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19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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“El discurso del trabajo sexual es el ‘lobby’ político del proxenetismo”

Entrevista con Sonia Sánchez, sobreviviente de prostitución y trata de personas.
Domingo, 25 de noviembre de 2018 00:15

En el mes de la lucha por la eliminación de la violencia hacia las mujeres, la fundación Volviendo a Casa organizó un conversatorio con Sonia Sánchez, sobreviviente de prostitución y trata de personas. La charla se tituló “Ninguna mujer nace para puta” y fue ayer por la tarde en el centro de la ciudad de Salta.

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En el mes de la lucha por la eliminación de la violencia hacia las mujeres, la fundación Volviendo a Casa organizó un conversatorio con Sonia Sánchez, sobreviviente de prostitución y trata de personas. La charla se tituló “Ninguna mujer nace para puta” y fue ayer por la tarde en el centro de la ciudad de Salta.

Sonia nació hace 53 años en Villa Ángela, Chaco, y a los 16 años comenzó a ser prostituida en la Ciudad de Buenos Aires. Un año después fue traficada a Río Gallegos, Santa Cruz, de donde logró escapar unos cinco años después. 

En soledad y tras largas luchas, se construyó como “mujer feminista y abolicionista”(de la prostitución). Por eso, en diálogo con El Tribuno, criticó antes de su exposición la movida que existe en la Argentina para que se legalice y se reglamente, según sostuvo, con financiación internacional. Además, planteó que la educación sexual integral (ESI) es la base para prevenir la prostitución y la trata.

¿De qué hablará en Salta?

En el conversatorio voy a hablar de que “ninguna mujer nace para puta”, que no es solo una frase, no es un concepto; es un modo de vida. Es una frase y es un modo de lucha cotidiana. Ninguna mujer nace para puta, nos hacen putas, nos construyen putas y estoy en Salta, una de las provincias que provee mujeres -cada vez más jóvenes- para ser prostituidas en el sur de nuestro país, que todavía es rico, o para ser vendidas en Europa o en Chile. Quiero hablar con esas otras y esos otros que vengan para empezar a nombrar las cosas por sus verdaderos nombres y romper los silencios porque no solo voy a hablar de prostitución y de trata sino también de las otras violencias que nos atraviesan, en especial, a las mujeres, de cómo nos matan, nos venden, nos queman, nos trafican y de cómo podemos decir “basta”. Que nuestras niñas y niños tengan la ESI, que es una ley para ellos porque, esta gente que se niega, lo hace desde la ignorancia y la ignorancia mata y daña mucho.

¿O sea que usted está a favor de que haya ESI?

Absolutamente y laica, por favor, y abolicionista porque también están entrando las reglamentaristas en las escuelas para convertir a nuestras niñas en las putas del futuro y a los adolescentes, en varones violentos. El abolicionismo es amor, no violencia. Luchamos para que se deroguen todas las violencias: no solo la prostitución y la trata, sino también los noviazgos violentos y los feminicidios. Eso es abolicionismo y la Argentina es un país abolicionista. La ESI es un derecho de nuestras niñas. Cómo pueden ellas decir basta a las violaciones, cómo pueden descubrir qué es una caricia o un manoseo, si no les damos las herramientas necesarias. 

¿Cómo llegó usted a la prostitución?

La prostitución entró a mi vida porque yo tenía mis derechos económicos, sociales y culturales violados por el propio Estado. Por eso yo hablo de un Estado proxeneta y por eso lucho por una educación liberadora: que a nuestras niñas y niños se les enseñe a poner en crisis, a cuestionar, a pensar, a reflexionar y no a obedecer. 
Hoy tenemos una educación sumisa, como la que tuve yo. Si yo hubiera tenido una profesora o un profesor, una maestra o un maestro que me hubiera dicho: “Sonia, existe la trata, existe la prostitución y estas son las herramientas que vos tenés para defenderte”, yo estoy segura de que no habría sido la puta de todas y de todos. Si me hubiera dicho: “Sonia, andá y pateale la puerta a tu intendente y exigile trabajo porque esa es la obligación de los gobernantes”, yo le habría roto a patadas la puerta y le habría exigido trabajo. Por eso, para mí es fundamental, como mujer feminista, abolicionista y anarquista que soy, enseñarle y transmitir desobediencia a la juventud.

Algunas personas dicen que la prostitución es una elección...

