La victoria, aliviadora y necesaria, frente a Altos Hornos Zapla en el Gigante del Norte no desvía de ninguna manera el foco de Gimnasia y Tiro: el de mejorar y seguir sumando para no volver a caer al pantano de la perturbadora zona de descenso, porque hoy se encuentra fuera de ella, pero a un punto de un hipotético desempate. Mañana, con un hipotético nuevo revés, puede volver a caer y allí tal vez le cueste aún más salir, porque sus rivales directos también juegan, como la urgencia de todos los actores.
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La victoria, aliviadora y necesaria, frente a Altos Hornos Zapla en el Gigante del Norte no desvía de ninguna manera el foco de Gimnasia y Tiro: el de mejorar y seguir sumando para no volver a caer al pantano de la perturbadora zona de descenso, porque hoy se encuentra fuera de ella, pero a un punto de un hipotético desempate. Mañana, con un hipotético nuevo revés, puede volver a caer y allí tal vez le cueste aún más salir, porque sus rivales directos también juegan, como la urgencia de todos los actores.
El albo está obligado a seguir por esta senda, en lo que a las matemáticas se refiere, pero a su vez a mejorar su rendimiento para allanar los caminos de la búsqueda de esos puntos necesarios; algo que no pudo lograr el saliente DT Víctor Riggio en 12 partidos, pero que se le exigirá al flamante entrenador Daniel Ramasco en solo tres, el número de “finales” que tendrá hasta fin de año para que la dirigencia evalúe si continúa o no en el cargo en la reválida que se disputará en 2019.
Para beneplácito de los hinchas millonarios, más allá de los tres puntos y a pesar del juego deslucido y de la mejoría futbolística como cuenta pendiente, rescataron como positiva la actitud y la entrega del equipo del “Gato”, pero también por el hecho de terminar un partido clave con cinco futbolistas de la cantera de Limache, entre ellos Juan Pablo Pereyra, Ezequiel Giménez (jugó los 90 minutos) y Matías Macoritto, quienes hicieron sus primeras armas y agarraron una “braza encendida”, por lo que se juega Gimnasia en estos tiempos.
Justamente, el último de los mencionados es la primera opción que maneja Ramasco para suplir la baja de Joaquín Iturrieta, el jugador más regular del albo ante el merengue, pero que empañó su actuación con su expulsión en los últimos minutos del partido.
Macoritto ocuparía en el mediocampo el lugar del oriundo de Ledesma y esta sería la única variante para el trascendental choque en Formosa con San Martín, que se disputará pasado mañana, desde las 17.
En la práctica prevista para hoy, antes del viaje de la noche rumbo a tierras formoseñas, el estratega terminará de definir equipo y viajantes.
Merengue con nuevo entrenador
La derrota con Gimnasia en la Vicente López fue al parecer demasiado para la dirigencia de Altos Hornos Zapla que decidió rescindirle el contrato a Cristian Corrales, quien solo cosechó tres triunfos, tres empates, y acumuló seis derrotas, por lo que cayó a zona de virtual desempate por el descenso, complicando el panorama del merengue. El chaqueño Roberto Saucedo, exestratega de Boca Unidos, fue el elegido para hacerse cargo del plantel a partir de mañana.