El único imputado por el crimen de Jessica González se encuentra en estos momentos en una celda compartida de la Alcaidía Judicial, tras haber superado las lesiones que se autoprovocó para camuflar un crimen.
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El único imputado por el crimen de Jessica González se encuentra en estos momentos en una celda compartida de la Alcaidía Judicial, tras haber superado las lesiones que se autoprovocó para camuflar un crimen.
Raúl Antonio Pérez, quien permanecía internado en el hospital San Bernardo tras el homicidio, fue dado de alta ayer y fue trasladado a la Alcaidía.
Se encuentra imputado por el delito de homicidio calificado por mediar violencia de género y ya se le dictó la prisión preventiva.
El fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Pablo Paz, en el marco de la investigación que lleva adelante por el homicidio de Jessica Norma González, informó que ayer recibió el alta el imputado Raúl Pérez, quien permanecía internado en el hospital San Bernardo desde el pasado 21 de septiembre.
Al encontrarse restablecido en su estado de salud, Pérez fue trasladado a Ciudad Judicial, donde se realizaron los trámites pertinentes para ser alojado en la Alcaidía general.
Cabe recordar que Pérez fue imputado el 27 de setiembre en el nosocomio por el hecho y que el Juzgado de Garantías 7 hizo lugar al pedido de prisión preventiva realizado por el fiscal.
El caso
Jéssica Norma González tenía 39 años y estudiaba abogacía y escribanía. La joven fue hallada sin vida en una habitación de un albergue transitorio, junto a ella se encontraba Raúl Pérez gravemente herido, con lesiones que se había producido él mismo. Al parecer, el sujeto había asesinado a la mujer y luego intentó camuflar la escena con un intento de suicidio o hacer parecer que hubo una pelea de pareja.
Los investigadores no encontraron ningún tipo de vínculo sentimental entre la víctima y el presunto victimario, por lo que piensan que fue raptada y llevada a la fuerza al motel. El agresor la había conocido en una iglesia, en la cual la mujer colaboraba, a la que se acercó a pedir ayuda porque tenía antecedentes por violencia de género.
El criminal ingresó con su auto con vidrios polarizados al motel a las 20.
En el interior iban Raúl Pérez y la víctima, quien habría estado herida en ese momento, situación que no fue advertida por el recepcionista.
Lo demás fue una impostación del criminal.