En la prostitución hay elección coaccionada. No se elige con libertad ser puta, aún estando allá arriba, como Moria Casán, es una elección coaccionada siempre desde el patriarcado y desde el neoliberalismo. Somos objetos comerciales. El neoliberalismo y el patriarcado conforman una asociación ilícita en nuestras putas vidas. Hoy, que todo se compra y se vende, nuestros cuerpos son objetos comerciales y en la prostitución, a través de la trata, lo que han hecho es globalizar este comercio, que es el alquiler de nuestros cuerpos. Sumámosle ahora el alquiler de vientres. Entonces, las mujeres producimos placer y dinero para otras y otros en la prostitución y también producimos seres humanos, en especial, las empobrecidas, para que otras y otros se reciban de padres. Es otra clase de explotación y de prostitución.

¿Cómo trabaja para prevenir la trata y la prostitución?

Doy charlas en las escuelas, entro a los espacios de mujeres y de movimientos sociales, capacito a la Policía, a la Gendarmería... Antes tenía que correr para que no me llevaran presa y ahora tienen que sentarse para que les hable (risas). Mi militancia es desde el abolicionismo y el feminismo. Hay mucho feminismo pero hay un feminismo abolicionista; no hay un feminismo reglamentarista, como nos quieren meter.

¿Cómo cree que hay que prevenir la prostitución y la trata?

Yo creo que la base es la educación y romper los silencios. El negocio de la trata de personas con fines de explotación sexual mueve millones de dólares, cuando las personas abolicionistas no tenemos dinero; solo tenemos la palabra y el cuerpo. El discurso del trabajo sexual es el “lobby” político del proxenetismo y aquí están metidos no solo las y los traficantes, las y los proxenetas, sino que además hay tres patas que los sostienen: judicial, policial y ejecutiva. Entonces, mierda, ¿cómo rompes esto?

¿Cómo se rompe esto?

Para mí, como mujer feminista y abolicionista, es entrar a las escuelas, mostrarles lo que es la prostitución y darles las herramientas para que puedan decir “basta” o prevenir que llegue la prostitución a sus vidas, para que a nuestras adolescentes mujeres de hoy no las conviertan en las putas del futuro y a nuestros varones adolescentes de hoy no los conviertan en varones prostituyentes del mañana. 
El sindicato de Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar) de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y las agencias internacionales, que bajan millones de dólares en la Argentina para reglamentar la prostitución como trabajo, no vienen por mí porque yo ya soy vieja para ellos. Yo no soy negocio para Ammar CTA ni para los traficantes de personas. Vienen por tu hija, por tu nieta y tu bisnieta. Las putas del futuro de este sindicato de trabajadoras sexuales las están criando ustedes en sus casas.

¿A qué se refiere?

Hoy las putas aquí en Salta son las hijas de las otras y de los otros; por eso, tal vez a nadie le importa un carajo. Sin embargo, cuando reglamenten esta violencia, que es la prostitución, como un trabajo tan digno como ser periodista, abogada, presidenta de la Nación o senadora, sacarán del delito a los proxenetas y los pondrán como maridos de las putas. 
Lo primero que va a hacer un proxeneta, cuando agarre a tu hija, a tu nieta o a tu bisnieta, será llevarla al sindicato y sindicalizarla como trabajadora sexual autónoma y libre y, cuando vayas a denunciarlo, ella va a estar sindicalizada, así que no vas a poder hacer nada. Cuando quieras denunciar a un traficante de personas, tampoco porque tu hija, tu nieta o tu bisnieta va a ser una puta o una trabajadora sexual autónoma y libre y ese traficante dejará de serlo y pasará a ser un gran empresario del sexo, como sucede en Alemania y en Holanda, donde los proxenetas y los traficantes no están penalizados. Es el modelo que quieren aplicar en la Argentina. 
Por eso, vuelvo a decir, vienen por nuestras hijas pero también por nuestros varones porque los feminizan en la prostitución a los varones, a los niños. Además, necesitan que se conviertan en varones violentos y por eso utilizan la pornografía como parte de la educación sexual. Fijate que esta gente, la Iglesia, con curas pedófilos, dice: “No se metan con nuestros hijos”. Esos padres y esas madres que dicen “no se metan con nuestros hijos”, cuando sus hijos están siendo violados por sus propios padres, tíos o primos, ¿cómo van a prevenir esto? porque vienen por ellos. Ese es el gran negocio del sindicato de trabajadoras sexuales. Un sindicato se sostiene con la gente que se afilia. Las putas estas se van a morir; entonces se va a sostener con nuevas putas y esas son las niñas que estamos criando en nuestras casas.

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