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Alejandro Gallo Bermúdez: “La gente verá el filme y querrá saber más sobre Los Síquicos Litoraleños”

Entrevista al realizador audiovisual.
Sabado, 10 de noviembre de 2018 00:23

“Encandilan luces, viaje psicotrópico con Los Síquicos Litoraleños”, largometraje documental de Alejandro Gallo Bermúdez, ha sido seleccionado en la Competencia Banda de Sonido Original del 33er. Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que se realizará desde mañana y hasta el 17 en la ciudad balnearia. 
En él Gallo Bermúdez retrata a un grupo de Curuzú Cuatiá (Corrientes) que hace chamamé psicodélico y experimental. Con este guion en 2014 ganó el premio Raymundo Gleiser por el NOA del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales y también obtuvo ese mismo año el Fondo Ciudadano de Desarrollo Cultural, aunque desde 2009 Alejandro la venía filmando con fondos propios. Antes de su estreno para el gran público, el filme fue declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de Corrientes.
“Los Síquicos Litoraleños empezaron a forjar un sonido que tuvo eco en los lugares más extraños del planeta. Es un documental, pero también una comedia muy divertida sobre estos personajes y estoy contento con el resultado, porque creo que va a ser algo bastante particular para la gente el descubrirlos”, contó el realizador, que hizo su película en asociación con Carbono Films. 

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“Encandilan luces, viaje psicotrópico con Los Síquicos Litoraleños”, largometraje documental de Alejandro Gallo Bermúdez, ha sido seleccionado en la Competencia Banda de Sonido Original del 33er. Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que se realizará desde mañana y hasta el 17 en la ciudad balnearia. 
En él Gallo Bermúdez retrata a un grupo de Curuzú Cuatiá (Corrientes) que hace chamamé psicodélico y experimental. Con este guion en 2014 ganó el premio Raymundo Gleiser por el NOA del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales y también obtuvo ese mismo año el Fondo Ciudadano de Desarrollo Cultural, aunque desde 2009 Alejandro la venía filmando con fondos propios. Antes de su estreno para el gran público, el filme fue declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de Corrientes.
“Los Síquicos Litoraleños empezaron a forjar un sonido que tuvo eco en los lugares más extraños del planeta. Es un documental, pero también una comedia muy divertida sobre estos personajes y estoy contento con el resultado, porque creo que va a ser algo bastante particular para la gente el descubrirlos”, contó el realizador, que hizo su película en asociación con Carbono Films. 

¿Cómo presentiste que además del comienzo “de una hermosa amistad” tenías entre manos una posibilidad de registro audiovi sual?
Un fin de semana me invitaron a una fiesta en el sur de la ciudad, en Parque Patricios, y coincidió con que era la primera vez que este conjunto tocaba en Buenos Aires. De ellos me asombró el desparpajo, un sonido muy regional, de mucha raíz chamamecera y folclórica, pero llevada hacia otro lado. Me impresionó tanto que los empecé a grabar las pocas veces que tocaban en Buenos Aires e incluso fui varias veces a filmarlos a Curuzú Cuatiá; pero en 2009 hubo una sumatoria de casualidades. Alguien los vio por internet y el sello Worm, de Holanda, los contrató para una gira toda paga por Países Bajos, Holanda y Bélgica. Entonces vendí mi Renault 19 y los acompañé durante esa gira. Ese fue el puntapié, porque me dije: ‘No solo a mí me interesa la música que hacen, sino al mundo entero también. Su trabajo a todos nos parece algo particular. A partir de ahí empecé a pensar seriamente en hacer un documental sobre ellos y de su lugar, porque Curuzú Cuatiá es la cuna del chamamé. De ahí son los hermanos Estigarribia y Tarragó Ros... Me preguntaba qué tenía Curuzú Cuatiá. 

¿Y a quiénes les diste voz en la construcción de esta historia?
Fue una búsqueda continua el ver qué forma tenía el documental. Ellos son muy particulares, se disfrazan para tocar, hacen programas de radio. Son una banda bastante misteriosa y yo algo que no quería era sacarles esas máscaras ni bajarlos a la tierra. Me parecía que el documental iba a perder en eso y entrevistar a gente de su entorno, a periodistas, a quienes les editan los discos iba a ser contraproducente para el documental y me parece que fue una decisión bastante acertada. Algo que me dicen es que la película termina y que la gente quiere saber más de la banda.

Si ellos “encandilan lucen”, ¿cuál viste que fue el impacto de esta banda en el público europeo?
Fue increíble ver cómo reaccionaba el europeo, que quizás es un poco más frío y seco para revelar sus emociones. Todos los lugares se llenaban, se ponían a bailar, algo que para mí fue increíble registrar. La música de Los Síquicos impacta en los lugares más extraños del planeta. En 2010 se fueron a Alemania, España, Francia, Inglaterra. Les editaron un disco de vinilo en una coproducción entre el Líbano y Estados Unidos. Sus discos se consiguen en Amazon Japón. Cada uno que le cuento estos detalles cree que es una ficción que la inventé yo; pero lo curioso de este documental es que todo es realidad. Algo que me llamó a mí la atención y que terminó de cerrarme el círculo es el impacto que su música tuvo en su ciudad natal, en su región. En Corrientes generaron una escena musical de chicos que los vieron y empezaron a hacer una música parecida: a mezclar sonidos litoraleños y folclóricos con el rock, con la psicodelia, y así ahora está lleno de bandas muy interesantes. 

¿Qué dijeron ellos al verse convertidos en materia de documental?
Ellos son mis amigos, mis hermanos. Hemos ido de viaje juntos y los he alojado en mi casa tanto en Buenos Aires como en Salta. Nos une una amistad y me paro ante esto desde la amistad, más allá del documental. Tiene una delgada línea que hay que saber manejarla para saber cuál es el camino, qué es lo importante y qué no. Les he mostrado todos los cortes que tenía y uno de ellos vino a Buenos Aires a supervisar la mezcla de la banda sonora, pero no deja de ser complicado. Por supuesto, hay partes que ellos no hubieran puesto, pero también respetaron mi visión de director. Traté de hacerles entender que no era un compilado o un DVD de la banda, sino que contaba una historia sobre ellos, su lugar y cómo su música ha llegado a distintos lugares del planeta.
 

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