"No existe una sociedad que pueda progresar sin un periodismo independiente". El presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Gustavo Mohme, aspira a que la Asamblea Anual de Salta se configure como "una nueva Chapultepec". Director de La República en Perú, conoció la fobia antiperiodística de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Dos dictadores. En esos tiempos, en México, se firmó la Declaración de Chapultepec, en el marco de la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión, con una serie de principios sobre credibilidad, libertad, censura, y obligaciones de Estados y periodismo para garantizar el derecho a la información.
inicia sesión o regístrate.
"No existe una sociedad que pueda progresar sin un periodismo independiente". El presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Gustavo Mohme, aspira a que la Asamblea Anual de Salta se configure como "una nueva Chapultepec". Director de La República en Perú, conoció la fobia antiperiodística de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Dos dictadores. En esos tiempos, en México, se firmó la Declaración de Chapultepec, en el marco de la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión, con una serie de principios sobre credibilidad, libertad, censura, y obligaciones de Estados y periodismo para garantizar el derecho a la información.
Entre el 19 y el 22 de octubre se realizará en Salta la 74ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa , con el diario El Tribuno como anfitrión y la participación de Adepa en la organización general.
La transformación del periodismo provocada por la tecnología digital introdujo novedades: las fake news, el "derecho al olvido", redes, privacidad y flujo informativo, por ejemplo. En Salta, en pocos días, la declaración buscará establecer reglas de libertad y responsabilidad.
Qué es Chapultepec
En 1994, tras la implosión soviética, la declaración de Chapultepec aseguraba que "América puede ver su futuro afincada en la democracia. La apertura política ha ganado terreno. Los ciudadanos tienen mayor conciencia de sus derechos". Tras describir los obstáculos que aparecerían en la construcción democrática añade que "es deber de quienes vivimos en este hemisferio, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, consolidar la vigencia de las libertades públicas y los derechos humanos". La declaración asocia de manera indeleble periodismo serio y democracia. "Solo mediante la libre expresión y circulación de ideas, la búsqueda y difusión de informaciones, la posibilidad de indagar y cuestionar, de coincidir y discrepar, de publicar y transmitir, es posible mantener una sociedad libre... Por esto, rechazamos a quienes postulan que libertad y progreso, libertad y orden, libertad y estabilidad, libertad y justicia, libertad y gobernabilidad, son valores contrapuestos".
También acota: "La existencia de la libertad de prensa no garantiza la práctica irrestricta de la libertad de expresión. Pero constituye la mejor posibilidad de alcanzarla...".
Pasados 24 años, parece haber transcurrido un siglo. El paso de las Olivetti al imperio de Internet lo recorrieron la mayoría de los periodistas en actividad, y los que no lo vivieron, lo saben o lo imaginan.
Ese flujo extraordinario de información requiere nuevas normas éticas y organizativas. La libertad tiene un correlato, que es la responsabilidad de informar, formar y colaborar en la construcción de una opinión pública madura y dinámica. Las nuevas plataformas exigen paradigmas de la era digital.
.