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Juan Grabois: “No creo que le sume muchos votos a Cristina como candidato a vice”

Miércoles, 21 de noviembre de 2018 07:28

Pese a su extensa militancia social en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, Juan Grabois hasta hace unos meses era un desconocido para un amplio sector de la sociedad. Sin embargo, hoy la situación es muy distinta, ya que es reconocido por su cercanía con el papa Francisco y también como uno de los referentes sociales más cercanos a Cristina Kirchner. En una entrevista exclusiva con El Tribuno de Jujuy, el dirigente aseguró ayer que la expresidenta es “una mujer honesta” y que “no hay absolutamente ningún elemento de prueba que la incrimine” en las causas por corrupción. “Al Papa no lo veo casi nunca”, aseguró Grabois.

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Pese a su extensa militancia social en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, Juan Grabois hasta hace unos meses era un desconocido para un amplio sector de la sociedad. Sin embargo, hoy la situación es muy distinta, ya que es reconocido por su cercanía con el papa Francisco y también como uno de los referentes sociales más cercanos a Cristina Kirchner. En una entrevista exclusiva con El Tribuno de Jujuy, el dirigente aseguró ayer que la expresidenta es “una mujer honesta” y que “no hay absolutamente ningún elemento de prueba que la incrimine” en las causas por corrupción. “Al Papa no lo veo casi nunca”, aseguró Grabois.

Muchos afirman que usted es el hombre del papa Francisco en la Argentina, ¿es así?
No, no. La respuesta es enfáticamente no. Yo creo que los que plantean eso intentan reducir la figura del papa Francisco, que es reconocida mundialmente como la voz más potente por la paz, la justicia social y el ambiente en el mundo a un actor local. Esto es un reduccionismo propio de ciertas élites que hay nuestro país que son muy envidiosas y muy ombliguistas, entonces les da bronca cuando un argentino se destaca en el exterior y lo quieren traer para nuestro barro. Todo lo que yo hago en lo social, en lo político y en mi vida son mis propias decisiones, o a lo sumo las de mis compañeros, y no tienen absolutamente nada que ver con la relación que yo tengo con (Jorge) Bergoglio, que lo conozco hace muchísimos años y que no tiene la culpa de todas las macanas que yo me mando ni tampoco son gracias a él los poquitos aciertos que pueda llegar a tener.

¿Cada cuánto tiene contacto con el Papa?
No lo veo casi nunca. Lo he visto en los encuentros de movimientos populares, que fueron en 2014, 2015 y 2016; después creo que lo vi una vez más en Chile y nada más. 

Generó mucha repercusión la frase que usted dijo sobre que quería acompañar a Cristina “pero sin los corruptos y sin los hipócritas”, ¿cree que será posible?
Dentro de la gente que se autodefine kirchnerista hay mucha gente honesta y sincera, después también hay corruptos e hipócritas. Yo no soy quien para andar acusándolos porque no soy juez, y a diferencia del gobernador de Jujuy, yo no puedo hacer consideraciones judiciales sobre quién es culpable de un delito cuando hago consideraciones políticas. Tengo mis preferencias y mis discrepancias con muchos, hay gente que no me gusta, pero desde luego la mirada tiene que ser cómo generar los mecanismos adecuados para que no se vuelvan a reiterar las situaciones de corrupción que existieron durante el gobierno kirchnerista, que existen ahora en el gobierno macrista, y que todavía no existe una política pública ni una arquitectura institucional que permita evitarlos. ¿Cuál es la política anticorrupción del macrismo? Poner a una señora adicta al Gobierno en la Oficina Anticorrupción (Laura Alonso) y presionar a los jueces rompiendo el orden republicano. No hay una nueva ley de financiamiento de los partidos políticos, no hay una modificación para transparentar los sistemas de contratación en la administración pública, no se han creado organismos de contralor que sean superadores, no hay auditorías distintas a las de antes. Hay gente muy hipócrita que quiere plantear que la corrupción es patrimonio solamente de un lado de la grieta. 

