16°
28 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

El cuidacoches salteño que acompañó a Monzón rumbo a la gloria

El salteño Oscar Tapia forjó amistad con el santafesino en los meses previos a la conquista del título del mundo mediano contra Nino Benvenuti. Hoy, a los 69 años, cuida autos frente a una clínica. 
Jueves, 08 de noviembre de 2018 00:44
Fotos: Javier Corbalán.
Fotos: Javier Corbalán.
Fotos: Javier Corbalán.

Hace 48 años Carlos Monzón sacudía al mundo y a la humanidad del italiano Nino Benvenuti en Roma. El 7 de noviembre de 1970 se convertía en leyenda, llegando de punto al combate contra el campeón del mundo, pero terminó siendo banca con un tremendo derechazo que terminó en nocaut en el decimosegundo round. Fue un día glorioso en el Palazzetto dello Sport, que terminó con Monzón sosteniendo el cinturón de campeón del mundo de los medianos de la AMB y el CMB. 
Miles de argentinos se prendieron a la tele y a la radio para seguir lo que hacía “Escopeta” en la capital italiana. Uno de esos tantos fue un salteño que vio de cerca cómo se preparó Carlos para hacerle frente al por entonces dueño del título. Oscar Tapia prácticamente convivió con el santafesino entre septiembre y noviembre de 1970. Entrenó en el mismo gimnasio del Luna Park, siendo convocado por Juan Carlos “Tito” Lectoure. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Hace 48 años Carlos Monzón sacudía al mundo y a la humanidad del italiano Nino Benvenuti en Roma. El 7 de noviembre de 1970 se convertía en leyenda, llegando de punto al combate contra el campeón del mundo, pero terminó siendo banca con un tremendo derechazo que terminó en nocaut en el decimosegundo round. Fue un día glorioso en el Palazzetto dello Sport, que terminó con Monzón sosteniendo el cinturón de campeón del mundo de los medianos de la AMB y el CMB. 
Miles de argentinos se prendieron a la tele y a la radio para seguir lo que hacía “Escopeta” en la capital italiana. Uno de esos tantos fue un salteño que vio de cerca cómo se preparó Carlos para hacerle frente al por entonces dueño del título. Oscar Tapia prácticamente convivió con el santafesino entre septiembre y noviembre de 1970. Entrenó en el mismo gimnasio del Luna Park, siendo convocado por Juan Carlos “Tito” Lectoure. 


Oscar era un boxeador de peso pluma que arrastraba un importante récord invicto a muy corta edad. A los 13 años tuvo su debut amateur y en ese campo realizó más 50 peleas, recuerda su hermano Claudio, que por aquella época rondaba la primera década de vida. “En su debut amateur peleó contra un muchacho de 18 años y le ganó”, contó Claudio a El Tribuno, iniciando una larga lista de historias que siempre terminaron con Oscar como héroe. 
En 1970 Oscar tuvo un impasse en su prolífica carrera. Era el momento de saber si debía o no realizar la colimba, y el sorteo le dijo que sí. Tapia salió sorteado con el número 926 y por número alto le tocó enrolarse en la Armada Argentina. Se fue a Buenos Aires, vivía en Ituzaingó con una tía, pero sus referencias boxísticas ya habían llegado a los oídos de Tito Lectoure.
El promotor se interesó desde un primer instante en sumar al salteño a su equipo, que ya tenía a Monzón y a otros grandes púgiles de la época. Lectoure se tomó el trabajo de hablar personalmente con quien entonces estaba al frente de la Marina argentina. “Lectoure fue y le pidió un tratamiento especial para mi hermano, para que no pierda el ritmo de boxeo que llevaba”, contó Claudio sobre aquel momento particular en la vida de su hermano.
La propuesta fue aceptada y así Oscar se sumó al grupo encabezado por el santafesino. Tapia fue testigo de aquellas jornadas en las que Carlos entrenaba duramente junto a Amílcar Brusa con el propósito de vencer a Nino Benvenuti meses después. La relación perduró más allá de la distancia, tras el regreso de Oscar a nuestra provincia. 

Oscar, en sus grandes años de boxeador
Cuatro años después del primer encuentro compartieron cartelera, ya con Monzón afianzado como imbatible entre los medianos de todo el mundo. Por aquel entonces se acostumbraba a que los campeones del mundo visitarán el interior para sumar peleas entre cada defensa del título. Así llegó “Escopeta” a Jujuy, más precisamente al estadio de la Federación de Básquet, donde el salteño fue protagonista de la pelea de fondo. 
“Fue uno de los pocos casos donde un campeón del mundo no fue parte de la pelea estelar y sí lo fue Oscar”, contó Claudio mostrando el programa de aquella ocasión. El 30 de agosto de 1974 Monzón hizo una exhibición contra Oscar Florentini, mientras que el Tigre salteño se midió contra Ángel Díaz Alemán, campeón boliviano, ya en la categoría liviano junior. 
Tapia fue campeón salteño pero nunca pudo llegar a tener la chance de ser campeón argentino. Sus triunfos llenaron páginas de El Tribuno y hasta fue tapa del suplemento deportivo. Su casamiento con Margarita Díaz (fallecida hace poco) también se retrató en este matutino.
Hoy no quiere contar en primera persona aquellos grandes años y su amistad con Carlos Monzón. Se retiró en 1975 tras disputar cerca de 40 peleas profesionales, se jubiló de la Policía de Salta y hoy cobra la mínima. Desde hace doce años cuida autos en la clínica privada ubicada sobre calle Zabala para ayudar a sus hijos. 
Muchos siguen reconociéndolo como uno de los mejores púgiles salteños de aquellos años, tal vez desconociendo que siguió muy de cerca los pasos que llevaron a Monzón a ser campeón del mundo.

Un debut televisado

El debut profesional de Oscar Tapia fue frente a Juan Carlos Ponce en el Luna Park, y ganó por nocaut. Esa pelea es recordada por su hermano no solo por ser la primera entre los rentados, sino también porque fue el primer salteño en protagonizar un combate televisado. Fue para el programa “Entre las sogas”, de Canal 13; la transmisión se vio en diferido en nuestra provincia, un viernes por la noche. La pelea entre Tapia y Ponce se produjo tres días antes. 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD