Con el pañuelo rosa al cuello para reclamar por la sanción la ley nacional de cupo laboral travesti y trans, cientos de salteños y salteñas se sumaron ayer a la marcha del orgullo gay y la diversidad LGBTIQ. Desde todos los rincones de la ciudad y también desde el interior provincial llegaron grupos de personas para manifestarse.
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Con el pañuelo rosa al cuello para reclamar por la sanción la ley nacional de cupo laboral travesti y trans, cientos de salteños y salteñas se sumaron ayer a la marcha del orgullo gay y la diversidad LGBTIQ. Desde todos los rincones de la ciudad y también desde el interior provincial llegaron grupos de personas para manifestarse.
Adultos, jóvenes y adolescentes desplegaron banderas y se pintaron la cara con los colores del arco iris. La música no dejó de sonar por los parlantes y en los carteles se expresó el pedido unánime, a nivel nacional, por el cupo laboral, la aplicación de la educación sexual integral y la separación del Estado de la Iglesia Católica.
La columna de manifestantes abarcó más de tres cuadras y, según expresaron los organizadores, se logró convocar a más de 3 mil personas.
En la primera fila de la marcha, junto a un grupo de amigos y agitando su bandera multicolor, El Tribuno encontró a Marcelo Vargas, de 21 años, que participó de la convocatoria por primera vez. Durante su encuentro con este medio, contó que hace poco formó pareja y tomó conciencia de la problemática que enfrenta la comunidad gay.
"Queremos que nos vean como gente común que quiere vivir a su manera", contó Viviana, una chica trans que vive en Campo Santo. Con 50 años, Viviana es peluquera y destacó que no quiere que las nuevas generaciones sean víctimas de discriminación. "Que tengan la posibilidad de ser aceptadas y que no estén más en la calle", afirmó, en apoyo al reclamo por un trabajo digno.
Mariano, de 21 años, también se sumó junto a sus amigos. Su deseo era que los salteños puedan visualizar a la comunidad gay que viven en esta ciudad. "Queremos que nos acepten sin más hipocresías", expresó.
Junto a las organizaciones sociales que marcharon ayer, también estuvo la representante del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, María Pía Ceballos, quien destacó que el sector logró avances sociales importantes, pero remarcó que "todavía falta".
Victoria Liendro, titular del área de la Diversidad Sexual de la Subsecretaría de Políticas de Género, fue una de las encargadas de leer la lista de reclamos para las autoridades y la sociedad en general.
Salta se suma desde hace 15 años a esta convocatoria, que surgió a nivel nacional en 1992 y se celebra el primer sábado de noviembre de cada año, en conmemoración de la creación de "Nuestro Mundo", el primer movimiento por los derechos de la diversidad que hubo en Argentina.