En dos semanas, el 22 y 23 de noviembre, el campo del NOA volverá a replantear su presente y su futuro poniendo el foco de atención en el vínculo de la producción rural con la población urbana.
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En dos semanas, el 22 y 23 de noviembre, el campo del NOA volverá a replantear su presente y su futuro poniendo el foco de atención en el vínculo de la producción rural con la población urbana.
Será en el Congreso Regional del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) que se desarrollará en el Centro de Convenciones y tendrá entre sus expositores al médico Facundo Manes, un convencido de que la riqueza de un país se mide por el capital humano.
También estará la licenciada Paula Molinari, especialista en desarrollo de carreras, gestión de cambios, gestión de talento e innovación, y el experto en procesos de gestión y de cambio Diego Pons.
Tranqueras afuera
La agenda de la reunión coincide con las preocupaciones del campo. "El campo genera el 30 % del empleo en el país; es factor de modernización y desarrollo social a donde llega, pero no logra entablar una relación fluida y constante con la sociedad. No nos sienten parte", dijo el responsable de CREA y del Congreso en la provincia, Ezequiel Vedoya.
Para el dirigente "el congreso es un llamado de atención para nosotros; la realidad nos obliga a dejar la zona de confort y comprometernos con la sociedad a la que pertenecemos", añade, en diálogo con El Tribuno.
Ezequiel Vedoya, coordinador regional: “El movimiento CREA abarca 18 regiones agropecuarias y, desde hace 60 años, se propone mejorar los resultados de sus organizaciones. Trabaja en base a experimentación en diferentes ámbitos -que luego es recopilada procesada, analizada y puesta a disposición de todos los miembros-, mejora en la productividad, cambios tecnológicos. CREA funciona como un banco de pruebas, en donde se buscan, investigan y descubren técnicas sobre necesidades reales”.
El chicotazo
Una encuesta desarrollada por el ingeniero salteño Héctor Iván Rodríguez sonó como un chicotazo. El estudio, consistente en 2000 casos relevados personalmente, se realizó en la ciudad de Salta, Rosario de Lerma, Joaquín V. González, Embarcación, Tartagal, San Miguel de Tucumán y Trancas.
A pesar de la tradición gauchesca de nuestra región, el 43 % arrojó una imagen de la actividad agropecuaria "regular" y solo el 31% la consideró "buena". Más grave: mientras el 36 % consideró que el campo beneficia a la provincia, pero el 24% dijo que solo sirve a los propietarios. El efecto multiplicador y el impacto social del campo no se percibe. La mayoría de los encuestados asoció al campo con la agricultura y la ganadería, con la generación de empleo, la producción y el esfuerzo; pero el 24% lo asoció con "la explotación de los trabajadores", los desmontes (17%) y la contaminación (13%).
La imagen del sector rural, a los ojos de los habitantes urbanos, sigue mostrando a los agricultores con el antiguo arquetipo de los terratenientes, con un perfil depredador.
Esta mala relación del campo con la ciudadanía ya era percibida (por eso encargaron la encuesta).
Los agricultores saben que la demanda futura de alimentos permitirá evolucionar a la actividad, pero, también, que el rol social y el protagonismo económico de la agricultura y la ganadería necesitan superar la mala imagen que proyectan de ellas el ambientalismo y la política. "Pero que nosotros debemos analizar autocríticamente", dice Vedoya.
Esa autocrítica estará presente en el Congreso de la mano de los expertos José Volante y Gregorio Gavier Pizarro (INTA), e Iván Ordóñez, economista especializado en agronegocios.
El rol social
La mala imagen, opinan, debe cambiar, y para eso se necesita estrategia comunicacional. "Es una cuestión de actitud, de entender a los demás y no suponer que los demás nos entienden y piensan como nosotros", dice el dirigente salteño.
El factor humano, la cuestión central
La consigna del Congreso de CREA es "Escuchar para construir". La idea es "generar un espacio de trabajo, abierto a todo público, dónde lo escuchado, lo debatido, lo compartido y lo aprendido, faciliten acciones tendientes a mejorar y potenciar la interacción entre la producción, el ambiente y las personas".
Las exposiciones y paneles se moverán sobre tres ejes fundamentales:
* Las personas en las empresas, "motor de las organizaciones".
* Ambiente y tecnología, "cambiando temor por conocimiento".
* Creando vínculos con la sociedad.
El trabajo rural hoy ha cambiado con respecto a las imágenes tradicionales. Lo mismo ocurre con el concepto de "valor agregado".
La tecnología hace que haya cada vez menos gente en los lotes y más en la central informática.
Pero el trabajo se sigue generando.
"En el campo de hoy, el personal es un socio estratégico; y si eso no se entiende, la empresa no funciona", advierte Vedoya.
Para CREA, el nudo de la inversión pasa por la educación y el tema atraviesa el programa del congreso.
"El agro del futuro necesitará gente con hábitos de trabajo y con idoneidad; el desafío de las instituciones pasa por el vínculo del desarrollo, la educación y el campo", sostiene el dirigente salteño.
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