Todo surgió los últimos días de noviembre cuando Pedro Arteaga y Matías Jaime, sus compañeros de tercer grado, grabaron un video que viralizó el periodista Fabián Cardozo, de Orán, solicitando colaboración a la comunidad para conseguir una silla de ruedas y una bicicleta playera con el objetivo de ensamblarlas y convertirlas en una medio de transporte para él y su familia, dado que hace poco tiempo vive muy lejos de la escuela donde asisten los pequeños.
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Todo surgió los últimos días de noviembre cuando Pedro Arteaga y Matías Jaime, sus compañeros de tercer grado, grabaron un video que viralizó el periodista Fabián Cardozo, de Orán, solicitando colaboración a la comunidad para conseguir una silla de ruedas y una bicicleta playera con el objetivo de ensamblarlas y convertirlas en una medio de transporte para él y su familia, dado que hace poco tiempo vive muy lejos de la escuela donde asisten los pequeños.
Hace mucho tiempo que la docente Mirta Cáceres, de tercer grado de la escuela Mateo Ríos, organizó junto a sus alumnos una rifa para conseguir fabricar la bicisilla porque la familia Arévalo se había mudado y la escuela le quedaba lejos para el pequeño, pero no lograron juntar todo el dinero necesario para concretarlo.
"Que Gabriel sea feliz"
"Nosotros lo único que queremos es que Gabriel sea feliz; con nosotros él es feliz; no queremos que se cambie de escuela", decían a menudo Pedro y Matías, convencidos de que lograrían el sueño de todos.
Gabriel es el segundo de tres hijos, su papó solo realiza changas para subsistir y Gabriela Vargas, su mamá, cumple el rol de maestra integradora en el tercer grado turno tarde, pero hace un tiempo se mudaron de barrio, por lo tanto trasladarlo al pequeño en un remís diariamente a la escuela era un gasto que no podían afrontar.
El video con el emotivo pedido de los pequeños se viralizó inmediatamente: "Queremos que Gabriel sea feliz como nosotros", decían, y la repuesta no se hizo esperar, el vicegobernador Miguel Isa inmediatamente envió una silla de ruedas y una familia dono la bicicleta y un joven metalúrgico solidario, Alejandro Argañaraz, puso a disposición la mano de obra para que en una semana estuviera lista la bicisilla.
Una alegría total
La entrega de la nueva movilidad para Gabriel fue toda una sorpresa para toda la comunidad educativa de la escuela Mateo Ríos, que recibió con gran emoción el aporte de tanta gente generosa.
"Nosotros aportamos nuestro granito de arena con el personal de la metalúrgica y como no le tememos miedo a ningún desafío dijimos que sí, siempre y cuando sea para una noble causa. Pensamos que con unos pedales adaptados él pueda mejorar la circulación de sangre en sus piernitas", expresó Argañaraz visiblemente satisfecho del logro alcanzado.
"Apenas puede mover los brazos y la cabecita; es nuestro compañero desde primero; apenas se hace entender, pero sabemos que con esta bicisilla se va a sentir que va pedaleando y se va a sentir feliz", finalizaron los pequeños que comparten la felicidad con Gabriel.