En el marco de la campaña para erradicar el accionar de personas que conducen en estado de ebriedad, la Policía de la provincia detuvo a dos infractores a la política de seguridad "tolerancia cero" establecida por ley en la provincia. Se trató de un hombre y una mujer, quienes fueron sorprendidos ayer a la mañana, cuando regresaban a sus hogar con un alto contenido etílico, poniendo en riesgo su integridad física y la de terceros.
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En el marco de la campaña para erradicar el accionar de personas que conducen en estado de ebriedad, la Policía de la provincia detuvo a dos infractores a la política de seguridad "tolerancia cero" establecida por ley en la provincia. Se trató de un hombre y una mujer, quienes fueron sorprendidos ayer a la mañana, cuando regresaban a sus hogar con un alto contenido etílico, poniendo en riesgo su integridad física y la de terceros.
Ambos fueron interceptados en zona del microcentro de la ciudad. Los efectivos que intervinieron en el procedimiento solicitaron la presencia de personal de Tránsito municipal, quienes realizaron el test de alcoholemia, los que arrojaron 2,18 y 2,64 gramos de alcohol por litro de sangre.
La primera de las intervenciones se realizó a las 8.30 en la esquina San Martín y peatonal Florida, donde una patrulla de prevención observó a una mujer que presentaba dificultades para iniciar la circulación con el vehículo que conducía, luego de que el semáforo se puso en verde. En medio de los bocinazos, los policías impidieron que continuara con la marcha y cuando le pidieron la documentación comprobaron que la señora despedía abundante olor a alcohol. Con la presencia de personal de Transito se realizó el test, el que arrojó 2,18 de alcohol por litro de sangre. La infractora, de 43 años, fue conducida hasta la seccional policial, donde permaneció dos horas hasta que pudo mantenerse en pie. Regresó a su domicilio en taxi, porque el vehículo quedó secuestrado.
El segundo procedimiento se llevó a cabo a las 10 en las esquina de Pueyrredón y España, donde una patrulla fue desplazada para verificar un automóvil que impactó contra un poste del alumbrado público. En este caso, los efectivos también advirtieron que el conductor de 37 años despedía abundante olor a alcohol. La prueba arrojó 2,64 de alcohol en la sangre. Al parecer, por la borrachera el hombre se quedó dormido y provocó el violento choque. "Por suerte iba despacio, porque de lo contrario la hubiera pasado mal", expresó un informante.
En ambos casos se realizaron las infracciones y la retención de los rodados.