Carlos Escalante, a quien agentes viales le quitaron el auto mientras trabajaba porque la AMT anuló la licencia de su vehículo sin avisarle.

"El auto fue secuestrado el 20 de septiembre y la notificación que le dieron de baja recién me llegó el 8 de este mes", denunció el conductor.

Los dos trabajadores relataron que, como todos sus colegas, tienen que trabajar 12 horas o más por día para poder pagar el alquiler de las licencias, el combustible, los gastos de mantenimiento del auto y poder llevarse algo de dinero solo para subsistir.

Un negocio redondo

Con pocos riesgos de pérdidas económicas y una ínfima estructura, el dueño de una remisera obtiene pingües ganancias.
Según denuncian desde Ucras, por el alquiler de 30 licencias un agenciero puede obtener al menos $270.000 mensuales.
Tiene que invertir, en algunos casos, en la playa para los autos, un baño, que en la mayoría de los casos es precario, y pagar el sueldo a quienes atienden los llamados de los clientes. 
Un negocio redondo del que pocos tienen el privilegio de participar.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD