El pasaje 1 del loteo Cervera es hoy una verdadera cloaca a cielo abierto, un caldo de variadas alimañas, de contaminación las 24 horas que cae al río Arenales de manera cruda y alarmante.
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El pasaje 1 del loteo Cervera es hoy una verdadera cloaca a cielo abierto, un caldo de variadas alimañas, de contaminación las 24 horas que cae al río Arenales de manera cruda y alarmante.
Se trata de la urbanización ubicada al sur de la avenida Tavella, entre el lecho del río y el barrio 9 de Julio; por detrás del nuevo edificio de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT).
En ese pasaje 1, en lo que es la segunda manzana está colapsado el sistema de cloacas y los líquidos afloran por los inodoros de las viviendas particulares.
Un pasaje de talleres, de trabajadores y vecinos donde los desechos que inundan sus casas son sacados con bombas hidráulicas cuyas mangueras desembocan en una calle de ripio que ya es de barro cloacal, intransitable para los vehículos chicos con poca altura.
En una camioneta alta puede llegar Luis Alarcón que le explicó a El Tribuno algunas aproximaciones de las causas y de las consecuencias de trabajar todo el día en un lugar lleno de excrementos.
"Desde hace dos meses que venimos con este problema de las cloacas que colapsaron y salen desde las alcantarillas y del inodoro. Eso pasa todos los veranos, desde hace 3 años que tengo mi taller acá. Pero los vecinos me dicen que desde hace más de tres años que viene este problema. Nosotros (los vecinos) ya presentamos notas a Aguas del Norte y al Gobierno y algunos especialistas nos dijeron que el problema de esta parte del barrio es que el diámetro de las cañerías es chico por lo que se tranca y eso hace colapsar todo", dijo Alarcón.
Otro trabajador del mismo pasaje aseguró que una empresa de transporte ubicada en la otra cuadra vierte sus desechos de aceites en desuso en las cañerías domésticas colapsando la cámara ubicada en la esquina del pasaje 1 y Manuela G. de Todd. Eso hace que los líquidos no circulen y que vuelvan en dirección al río, los vecinos entonces sacan las cloacas de sus casas y las tiran a la calle que se convierte en un imbornal que vierte toda esa contaminación en el río Arenales. Es una verdadera tragedia ecológica que ocurre permanentemente desde hace años.
"Las soluciones que dan desde Aguas del Norte son temporarias. Vienen, meten presión, destrancan y se van; y eso sólo dura unos cuantos meses y volvemos nuevamente. Acá hay trabajadores que están toda la jornada en un ambiente insalubre. Yo quiero que vengan las autoridades a ver cómo trabajan los mecánicos con todo el piso mojado de líquidos cloacales. En consecuencia estamos perdiendo tiempo y dinero; además de afectarnos la salud", dijo Alarcón, que es mecánico especializado de camiones.
En esa misma realidad están inundados un lavadero de camiones, otro taller mecánico y otro de hierros.
Hay niños que juegan en esa calle
Entre la calle Socompa y el río hay un espacio que pudo haber sido una costanera, pero que se convirtió en un asentamiento con muchas viviendas improvisadas donde los niños juegan libremente, como parte de la cotidianeidad de sus vidas, con sus juguetes sobre un cauce cloacal que baja lentamente y se cuela por escombros hacia el Arenales.