Once años cumple la manifestación de fe denominada "La Noche Blanca de Todos los Santos", cuya misión es preservar la tradición del legado católico en las comunidades de Salta. Comenzó para contrarrestar las celebraciones de Halloween y Noche de Brujas, con convocatorias multitudinarias en diferentes pueblos del Valle de Lerma, Salta capital y de otras provincias del norte argentino.
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Once años cumple la manifestación de fe denominada "La Noche Blanca de Todos los Santos", cuya misión es preservar la tradición del legado católico en las comunidades de Salta. Comenzó para contrarrestar las celebraciones de Halloween y Noche de Brujas, con convocatorias multitudinarias en diferentes pueblos del Valle de Lerma, Salta capital y de otras provincias del norte argentino.
Este año la marcha católica en Rosario de Lerma se replica en La Silleta, Campo Quijano y La Merced. Bajo el lema "Alégrense", exhortación apostólica del papa Francisco, los invitados deberán estar ataviados de color blanco o representando la figura de algún personaje emblemático de cultura cristiana. Así es como diferentes grupos parroquiales e instituciones del medio han comprometido su asistencia a esta nueva marcha blanca. Familias completas han decidido ser partícipes de esta movida que no tiene otra finalidad que, por medio de la alegría, "regocijarse ante el encuentro con Cristo", rezas uno de los eslogan del movimiento.
"Son 11 años de realizar esta marcha de la familia, es una forma de darle continuidad a esta tradición fomentando los valores. Siempre lo hicimos así. No estamos demostrando fuerza a nadie. El que se quiera vestir de diablo o algún personaje pagano, está en su derecho. Nosotros inculcamos en saber de la vida de cada hombre y mujer que fue motivo de seguir su ejemplo", resaltó Verónica Quispe, miembro de la organización de esta nueva convocatoria.
La marcha se iniciará en la capilla de barrio San Jorge, a las 18.30, hoy, al sur de esta ciudad. Primero será una misa y luego la caminata hacia el norte de la ciudad. Las calles serán adornadas con los colores de la bandera pontificia, amarilla y blanca.
Un sonido enorme acompañará la marcha entre medio de cánticos y alabanzas.
Al final del recorrido se llegará a la capilla de la Virgen de Lourdes, en barrio Rosario. Allí el festejo continuará con sorteos y regalos.
"Siempre hemos cambiado el recorrido en los barrios de Rosario de Lerma. Este año no será la excepción. Uniremos el sur con el norte. Sabemos que esta experiencia se multiplica en todos los lugares de nuestra nación. Es tomar conciencia de saber que todos estamos llamados a la santidad. Por lo tanto es importante ser dóciles a la acción del Espíritu Santo", contó Quispe.
Sobre los acontecimientos mediáticos que salieron a la luz desde Rosario de Lerma, que ensombrecen el accionar de algunos integrantes de la Iglesia Católica, la referente de la organización de "La Noche Blanca de Todos los Santos" dio su punto de vista: "Nosotros seguimos adelante con nuestro mensaje, transmitiendo la palabra de Dios. Nada tiene que ver una cosa con la otra. No podemos confundir o manchar el trabajo de la comunidad católica; si pasó algo, que lo resuelva la Justicia. Nada va a cambiar nuestra fe".
En La Silleta y Campo Quijano
En Campo Quijano la convocatoria es a las 19.30 con misa y posterior marcha por las calles del pueblo. La parroquia Santiago Apóstol será el punto de partida en esta comunidad. La Vicaría Inmaculada Concepción de La Silleta invita a toda la comunidad a participar de la 7ª Noche Blanca de Todos los Santos. La misma se realizará hoy desde las 19. La marcha se iniciará en la entrada del pueblo silletano y desde allí se dirigirán hacia la capilla Inmaculada Concepción por la calle San Martín. Invitan a todos a vestirse de blanco o representando a algún santo. Habrá premios a la mejor caracterización y a la mejor hinchada.
El evento se realiza con la inquietud de crear una alternativa diferente para los niños, jóvenes y sus respectivas familias en torno de la Noche de Brujas.
Orígenes de la fiesta
Ya en el siglo VI A.C., los celtas del norte de Europa celebraban la noche del 31 en la que el dios de la muerte permitía a los difuntos retornar a la tierra, fomentando un ambiente de terror.
Cuando los pueblos celtas fueron cristianizados, las creencias cristianas se mezclaran con las antiguas supersticiones de la muerte.
Con la llegada de algunos irlandeses a Estados Unidos, se introdujo el Halloween, que llegó a ser parte del folclore norteamericano. Luego, con los aportes culturales de otros migrantes, se introdujo la creencia de las brujas, fantasmas, duendes, drácula y diversos monstruos. Más adelante esta celebración pagana se propagó a todo el mundo y hoy es tradicional, aun en muchos pueblos de Latinoamérica.