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Todos se acusan por la inseguridad

A días de la cumbre del G-20, la final de la Libertadores desnudó graves falencias. Fuego cruzado entre la Policía Federal, de la Ciudad y Prefectura por los operativos.
Lunes, 26 de noviembre de 2018 02:15

Fue la crónica de una muerte anunciada, pero, de milagro, sin muertos. Los graves incidentes que llevaron a la suspensión de la "final del siglo" el sábado en el estadio Monumental desnudaron las falencias operativas y de seguridad que afectan a todo el país.

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Fue la crónica de una muerte anunciada, pero, de milagro, sin muertos. Los graves incidentes que llevaron a la suspensión de la "final del siglo" el sábado en el estadio Monumental desnudaron las falencias operativas y de seguridad que afectan a todo el país.

Preocupa, y mucho.

A menos de una semana de la Cumbre del G-20, el principal foro internacional para la cooperación económica, financiera y política, que se reúne anualmente para abordar los grandes desafíos globales, la Argentina, la anfitriona del trascendental encuentro, sigue sobreviviendo con la permanente improvisación, sin al parecer medir la importancia de la seguridad de los hombres más importantes del planeta.

Pero además abre una nueva grieta institucional en una sociedad desmembrada.

Un día después de la suspensión comenzó otro fuego cruzado, el de las responsabilidades, en donde la Policía Federal, la de la Ciudad de Buenos Aires, la Prefectura y la seguridad privada de ambos clubes comenzaron a culparse por los incidentes, en donde varios jugadores de Boca terminaron heridos y afectados por los gases lanzados por las propias fuerzas oficiales de seguridad.

Si bien todos reconocieron que hubo errores en el operativo, nadie se hace cargo.

De esta manera tanto los funcionarios de la administración Macri como los porteños coincidieron en que el operativo falló en la curva donde el micro de Boca fue atacado. Voceros porteños apuntaban a que Prefectura debía haber realizado "una contención mejor en esa posición", pero que no estuvo en el lugar previsto y por allí se filtraron los hinchas de River para atacar al micro. Hubo cruces de responsabilidades entre funcionarios nacionales y porteños, pero una coincidencia: debió dejarse al menos un pulmón de 100 metros para el paso del ómnibus.

La culpa de...

Entre idas y vueltas, lo cierto es que el operativo de seguridad estuvo a cargo de la Ciudad de Buenos Aires, con su policía, la que fue apoyada por las fuerzas federales, con Prefectura y Gendarmería en algunos sectores. De todos modos el diseño del dispositivo estuvo a cargo de las autoridades porteñas.

Cabe recordar que la Policía de la Ciudad está integrada por ex miembros de la Metropolitana y Federales traspasados a la órbita porteña.

Sin embargo, las críticas de los federales que se mantuvieron en esa fuerza siempre son contra los metropolitanos, a quienes califican muchas veces como "inoperantes" y "con falta de capacidad" para desempeñarse como policías.

Con este condimento cada vez es más grande la grieta entre la ministra de la Nación de Seguridad Patricia Bullrich y las fuerzas a cargo del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que en forma permanente pujan en una pulseada política de poder.

"Caverna", en la mira

De todos modos, entre desinteligencias e inoperancias, la cuerda siempre tiende a romperse por lo más delgado.

Y en ese lugar está Héctor "Caverna" Godoy, el líder de la barrabrava millonaria que quedó en el ojo de la tormenta tras haberse allanado el viernes su domicilio e incautado más de 300 entradas oficiales que estaban destinadas a la reventa y 7 millones de pesos.

Este extrapito convertido en millonario está siendo investigado por los incidentes contra el ómnibus que transportaba a los jugadores de Boca al estadio Monumental, cuando fue interceptado violentamente.

¿Pero faltó la seguridad o terminó siendo una zona liberada?

Para la fallida final de ayer no estaban previstos cambios en el sistema de seguridad, aunque pudo verse un gran incremento de uniformados, aún cuando las aguas estaban calmas.

Sociedad enferma

Desde los 30 detenidos que finalmente fueron liberados ayer acusados de atentado y resistencia a la autoridad, hasta la mujer que convirtió a una nena en una especie de kamikaze al envolver con bengalas su pequeño cuerpito con la intención de introducir la pirotecnia en el Monumental, los argentinos quedamos expuestos una vez más ante el mundo.

La mujer finalmente quedó ayer detenida, pero la imagen no se borrará en mil años.

Cómo sigue todo

La revancha del partido más importante de los últimos tiempos volvió a opacarse. Ayer volvió a suspenderse y se definiría recién mañana a partir de las 10 en la sede de la Conmebol de Asunción de Paraguay, quien convocó a una reunión de los principales protagonistas para definir la fecha, que podría ser el próximo 8 de diciembre, y las condiciones en que se jugará.

Así, Rodolfo D'Onofrio, por River y Daniel Angelici, por Boca, volverán a verse las caras, esta vez de pocos amigos.

River insiste en que se jugará en el Monumental y con público local, que estaba previsto. Boca, en cambio, quiere ganarlo en el escritorio, tal como lo hizo el millonario en el 2015 y quedarse con la copa de campeón de la edición 2018 de la Copa Libertadores de América.

Así, según fuentes de Conmebol, el encuentro se continuaría el próximo sábado 8 de diciembre en el estadio Monumental, en horario a definir, y River recibiría una fuerte sanción económica, pero no deportiva.

Pero Angelici se plantó. Reconoció que modificó la postura que había firmado en un "pacto de caballeros" el sábado en la oficina de presidencia del estadio de River, con postergar el encuentro hasta estar en igualdad de condiciones, y reclamó formalmente la aplicación del artículo 18 el mismo que recayó sobre ellos en el episodio del "gas pimienta" en 2015 y por el cual fueron "descalificados" de la competencia. La película sigue.

 

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