Nuevas pericias se hacen por la explosión del laboratorio de bromatología del Centro Cívico Municipal (CCM). El fiscal penal 5, Horacio Córdoba Mazuranic, pidió colaboración de la División Explosivos y Riesgos Especiales de la Policía Federal.
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Nuevas pericias se hacen por la explosión del laboratorio de bromatología del Centro Cívico Municipal (CCM). El fiscal penal 5, Horacio Córdoba Mazuranic, pidió colaboración de la División Explosivos y Riesgos Especiales de la Policía Federal.
El informe se cruzará con el análisis de las cámaras de seguridad para poder determinar qué sucedido la madrugada del 11 de noviembre. Ese día decenas de vecinos se asustaron por una fuerte explosión que incluso causó daños en sus ventanas, puertas y otros sectores de sus viviendas.
En un primer momento, desde el Ministerio de Seguridad informaron que el incidente, que hizo volar por los aires esa nueva dependencia, se debió a que uno de los guardias, tras sentir olor a gas, cerró una válvula de una garrafa que estaba afuera del laboratorio. Al momento, al bajar un interruptor ocurrió un chispazo que detonó la explosión.
Esas versiones no dejaron conformes a las autoridades del CCM. En la Fiscalía avanza la investigación para determinar los hechos. Mazuranic indicó que desde el momento en que ocurrió la explosión trabaja con el Grupo de Investigación del Sector 5, la División Bomberos de la Policía de la Provincia y el Departamento de Crimininalística.
Dada la magnitud del hecho, requirió apoyo a la Policía Federal. El fiscal señaló que se analizan varias hipótesis sobre lo sucedido, algunas con más sustento que otras, pero que para la determinación de responsabilidades en el hecho "es fundamental contar con el resultado de los informes antes mencionados", difundieron desde el Ministerio Público Fiscal. A más de un mes del incidente, el tema genera dudas.
Los vecinos
Al día siguiente de la explosión, la Municipalidad distribuyó chapas, tirantes y otros materiales de construcción entre las familias afectadas. Los vecinos describieron que en la madrugada del 11 de noviembre sintieron un fuerte impacto. La explosión fue tal que muchos la percibieron a más de 15 cuadras del CCM.
El laboratorio de bromatología fue inaugurado hace tres años y tenía una dimensión de 80 metros cuadrados, diariamente solían trabajar una bioquímica encargada y, al menos, dos auxiliares.
Realizaban análisis microbiológicos, bacteriológicos de muestras de alimentos decomisados provenientes de puestos de venta de comidas, restaurantes, confiterías o de la venta callejera ilegal, por sospechas de intoxicación o tras una denuncia.
Según señalaron funcionarios municipales, en el laboratorio no había nada peligroso, ni se generaban ningún tipo de riesgo de explosión ni tóxicos, ya que no había químicos que generaran una explosión.