¿Es cierto que Cristina lo llamó para quejarse por sus declaraciones de los corruptos e hipócritas?
No, mentira. Eso es absolutamente falso. Jamás pasó.

¿Por qué está tan seguro que Cristina no tuvo nada que ver con la corrupción de su Gobierno si está imputada en muchas causas?
Si uno tiene que juzgar a la gente por las imputaciones que tiene no se salva nadie. Macri y Vidal también están imputados en muchas causas. Yo tengo una consideración política y tengo mi percepción de la realidad. Yo estoy seguro que ninguno de los que opina tiene elementos de prueba suficientes para poder afirmar que es corrupta. Yo me tome el trabajo de mirar un poco las causas y no hay absolutamente ningún elemento de prueba que la incrimine. Lo que hay son indicios y declaraciones de testigos que son empresarios que fueron previamente sometidos a una suerte de extorsión, ya que Bonadio les dice: “Si vos decís lo que yo quiero que digas, te voy a reducir la pena y sino te voy a mandar adentro”. Y aún así ninguno la nombra a ella directamente. Además, por el contacto que tengo con ella tengo un juicio de valor personal y la considero una mujer honesta y comprometida con su pueblo, como también considero honestos a muchos funcionarios del Gobierno de Macri y a dirigentes de otros espacios políticos. 

¿Qué personas de este Gobierno considera que son honestas? 
Me parece que (la ministra de Desarrollo Social) Carolina Stanley es una mujer honesta, me parece que hay muchos funcionarios en la provincia de Buenos Aires que son honestos, y sin embargo el financiamiento de la campaña de María Eugenia Vidal también fue absolutamente fraudulento utilizando aportantes truchos de los sectores más humildes, de los cuales yo conozco a varios que han sido víctimas de ese fraude. Pese a eso, yo no creo que eso la convierta a Vidal en una corrupto ni en la jefa de una asociación ilícita, sino que es un problema estructural que tiene la Argentina. 

Cristina llamó a un amplio frente de a cara a 2019 y ya hay muchos que se están acercando a ella pese a haber sido muy críticos, teme que eso embarre un poco el perfil ideológico del espacio?
Yo creo que acá no hay un problema ideológico sino uno muy concreto que es lo que también a mi me motiva a intervenir en el proceso político, siendo que mi vocación está en la organización social. Ya van tres años del Gobierno de Macri y vos agarras a cualquiera y todo el mundo está peor. Entonces más que un problema ideológico es un problema de modelo económico, y lo que para mi traza la línea divisorio de oficialismo y oposición hoy es que somos opositores los que nos oponemos al plan económico que pacto Macri con el FMI. Si todos los que queremos la anulación de ese pacto para renegociarlo y para poder tener una política económica autónoma nos tenemos que juntar y tenemos que dirimir nuestras diferencias en las Paso o en otras formas democráticas. 

¿Le gustaría acompañar a Cristina en una fórmula presidencial? 
No creo que le sume muchos votos, así que en principio no está dentro de mis planes.

¿Cómo avalúa este debate sobre la educación sexual integral y la supuesta ideología de género en las escuelas?
No me pronuncio sobre este tema.

¿Y sobre el aborto?
No me pronuncio sobre ese tema. 

¿Ve un resurgimiento de la xenofobia en la Argentina? 
Hay una xenofobia muy fuerte en Argentina, en América Latina y en todo el mundo porque cuando hay estas situaciones de crisis económica, política y de identidad, hay dos caminos para mantener la gobernabilidad. Una de ellas es explotar el miedo de la gente, que es siempre contra los que están más abajo: contra los migrantes, contra los pobres, contra los piqueteros, contra los supuestos terroristas que ahora aparecen poniendo bombas y cosas ridículas. Y hay otra forma que es la que nosotros tratamos de hacer que alimentar la esperanza de que puede haber justicia social si cambiamos esa política de la crueldad por una política de la empatía, de la solidaridad y de la tolerancia, siempre privilegiando al más débil y no adulando al que está mejor 

 

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