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Un papelón Monumental

Cable Noticias Argentinas.
Sabado, 24 de noviembre de 2018 20:16

 

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Cuando uno cree que nada más le puede pasar al fútbol argentino, suceden estos papelones monumentales que empiezan con una agresión por parte de hinchas de River al micro de Boca, jugadores ‘xeneizes‘ heridos, postergación del horario de inicio y suspensión final del partido más importante de la historia.
 Todo presagiaba una tarde plena de fútbol, con sol, con pasión y con mucha seguridad. Pero salvo Febo, todo lo demás quedó desvirtuado, porque la pasión fue mal entendida y la seguridad fue un agujero negro por el cual bastaron una serie de piedras y objetos contundentes para que todo el castillo de naipes se derrumbara de manera estrepitosa.
 El partido estaba programado inicialmente para las 17:00, pero dos horas antes, cuando el micro de Boca llegaba escoltado por la policía, a 10 cuadras del Monumental fue apedreado por hinchas de River.
 Vidrios rotos, jugadores lastimados, gases lacrimógenos por parte de la policía y un desmadre que provocó que varios futbolistas como Pablo Pérez, Carlos Tevez y Agustín Almendra sufrieran las consecuencias del ataque.
 En tanto, el estadio ‘Antonio V. Liberti‘ estuvo colmado dos horas antes del inicio previsto, con gente en las tribunas y los colores rojo y blanco como predominantes.
 De a poco comenzó a saberse lo que sucedió en la llegada de Boca al estadio y las preguntas e interrogantes se propagaron cuando se supo de la gravedad de los mismos.

Un estadio lleno de incertidumbre.

Con el correr de los minutos todo se hizo confuso. La gente se preguntaba, chequeaba los celulares y los rumores crecían por los pasillos.
 Nadie podía suponer que el partido no se jugaría, pero lo cierto es que Pablo Pérez fue trasladado al Sanatorio Otamendi, tras ser revisado por los médicos de Conmebol, y la mayoría de las personas creían que la pelota no iba a rodar en la tarde del sábado.
 Así fue que la voz del estadio anunció a las 17.00, que el partido se postergaba para las 18.00, y la gente de River cantó e insultó a los rivales.
 Pero a las 18.00, otra vez se anunció por los altoparlantes que el partido se postergaba hasta las 19.15 y nuevamente la gente cantó y alentó al equipo como si todo fuera ‘normal‘.
 ‘No estamos en condiciones de jugar y nos están obligando‘, dijo Carlos Tevez acompañado de Fernando Gago en la puerta del vestuario visitante.
 Sobre las 18.50 el árbitro uruguayo Andrés Cunha, junto a sus colaboradores, saltó al campo de juego para la entrada en calor, mientras que unos conos y marcas fueron colocadas en el sector de Boca, dando a entender que el plantel auriazul iba a salir.
 A las 19.15 la voz del estadio no se escuchó y la gente se enteró por las redes sociales, la radio y los televisores colocados en los palcos que el partido estaba suspendido.
 Una silbatina generalizada inundó el estadio y muchas de las más de 60.000 personas abandonó el Monumental, pero afuera los desmanes se repitieron y salir a las inmediaciones se demoró más de la cuenta.

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