El reconocido Silvio Rodríguez actuó en un nuevo recital gratuito, de esos típicos que brinda en los barrios de La Habana, en Cuba; salvo que esta vez se realizó en la ciudad de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires, y con al menos 100 mil espectadores que se encendieron con la trova que arengó la solidaridad en contra del bloqueo.
El acontecimiento fue impulsado por Espacio de la Fraternidad Argentino Cubana (EFAC) y organizado por la Municipalidad de Avellaneda. Se realizó el domingo último y contó además con teloneros de lujo. Emiliano del Río, la tanguera local Patricia Malanca, el folklorista Bruno Arias y la cantante venezolana Cecilia Todd le dieron el aroma latinoamericano.
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El reconocido Silvio Rodríguez actuó en un nuevo recital gratuito, de esos típicos que brinda en los barrios de La Habana, en Cuba; salvo que esta vez se realizó en la ciudad de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires, y con al menos 100 mil espectadores que se encendieron con la trova que arengó la solidaridad en contra del bloqueo.
El acontecimiento fue impulsado por Espacio de la Fraternidad Argentino Cubana (EFAC) y organizado por la Municipalidad de Avellaneda. Se realizó el domingo último y contó además con teloneros de lujo. Emiliano del Río, la tanguera local Patricia Malanca, el folklorista Bruno Arias y la cantante venezolana Cecilia Todd le dieron el aroma latinoamericano.
Visitantes
También se acercaron figuras de la política y la cultura como las Madres de Plaza de Mayo Taty Almeida y Nora Cortiñas; el cineasta Tristán Bauer; el intelectual Atilio Borón y el actor Juan Palomino, entre otros.
El Municipio, a cargo de Jorge Ferraresi, y por medio de su secretaria de Cultura Victoria Onetto, invitaron a El Tribuno a estar presente en el espectáculo donde la poesía profunda, la excelsa melodía, el pensamiento latinoamericano y un color de voz intacto se amalgamaron con la multitud que esperó desde temprano, que respetó el silencio y que se retiró en completa sintonía con lo que pregona el trovador cubano.
Fue una tarde y una parte de la noche con canciones cargadas de ideología como Yo te quiero libre, Judith, Tu soledad me abriga la garganta, De la ausencia y de tí, Óleo de una mujer con sombrero, Quien fuera, La maza, Tonada del albedrío, Te doy una canción, Rabo de nube, Te amaré, Viene la cosa, El necio, Pequeña serenata diurna y Ojalá, entre otras.
La ovación se desató cuando dedicó la canción La gaviota a los excombatientes del conflicto bélico de las islas Malvinas. De manera ecuménica, ese universo se inundó de pañuelos verdes cuando el juglar entonó Eva.
Cuando subió al escenario, el cubano prometió dar el mismo concierto de su gira 2018, aunque “quizás un poquito mejor”. Cumplió con su promesa y completó más de dos horas y media con un sonido más que aceptable y con una yapa de bises fuera de la lista de sus presentaciones anteriores ante un público conmovido por la gran sintonía que hubo con el artista.
Espacio Simbólico
Sin dudas, que estos tiempos de coyuntura política, y con la falta de espectáculos públicos, gratuitos y de libre acceso, el recital de Silvio Rodríguez brindó el espacio simbólico para fondear tensiones, descargar arengas y quizás develar la nostalgias de un tiempo que se fue, que lucha por volver, y que el domingo se planteó en términos de “batalla cultural”.
En ese contexto, la impronta política se tradujo en cánticos de un eferveciente público que reivindicó el saludo del pueblo argentino al cubano y se pronunció en contra del Gobierno nacional.