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Manes advirtió que los cuidadores de personas con enfermedades neurológicas pueden sufrir depresión

"Solemos llamar a los cuidadores parentales como 'los otros enfermos' porque pueden tener depresión, ansiedad, pérdida de independencia personal y problemas económicos, entre muchas otras complicaciones", afirmó el neurólogo, sobre todo si viven en el mismo hogar.
Lunes, 10 de diciembre de 2018 12:47

Los cuidadores parentales de personas con enfermedades neurológicas suelen ser conocidos como "los otros enfermos, porque pueden tener depresión, pérdida de la independencia personal y problemas económicos", afirmó el neurocientífico Facundo Manes en una entrevista con Télam. 

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Los cuidadores parentales de personas con enfermedades neurológicas suelen ser conocidos como "los otros enfermos, porque pueden tener depresión, pérdida de la independencia personal y problemas económicos", afirmó el neurocientífico Facundo Manes en una entrevista con Télam. 

Los trastornos neurológicos como la demencia, epilepsia, cefalea, esclerosis múltiple, neuroinfecciones, enfermedad de Parkinson, accidente cerebrovascular y las lesiones cerebrales traumáticas están reflejadas en patologías mentales y del comportamiento como trastornos depresivos unipolares, de ansiedad, del desarrollo o la adicción al alcohol y las drogas, explicó.

El especialista recordó que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) "declaró las demencias en las personas mayores como uno de los ocho temas claves en salud en América latina".

Si se considera a la demencia a nivel global, hoy "cada tres segundos hay una persona diagnosticada con la enfermedad de Alzheimer. Por eso se calcula que hay más de 35,6 millones de personas con este padecimiento, cifra que aumentará considerablemente en los próximos años porque el número de personas enfermas se duplica cada veinte años".

Señaló que en Argentina "se calcula que hay más de 500.000 personas con Alzheimer o enfermedades relacionadas.  

"Y si consideramos a los cuidadores (parentales), el número puede llegar hasta dos millones de personas", resaltó sobre este tema escasamente abordado por la ciencia y la asistencia social.

"Solemos llamar a los cuidadores parentales como 'los otros enfermos' porque pueden tener depresión, ansiedad, pérdida de independencia personal y problemas económicos, entre muchas otras complicaciones. Es una tarea constante y continua que puede llevar a que se sientan abrumados, desbordados y atrapados" en la enfermedad de su familiar afirmó el neurólogo, sobre todo si viven en el mismo hogar.

Manes, flamante presidente de la Sociedad Internacional de Demencias Frontotemporales -ISFTD, por sus siglas en inglés-, apuntó que en el país "hay instituciones donde se dan charlas y talleres de apoyo" a los parientes cuidadores. "Es importante que la sociedad tome conciencia y que quienes están a cargo de pacientes con demencia revaloren su propia salud", agregó.

"Para eso deben buscar apoyo y contención. Y quienes estamos especializados en esta temática debemos proveerla", explicó, y agregó que ese cuidado sí "está contemplado en informes elaborados por la OPS, la Organización Mundial de la Salud y la Alzheimer's Disease International", indicó. Si bien reconoció que "como consecuencia de la gravedad de la enfermedad, el foco se pone en los enfermos, la calidad de vida de los cuidadores también debe ser atendida; hay que promover políticas públicas que atiendan la complejidad de estas personas".

¿Qué tipo de medidas deben tomar los cuidadores parentales?, consultó Télam.

"Tienen que aprender cómo cuidar adecuadamente al paciente, pero, además, suelen asumir actividades que antes realizaba el enfermo, y esto hace que sus vidas se modifiquen", advirtió el neurólogo. "Suele ser frecuente que experimenten ansiedad, temor, tristeza, culpa o no se sientan capaces de enfrentar la situación, y lo expresen con irritabilidad, tristeza o problemas de salud", apuntó.

Como consecuencia directa pueden empezar a "consumir o aumentar la toma de psicofármacos, faltar a sus trabajos, reducir la jornada laboral y disminuir sus ingresos económicos. Además, suelen reducir su tiempo de ocio y se resienten sus relaciones sociales", ejemplificó. Manes remarcó que hace falta "buscar redes de contención en instituciones y grupos donde puedan compartir sus experiencias, contar con el apoyo de otros familiares y amigos; disponer de horarios para descansar y destinar tiempo al esparcimiento".

"Los cuidadores tienen altas chances de tener depresión y ansiedad", subrayó.  Para Manes, el Alzheimer "es un gran problema para la salud pública mundial porque el principal factor de riesgo es la edad, y hoy la gente vive más".

Las estadísticas indican que hay "alrededor de 35 millones de personas con Alzheimer en el mundo, y el número crecerá exponencialmente en los próximos años", apuntó Manes al advertir que "el mundo se enfrenta a un tsunami humano, social, económico y político de gran magnitud".

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