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Asocian el bajo rendimiento en la escuela con niveles insuficientes de yodo

Agentes de Salud Pública y Educación están llevando adelante un trabajo de recolección de datos en escuelas del nivel primario de Salta. Toman muestras de orina y analizan la sal que se utiliza en la familia, además de palpar la glándula tiroidea.
Martes, 04 de diciembre de 2018 02:14

Profesionales de la salud realizan una medición sobre los niveles de yodo y la sal que consumen las familias en Salta. Estudios anteriores vincularon el bajo rendimiento escolar con la falta de este mineral.

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Profesionales de la salud realizan una medición sobre los niveles de yodo y la sal que consumen las familias en Salta. Estudios anteriores vincularon el bajo rendimiento escolar con la falta de este mineral.

En las últimas semanas, padres que envían a sus hijos a escuelas públicas en el nivel primario recibieron formularios en los que se solicita su permiso para realizar un control de bocio e índice de yodo en orina en la familia.

Los padres deberán entregar una muestra de orina de sus hijos y dos cucharadas de sal rotuladas con el nombre del alumno, grado, escuela y barrio, además de informar la marca que figura en el envase del producto que consumen y dónde lo obtienen.

El trabajo se hará con la participación de los médicos del hospital Arturo Oñativia.

"Hace 8 años que se realizó un estudio al respecto y determinó la relación entre el bajo nivel académico de los chicos y la falta de yodo. Creo que la idea es volver a hacer un relevo de estos datos y además controlar la producción sal y su uso casero", indicó Victoria Barrafato, integrante de la Sociedad de Endocrinología de Salta.

"Parece que se dieron cuenta de que la baja cantidad de yodo en los salteños está teniendo sus consecuencias", manifestó la profesional, al ser consultada sobre el relevamiento que lleva adelante el Ministerio de Salud de la Provincia en forma conjunta con el Ministerio de Educación.

La realidad económica de las familias, la falta de formación de los productores de sal y la escasa difusión sobre los cuidados que se debe tener con este producto una vez yodado inciden en el problema.

La sal yodada debe ser de una marca registrada y estar protegida por un envase opaco, que no esté expuesto a la luz.

"Sería bueno contar con un registro de salineras y que se dé a conocer, así la población también está más informada", agregó la médica endocrinóloga.

Barrafato recordó que, desde 1967, a nivel nacional rige la ley 17.259, que advierte sobre la necesidad de realizar el proceso de yodado de la sal, tanto de consumo de la población como animal. La norma también establece los controles y estudios que los organismos nacionales y provinciales deben llevar adelante.

"La falta de yodo en la población produce, en un primer estadío, partos prematuros y abortos espontáneos. En los niños, genera problemas en el crecimiento y a nivel cognitivo", destacó Barrafato.

Desarrollo

El yodo es fundamental para el funcionamiento de la glándula tiroidea. Esta hormona tiene un alto contenido de esta sustancia, que permite el desarrollo del feto y los niños, mientras que en los adultos regula el metabolismo de todos los órganos.

"Si falta el yodo, falta la materia prima de la hormona tiroidea. El consumo debe darse desde la concepción", expresó la profesional.

Los trastornos que genera la falta de yodo son retraso en el desarrollo intelectual, sordera, malformaciones y retraso en el crecimiento.

"Pero, en particular, lo que hoy estamos viendo los profesionales es que la falta de consumo de yodo está afectando el desarrollo intelectual de los niños en edad escolar, en comparación con los de otras zonas", alertó Barrafato.

La especialista destacó que algunos niños también tienen hipotiroidismo por falta de yodo, pero que no solo puede darse por esta causa. "Es fundamental la capacidad de pesquisa del profesional que lo atiende", indicó.

Salta, zona endémica

La carencia de yodo se da fundamentalmente en las regiones plenicordilleranas y en zonas de altura. En estas áreas, el yodo es escaso en la tierra y al agua.

El faltante también afecta la cantidad de yodo en los animales para el consumo humano, que se alimentan de pastizales carentes de esta sustancia fundamental.

Según lo expresa la ley 17.259, en su artículo 1, en todo el territorio nacional, la sal para uso alimentario humano o animal deberá ser enriquecida con yodo en los plazos que determine la reglamentación respectiva.

El mismo tratamiento deberán recibir las sales sin contenido de sodio o modificadas con menor contenido de sodio, cuyo uso se recomienda para combatir la hipertensión arterial.

Para detectar la falta de yodo se requiere de un estudio de orina en el que se determinan los índices de consumo de la población. Sin embargo, y pese a que la región es endémica, no se estipula como un examen de rutina.

"Sí se mide la función tiroidea y, en este caso, el profesional puede contar con muchos otros elementos que lo pueden ayudar a determinar si se está frente a un caso de falta de yodo", agregó la médica endocrinóloga.

Estudio

Barrafato destacó que se debería analizar la posibilidad de que profesionales del hospital Arturo Oñativia y el Plan de Nutrición realicen estos estudios de manera más fluida. "Se hacen siempre en relación con el estudio específico y no de manera asistencial. En las consultas particulares no se hace si no está relacionado con el estudio de la tiroides", analizó.

Las encuestas realizadas por la Federación Argentina de Sociedades de Endocrinología (Fasen) entre 1999-2008 han mostrado una baja concentración de yodo en orina y un alto índice de bocio endémico (5%) en niños en edad escolar, principalmente en las provincias del norte.

El Centro Nacional de Investigaciones Nutricionales analizó entre 2012 y 2014 la concentración de yodo urinario en mujeres embarazadas y niños en edad escolar de la región NOA, así como el consumo y la calidad de la sal yodada en hogares.

Específicamente en Salta, tanto en escolares como en embarazadas los resultados indicaron que no llegan a cubrir las recomendaciones de este mineral.

Controles en la producción de sal

La legislación nacional, a la que Salta adhiere, detalla en su artículo 3 que será función de la Secretaría de Estado de Salud Pública y de las autoridades sanitarias provinciales fiscalizar en sus respectivas jurisdicciones el cumplimiento de las medidas de prevención.

También deberán hacer un seguimiento de las reglamentaciones que dicten, con relación a la sal destinada al uso alimentario humano.

La Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería ejercerá la supervisión con relación a la sal destinada al uso alimentario animal.

La Secretaría de Estado de Salud Pública deberá además, realizar actividades de prevención y estudiar la evolución de la endemia. Este es el trabajo que se está llevando adelante en las escuelas.

En 2008 desde la Fundación de Endocrinología Infantil de Buenos Aires y el hospital de Niños Ricardo Gutiérrez realizaron un muestreo sobre yodo en Salta. En aquel momento, el estudio se concretó en la ciudad capital de la provincia por su ubicación geográfica.

Se estudiaron los indicadores de 442 alumnos (221 mujeres y 221 varones), de 5 a 14 años de edad, que fueron pesados y medidos en la escuela a la que concurrían.

Se consignó el peso, la talla y el tipo de sal hogareña utilizada. El resultado fue que el 20% de la muestra corría el riesgo de falta de yodo severa.

 

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