El delantero más caro de la historia de River Plate, Lucas Pratto, consiguió el objetivo de saldar las polémicas que habían generado su contratación en 11 millones de dólares y cumplió la promesa de ganar la Copa Libertadores.
“A principio de año dije que venía a ganar la Copa y en un año lo conseguí, contra el mayor rival del club. Hicimos historia, estamos muy emocionados, no lo podemos creer. Hoy se notó que fuimos superiores. Ganarles dos finales en un año es importante”, sostuvo el goleador millonario tras la consagración. “En el entretiempo hablamos, que si estábamos más precisos en esta cancha nos íbamos a meter hasta debajo del arco”, afirmó el delantero y aseguró: “Estamos muy felices. Hicimos un esfuerzo bárbaro”.
El Oso Pratto, de 30 años, arribó en la parte final de la pretemporada de enero en medio de fuertes críticas y dudas por el costo del contrato y de la ficha, que se convirtió en la más alta pagada por un club argentino en toda la historia.
Su adquisición, que fue acordada en 11,5 millones de dólares, podría quedar en un total de 13 millones por dos extras: una de un millón ya concretada por la conquista de la Libertadores y su participación en al menos la mitad de los partidos y una segunda de 500 mil dólares si River corona en la Superliga.
Cuando el desembolso por su ficha era el tema que dominaba la agenda de River, Pratto levantó la apuesta: “Me sumé a este desafío para ganar la Copa Libertadores; ese es el objetivo personal”.
Aquellas palabras entraron en contradicción con sus primeras actuaciones pero a pesar de la irregular etapa inicial del año, Marcelo Gallardo lo mantuvo siempre entre los titulares y lo fue convirtiendo en unos de los líderes.
Si bien los aplausos y los focos se fueron siempre con los goles de Ignacio Scocco, Gonzalo Martínez o Rafael Santos Borré, el Oso tuvo participación clave en los partidos más importantes del año desde el trabajo solidario con el equipo.
“Es el jugador que más entiende el juego dentro del campo, el que mejor se mueve sin la pelota para generar espacios y sobre todo es el que más aporta en la tarea defensiva lejos del área”, decían desde el cuerpo técnico cuando asediaban las críticas para el jugador.
Lejos de ser la gran figura de la temporada, Pratto fue uno de los jugadores que tuvo más continuidad y presencia. Y recién pudo subirse al podio de los momentos destacados en el partido de ida en la Bombonera cuando anotó el empate y casi anota el segundo de cabeza cuando se la peinó Carlos Izquierdoz para el 2-2 en contra.
De este modo, el delantero que jugó en Cambaceres, Boca, Vélez, Unión, Tigre, el Genoa de Italia, la Católica en Chile y el San Pablo y el Mineiro en Brasil, logra su primera corona internacional.
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El delantero más caro de la historia de River Plate, Lucas Pratto, consiguió el objetivo de saldar las polémicas que habían generado su contratación en 11 millones de dólares y cumplió la promesa de ganar la Copa Libertadores.
“A principio de año dije que venía a ganar la Copa y en un año lo conseguí, contra el mayor rival del club. Hicimos historia, estamos muy emocionados, no lo podemos creer. Hoy se notó que fuimos superiores. Ganarles dos finales en un año es importante”, sostuvo el goleador millonario tras la consagración. “En el entretiempo hablamos, que si estábamos más precisos en esta cancha nos íbamos a meter hasta debajo del arco”, afirmó el delantero y aseguró: “Estamos muy felices. Hicimos un esfuerzo bárbaro”.
El Oso Pratto, de 30 años, arribó en la parte final de la pretemporada de enero en medio de fuertes críticas y dudas por el costo del contrato y de la ficha, que se convirtió en la más alta pagada por un club argentino en toda la historia.
Su adquisición, que fue acordada en 11,5 millones de dólares, podría quedar en un total de 13 millones por dos extras: una de un millón ya concretada por la conquista de la Libertadores y su participación en al menos la mitad de los partidos y una segunda de 500 mil dólares si River corona en la Superliga.
Cuando el desembolso por su ficha era el tema que dominaba la agenda de River, Pratto levantó la apuesta: “Me sumé a este desafío para ganar la Copa Libertadores; ese es el objetivo personal”.
Aquellas palabras entraron en contradicción con sus primeras actuaciones pero a pesar de la irregular etapa inicial del año, Marcelo Gallardo lo mantuvo siempre entre los titulares y lo fue convirtiendo en unos de los líderes.
Si bien los aplausos y los focos se fueron siempre con los goles de Ignacio Scocco, Gonzalo Martínez o Rafael Santos Borré, el Oso tuvo participación clave en los partidos más importantes del año desde el trabajo solidario con el equipo.
“Es el jugador que más entiende el juego dentro del campo, el que mejor se mueve sin la pelota para generar espacios y sobre todo es el que más aporta en la tarea defensiva lejos del área”, decían desde el cuerpo técnico cuando asediaban las críticas para el jugador.
Lejos de ser la gran figura de la temporada, Pratto fue uno de los jugadores que tuvo más continuidad y presencia. Y recién pudo subirse al podio de los momentos destacados en el partido de ida en la Bombonera cuando anotó el empate y casi anota el segundo de cabeza cuando se la peinó Carlos Izquierdoz para el 2-2 en contra.
De este modo, el delantero que jugó en Cambaceres, Boca, Vélez, Unión, Tigre, el Genoa de Italia, la Católica en Chile y el San Pablo y el Mineiro en Brasil, logra su primera corona internacional.