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La otra gran fiesta

Domingo, 02 de diciembre de 2018 00:00

"Llegan a Buenos Aires muchos invitados especiales, se dan recepciones y bailes en la casa de gobierno, en los salones de los círculos militares, en las embajadas. En las calles, decoradas con banderas, se nota un ambiente de fiesta". Así reportaba el diario francés Le Figaro los eventos ocurridos en la capital argentina el 25 de mayo de 1910.

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"Llegan a Buenos Aires muchos invitados especiales, se dan recepciones y bailes en la casa de gobierno, en los salones de los círculos militares, en las embajadas. En las calles, decoradas con banderas, se nota un ambiente de fiesta". Así reportaba el diario francés Le Figaro los eventos ocurridos en la capital argentina el 25 de mayo de 1910.

Esa fiesta, que celebraba 100 años de la independencia, es quizá el único antecedente de la cumbre del

G-20 en Buenos Aires.

Los actores, los objetivos y el contexto son todos muy diferentes, pero -guardando las proporciones- esa fue la última vez en que Buenos Aires, como ahora, fue el centro de la atención mundial. Por ese entonces Argentina era una de las economías más prósperas del planeta, gracias al empuje que millones de inmigrantes europeos dieron a su agricultura y su manufactura y que convirtieron al país en lo que se denominó "el granero del mundo".

Con uno de los presupuestos más altos en la historia del país, los gobiernos argentinos de finales de siglo XIX transformaron Buenos Aires en una fastuosa ciudad de anchas avenidas, ostentosos edificios, frondosos parques y lujosos salones. Era un enclave europeo en el hemisferio sur; una París en América Latina.

Ahora, aunque Argentina ya no es una potencia y sufre altos índices de pobreza o corrupción, el presidente Mauricio Macri, hijo de una familia italiana de inmigrantes que hizo su fortuna a pulso, se propuso devolver el país a ese podio de los más poderosos. Durante los dos días del G-20, Buenos Aires volvió a ser epicentro del poder mundial. Es un cuarto de hora para un país que siempre ha aspirado a volver en el tiempo; a esas primeras décadas del siglo XX.

De mayo a noviembre de 1910, Buenos Aires se vistió con su mejor atuendo para hospedar la Exposición Universal del Centenario.

Algunos de los que hoy son sus edificios más suntuosos se construyeron para la exposición, como la Sociedad Rural Argentina en Palermo.

Aunque los eventos duraron seis meses, el 25 de Mayo Buenos Aires llegó a ser noticia mundial.

Acá estuvieron el novelista español Vicente Blasco Ibáñez, el poeta francés Anatole France y el inventor italiano Guglielmo Marconi.

También estuvo Georges Clemenceau, uno de los políticos más importantes de la historia de Francia, que en ese entonces era senador y luego fue primer ministro. Clemenceau recorrió la capital y algunas zonas del país y, en general, quedó deslumbrado con el acelerado desarrollo del país, aunque también manifestó escepticismo en caso de que el país no atendiera sus problemas de corrupción. "Argentina crece gracias a que sus políticos y gobernantes dejan de robar cuando duermen", fue una de sus frases famosas. Pero, en general, fue elogioso: "Mientras que el aspecto de las calles de Buenos Aires es verdaderamente europeo, tanto por la disposición y la fisonomía de todas las cosas cuanto por la dominación de nuestras modas y la expresión de las caras, todo este mundo es argentino hasta médula de los huesos, exclusivamente argentino".

Isabel de Borbón y Borbón, hija del Rey Francisco I, Infanta de España y princesa Asturias, fue otra de las invitadas.

Buenos Aires, entonces la octava ciudad más grande del mundo con 1,2 millones de habitantes, dejó la impresión de que era una metrópolis en potencia, capaz de ser el centro de desarrollo de un mundo globalizado gracias a los atributos del libre cambio.

En la celebración del Centenario, "la población y las autoridades observan rituales diferentes", escribe la investigadora Estela Erausquin. "La población es espectadora del espectáculo oficial y concurre a kermeses o bailes organizados por los municipios, los clubes políticos, las asociaciones de inmigrantes", agre ga.

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