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Dudas, desazón y un duro reclamo de los familiares

Faustino Arjona, papá de uno de los tripulantes, pide que se investigue. El hallazgo del ARA San Juan tuvo un fuerte impacto en todo el país.
Domingo, 18 de noviembre de 2018 00:00

Lo que puede ser un final para algunos, para otros es una nueva etapa o, como para Faustino, es lo mismo. El haber encontrado el submarino, para Faustino Arjona, papá de Ramiro, uno de los tripulantes salteños del ARA San Juan, abre una nueva puerta, pero a más dudas. Las hipótesis van y vienen con el paso de los minutos. "Hasta que no tenga el cuerpo, para mí, mi hijo está vivo", dice firme.

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Lo que puede ser un final para algunos, para otros es una nueva etapa o, como para Faustino, es lo mismo. El haber encontrado el submarino, para Faustino Arjona, papá de Ramiro, uno de los tripulantes salteños del ARA San Juan, abre una nueva puerta, pero a más dudas. Las hipótesis van y vienen con el paso de los minutos. "Hasta que no tenga el cuerpo, para mí, mi hijo está vivo", dice firme.

El submarino perdió contacto con la Armada el 15 de noviembre de 2017, con 44 tripulantes, siete eran salteños. En la madrugada de ayer lo encontraron en una zona que ya había sido rastrillada.

La noche de Faustino, en Quijano, transcurrió en desvelos compartidos con los familiares de los otros submarinistas que analizando diferentes teorías vivieron horas confusas. "No dormí en toda la noche, no lo puedo soñar a él. Me la pasé rezando para que recuperen el submarino, que lo rescaten para saber la verdad, si ellos realmente están ahí o no. Si están los cuerpos adentro, que los entreguen para poder ponerles una flor en la tumba y aceptar. Pero para mí no están muertos, están vivos", aseveró con profunda congoja.

Mientras miraba el televisor y chequeaba constantemente el celular que, aunque tenía suficiente batería tomaba el recaudo de enchufarlo, repasó tan detalladamente cada episodio que testifica lo que sucedió una noche que recordará por mucho tiempo. "Me estuve mensajeando con mi hijo, que a las 19.30 me dijo que le quedaban dos horas para llegar al punto donde después encontraron el submarino. Cuando mi nuera me habló a las 2 de la mañana llorando, le dije: "todos tenemos fe de que los chicos están vivos", recordó.

Cuando desapareció la nave se fue a Mar del Plata, pero decidió volver porque allá era una "tortura", y aquí los días "pasan más rápido". Además, tampoco creía lo que decían las voces oficiales de la fuerza a la que pertenecen sus dos hijos, Ramiro y Fernando. "Siempre nos mintieron, día a día nos mintieron", aseguró. "Le decíamos a Atis , le recriminábamos y él bajaba la cabeza, y cuando usted está mintiendo se ve", advirtió.

Faustino despertó con las palmas de algunos vecinos que se acercaron a darle aliento. "Tengo mucha entereza y apoyo. Todos los medios nacionales y provinciales nos dieron mucha fuerza a través de la información", agradeció.

Larga búsqueda

Las posibilidades que baraja sobre dónde están los tripulantes del ARA se remontan a personas que dicen ser videntes. "En febrero, cuando asume Gabriel Atis (como jefe de la base marplatense) se presentó un vidente, Alejandro García. Lo hizo abrir el mapa y le dijo las coordenadas dónde estaba. Les dijo que los chicos no estaban ahí, que el submarino está solo y los chicos no están ahí, que son rehenes y que están con mucho otros rehenes que fueron capturados en el mar", aseguró. Las hipótesis de una posible supervivencia se alimentaron por el contacto con otros videntes, una mujer de 96 años que, "no sabe leer ni escribir" y que se comunicó desde Formosa. "Ella dijo que los chicos están vivos en un monte", advirtió. También se sumó un mexicano que "en diciembre dijo lo mismo, que las 44 antorchas que el señor encendió daban vida de los chicos. Por eso seguimos con esa fe", relató.

La fe a la que se aferra Faustino no sería una fe en soledad. "No soy solo yo, somos varios familiares los que esperamos abrazarlos y darles la bienvenida a nuestros hijos", aseguró mientras no pudo sostener más la voz y entre lágrimas pidió disculpas porque "por momentos se hace más difícil".

Faustino insiste que aquel primer vidente, García, fue quien dio las primeras señales del lugar dónde estaba el submarino, pero que no fueron escuchadas y apuntó a una inacción de los funcionarios. "Nosotros los primeros días de diciembre sabíamos dónde estaba el punto. Y después se confirmó cuando los barcos argentinos buscaron y los sonoristas declararon el mismo punto. Ellos siempre supieron dónde estaban. No sé por qué no hicieron nada, no sé si es un juego político, porque yo creo que este señor Aguad tiene hijos, familia y no le gustaría pasar lo que nosotros sufrimos un año, día a día, esperando. Ahora estaremos atentos a qué decide el Gobierno y que la Justicia determine si se lo rescata. Ojalá que la Justicia ha ga justicia", pidió.

Seguir las pistas desde adentro

Fernando mantuvo a su padre actualizado sobre la búsqueda del submarino.

En las últimas conversaciones le adelantó que estaban yendo hacia el “punto”. 

Dos hijos de Faustino Arjona se habían alistado en la Armada. Ramiro, de 33 años, era tripulante del ARA San Juan y Fernando, de 39, participó de la búsqueda de la nave junto al personal de la empresa norteamericana Ocean Infinity. 

Fernando, suboficial de marina, mantuvo a su padre actualizado desde que se integró al grupo de búsqueda. Son cuatro veedores los que participaron de parte de los familiares de los tripulantes.

Faustino, que duda de todo, contó que Fernando el viernes le mandó unos mapas señalando el punto al que se debían dirigir por órdenes oficiales. Al ser consultado por la posibilidad que se analizaba en algunos medios, que el submarino se encontraba entre dos rocas, lo desmintió. El último mensaje que recibió de su hijo fue las 19.30, donde le contó que “aún le quedaban 2 horas para llegar al punto”. A las 22.30 “los dejaron sin internet”. Por eso, pone bajo la lupa los tiempos que se manejaron: “El barco ya se volvía, era su último día de búsqueda. Y ayer, después de las cero decían que ya estaba, pero el barco calculamos que llegaba tipo 22”, indicó. Además, cuestionó que todos los familiares recibieron las primeras informaciones desde los medios nacionales. 

Los tiempos a Faustino no le cierran. “Desde antes, los medios ya decían que había 95 por ciento de probabilidades de que era. Pero ellos, por lo que me dijo mi hijo, aún no habían llegado o habían llegado recién”, cuestionó. 

Fernando no regresará aún junto a su familia. “Él ya no va a volver por varios días hasta que se investigue bien cómo van a poder rescatar si es que la Justicia ordena eso”, señaló Faustino. 

Tercera búsqueda

Es la tercera vez que Fernando Arjona participa en la búsqueda de Ramiro, su hermano. La primera vez, Fernando, que estaba destinado a Ushuaia, pidió a su jefatura unirse voluntariamente al rastrillaje del oceanográfico ruso Yantar. Los rusos fueron uno de los primeros en unirse a la búsqueda.

Posteriormente, el hombre con 22 años de servicio en la fuerza salió en búsqueda de su hermano y los otros 43 tripulantes en el aviso ARA Islas Malvinas. La tercera vez, con la empresa norteamericana Ocean Infinity, tuvo resultados positivos. Aún no regresaría con su familia. Continuaría en la zona hasta saber qué harán con el submarino. 

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