Sin ninguna solución de fondo a sus reclamos, los remiseros no ganan para disgustos. El martes pasado se dieron con la noticia de que la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) inició el proceso administrativo para una nueva suba en las tarifas de los taxis y remises, algo que nunca fue bien recibido por el último sector.
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Sin ninguna solución de fondo a sus reclamos, los remiseros no ganan para disgustos. El martes pasado se dieron con la noticia de que la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) inició el proceso administrativo para una nueva suba en las tarifas de los taxis y remises, algo que nunca fue bien recibido por el último sector.
"Con el aumento de tarifa siempre pierde el remisero, porque nos quedamos con menos clientes y las agencias automáticamente nos suben el precio de la diaria (el alquiler que deben pagar a las remiseras por utilizar una licencia)", explicó a El Tribuno el dirigente de la Unión de Conductores de Remises y Afines de Salta (Ucras), Antonio "Tuco" Bazán.
Hasta mañana está abierto el período de consulta pública de la AMT con la que cumplirían con el paso legal para el incremento en el precio de la ficha y bajada de bandera del transporte impropio.
Un sector influyente en sistema es el Sindicato de Peones de Taxis, desde donde ya tuvieron una reunión con el titular de la AMT, Federico Hanne, y se planteó una suba tarifaria de alrededor del 20%, según adelantó a este medio el secretario general del gremio taxista, Alfredo Carrizo.
El dirigente señaló que la readecuación de precios surgió de un pedido de los taxistas.
"Es para compensar un poco la pérdida en la recaudación que tuvimos por el aumento del GNC", dijo Carrizo.
Detalló que de los $1.200 que recauda en promedio un taxista en un turno de 12 horas, $520 se deben utilizar para el combustible. En el último mes el metro cúbico de GNC pasó de $16,896 a $20,80.
Reconoció, por otra parte, que la suba puede atentar contra el poder adquisitivo de los pasajeros que disminuirán el uso del servicio, pero sostuvo que están "entre la espada y la pared". Recordó que hace dos años cada taxis tenía una media de 24 viajes por turno pero ahora se redució a solo 14.
Por normativa, tanto la bajada de bandera como la ficha de los remises debe ser más cara que la de los taxis.
La bajada de bandera en los taxis cuesta $20,39 en la actualidad en horario diurno, mientras que en el remise sale $22,14. La ficha es de $1,47 para los taxistas también de día y 10 centavos más caro para los remiseros.
Sigue la protesta
A todo esto, continúa la manifestación de remiseros frente a la Legislatura en contra de las imposiciones que padecen de las agencias que les alquilan las licencias para trabajar y de la inacción de la AMT.
Desde el organismo dirigido por Hanne se comprometieron la semana pasada, en una acta acuerdo gestionada por diputados, a verificar las agencias de remises, levantar las bajas de las licencias de los choferes que fueron sancionado.
Los manifestantes, quienes llevan más de tres semanas en las puertas del palacio legislativo, advirtieron que se retirarán cuando la AMT no solo cumpla con el acta firmada, sino también controle lo que las remiseras les cobran en negro para poder trabajar, que ronda los $10.000 mensuales, que nadie sabe dónde van a parar.
Un dato revelador
La revelación que se le escapó la semana pasada a Matías Rizzo, el coordinador legal de la Autoridad Metropolitana de Transporte, da cuenta del multimillonario negocio que envuelve a las agencias de remises que existen en la ciudad.
Rizzo afirmó, en una entrevista con el programa Salteados de Radio Salta, que el lucro cesante que se le debería pagar a los dueños de las agencias si es que se les quita las licencias, como pretenden los conductores de remises, serían entre 40 a 45 millones de dólares.
Mencionó la cifra millonaria al enumerar todas las posibles dificultades que surgirían si es que se decide entregar habilitaciones individuales para remises.
Según datos de la página web oficial de la AMT hay en la capital salteña unas 50 remiseras y son alrededor de 1.700 las licencias otorgadas para esa modalidad de transporte impropio.
Lo que queda de la declaración del funcionario es la incógnita sobre dónde va a parar la jugosa ganancia en dólares que se dijo que ganan, ya que los agencieros, es evidente, no son magnates, al menos en apariencia.