Sufrir y pelear por lo más elemental, por lo que mes a mes pagan como servicio normal, parece ser el destino de los vecinos del interior salteño.
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Sufrir y pelear por lo más elemental, por lo que mes a mes pagan como servicio normal, parece ser el destino de los vecinos del interior salteño.
En Coronel Juan Solá, después de varias noches sin dormir por el calor insoportable que no se pudo mitigar con una ducha fresca ni con el aire de un ventilador, decenas de vecinos decidieron ayer tomar la oficina que Edesa tiene en esa localidad. Reclamaban energía y por ende, agua, ya que al funcionar las bombas con electricidad, cuando no hay luz, tampoco sale una gota por las canillas. Y el calor los abrumó estos días con infernales 45 grados.
Indignada y también desesperada, una vecina de la populosa barriada Primero de Mayo decidió encadenarse a la puerta de Edesa y no dejar entrar a nadie que quisiera abonar el servicio que se paga religiosamente aún cuando las deficiencias llevan años de reclamos sin soluciones.
En Coronel Juan Solá, Morillo, como le dicen, Edesa tiene unos 7.000 usuarios sin contar a los de Pluma de Pato y Los Blancos.
Patricia Aguilar, vecina de Morillo, le contó a El Tribuno que "a través de los años hemos hecho infinidad de reclamos que han tomado estado público por los servicios deficientes que tenemos acá".
Detalló: "Todos los días cortan la luz, juegan con la tensión, y tenemos solo dos operarios para todas las comunidades de la ruta 81 y no alcanza aunque tengan buena voluntad. Lo peor es que se corta la luz y se corta el agua. Logramos hace un tiempo que nos pongan un grupo electrógeno, pero se quemó y es un drama resistir con 45 grados sin energía y sin agua".
La vecina dijo que "hace dos noches que en Villa Las Rosas, La Cortada y Primero de Mayo, cuando tienen luz la tensión es tan baja que los focos parecen mecheros y no pueden ni enchufar un ventilador porque no dan vueltas las paletas. Es imposible vivir así".
Agregó: "La señora que se encadenó es de esos barrios y la idea era no dejar que nadie pague la factura porque esto se llama estafa. El servicio es nulo o deficiente y jamás nos han resarcido de ninguna manera el daño que nos hacen, acá alguien estornuda y nos quedamos sin luz, los postes de madera se caen porque son unos palos inservibles y el servicio que pagamos es carísimo con los seis incrementos que hubo en lo que va del año".
A pedido de los vecinos, el diputado Ramón Villa se comunicó con el Ente Regulador y hoy sábado tendrán una reunión para firmar un acuerdo. Desde Edesa dijeron que estarían mandando una cuadrilla para solucionar el drama de la barriada más grande que vive una situación insoportable.