Luego de una serie de dilaciones, finalmente se fijó para el 21 de marzo de 2019 el inicio del juicio a "Ramoncito" Chocobar, quien está sindicado como el autor material del asesinato de Cintia Carmen Tapia, de 25 años, ocurrido durante los festejo de la primavera de 2017 en el camping El Préstamo del dique Cabra Corral. Las audiencias se desarrollarán en la Sala VII del Tribunal de Juicio, los días 21 y 22 , 25, 26, 27, 28 y 29 del citado mes.
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Luego de una serie de dilaciones, finalmente se fijó para el 21 de marzo de 2019 el inicio del juicio a "Ramoncito" Chocobar, quien está sindicado como el autor material del asesinato de Cintia Carmen Tapia, de 25 años, ocurrido durante los festejo de la primavera de 2017 en el camping El Préstamo del dique Cabra Corral. Las audiencias se desarrollarán en la Sala VII del Tribunal de Juicio, los días 21 y 22 , 25, 26, 27, 28 y 29 del citado mes.
Ramón Ángel Chocobar, de 24 años, está acusado de "homicidio triplemente calificado, por alevosía, criminis causae y femicidio. En el requerimiento a juicio, el fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramos Ossorio consigna los numerosos testimonios recogidos de las personas que compartían el festejo de la primavera con la víctima y el acusado. Los que estaban con la joven aseguraron haber visto cuando Chocobar la acompañó al baño y luego volvió solo con las prendas manchadas con sangre. Para tratar de eludir su responsabilidad, el mismo Chocobar fue el que alertó de la presencia de una persona muerta en una parte oscura del predio. Cuando los amigos de Cintia advirtieron a la policía que "Ramoncito" había acompañado a la joven esa madrugada en dirección al baño, los efectivos salieron tras sus pasos y lo apresaron y fue entonces que detectaron en sus prendas manchas de sangre.
En su hipótesis criminal el fiscal sostiene que Chocobar tenía la intención de abusar sexualmente de Cintia y ante la imposibilidad de consumar ese delito, desplegó su intencionalidad homicida. Lo que se sospecha es que la mujer opuso resistencia, y que el sujeto la golpeó con un elemento contundente en una zona vital, actuando a traición. Se estableció que la víctima se encontraba bajo los efectos del alcohol y confiaba en su victimario porque lo conocía y había sido su pareja.
En relación a la calificación de femicidio, el fiscal Ramos Ossorio se refiere al acto de violencia de género perpetrado en función de la desigualdad física existente y a la vulnerabilidad de la mujer.
Tenía dos hijos pequeños
Cintia Carmen Tapia era una joven madre de 25 años, habitante de un barrio periférico de la capital salteña. Vivía en una casita construida con bloques y techo de y chapas de zinc en el barrio Unión, en la zona norte de la ciudad.
Tenía dos hijos pequeños, cuyo padre era un desocupado. Sin embargo se esmeraba para que no les faltara el alimento. Sus únicos ingresos eran los 3.500 pesos que recibía del Plan Social Argentina Trabaja. Luego de cumplir con su trabajo en la institución que le asignaron para compensar esos magros ingresos, Cintia realizaba tareas domésticas.
Como el padre de los niños se alejó de la provincia por razones laborales, ellos quedaron al cuidado de una hermana mayor de Cintia, de nombre Yanet. Para afrontar el cuidado de los huérfanos, la familia solicitó una ayuda al Estado.