"En ningún momento nos hemos planteado la posibilidad de derrumbar o demoler la capilla, eso es una falacia que los mismos sectores antiderechos están haciendo circular por los medios, siempre hicieron lo mismo con todas las discusiones sobre ampliación de derechos en la Argentina", aclaró Marce Butiérrez, estudiante de la carrera de Antropología y referente de la secretaría de Género y Disidencia Sexual de la facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta, en referencia a la nueva polémica que se desató por la capilla en la UNSa.
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"En ningún momento nos hemos planteado la posibilidad de derrumbar o demoler la capilla, eso es una falacia que los mismos sectores antiderechos están haciendo circular por los medios, siempre hicieron lo mismo con todas las discusiones sobre ampliación de derechos en la Argentina", aclaró Marce Butiérrez, estudiante de la carrera de Antropología y referente de la secretaría de Género y Disidencia Sexual de la facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta, en referencia a la nueva polémica que se desató por la capilla en la UNSa.
De acuerdo a la convocatoria que circulaba por las redes y grupos de Whatsapp, los que cuestionan la existencia del templo en la universidad se juntarían para tirar abajo el histórico edificio. Pero, Butiérrez se encargó de echar por tierra esos dichos y ayer por la tarde ambos sectores se pudieron expresar a favor y en contra de forma pacífica.
Estaba nublado y lloviznaba de a ratos. En las puertas de la capilla, un grupo de fieles autoconvocados, no todos pertenecían a la UNSa, rezaba el rosario a la Virgen. Unos metros más allá, estudiantes, en su mayoría de la facultad de Humanidades, instalaron un gacebo naranja y se manifestaron por la separación de la Iglesia del Estado, una lucha que se reavivó tras el debate del aborto y que ahora cobró fuerzas ante el rechazo de los grupos provida de que se reforme la ley de educación sexual integral en las escuelas. En el medio, el escándalo de varios curas acusados de supuestos abusos sexuales.
Patricia Leiva Varela, representante local de la organización "Defensores de los templos argentinos", con su pañuelo celeste en el cuello, manifestó: "Estamos acá para abrazar la capilla, para evitar que sea tocada, escrita o violentada. La casa de Dios no se viola, la casa de Dios es intocable. Si dejamos los católicos que violen la casa de Dios ¿qué nos queda?". Patricia apuntó contra los "proaborto"de querer demoler la capilla, algo que dice que le dijeron.
Butiérrez, por su parte, contó que se está impulsando un proyecto de resolución que sería presentado el martes 6 de noviembre ante las autoridades de Humanidades, con la intención de que esta lo eleve al Consejo Superior, que se forme una comisión de investigación sobre cómo se originó la capilla, con qué fondos, cuál es la injerencia de la Iglesia en los programas de estudio y también para que se revea el uso de la capilla. "Queremos que todo eso se exponga en una asamblea universitaria y que se decida el futuro del edificio, si la mayoría de las personas quieren conservar la capilla aceptaremos la decisión pero nos parece justo dar el debate y que la decisión se tome democráticamente", dijo. Afirmó que la UNSa es la única universidad pública del país que tiene una capilla católica, lo cual, a su consideración, viola la autonomía universitaria.
Cámaras de seguridad
Estudiantes de la UNSa cuestionaron que el jueves último se colocaron cámaras de seguridad en el frente de la capilla. “No sabemos quién pagó, por qué el personal de Obras y Servicios vino a instalarlas, no sabemos quién mira las imágenes, lo cual es violatorio a la intimidad de las personas y a la autonomía universitaria”, se planteó en el marco de la charla debate y pañuelazo.