Después de un viernes de barbarie, de violencia salvaje a un lado y otro de la ruta 50, a uno y otro lado de la razón, El Tabacal amaneció ayer impregnado de una calma tensa, de un olor a revancha, a olla popular. Amaneció teñido de verde militar y otros colores de gente que, esta vez sí, a cara descubierta, reclama su derecho a trabajar en la industria azucarera que le soltó la mano a más de 160 empleados fundando la medida en la necesidad de reducir costos para sostener la producción. El impulso a los empresarios se lo dio el ingenio San Isidro de General Gemes que, sin más, a fines de enero puso un candado en la puerta y despidió a 800 trabajadores permanentes y quemó los planes laborales de cientos de obreros temporarios de la industria azucarera.
inicia sesión o regístrate.
Después de un viernes de barbarie, de violencia salvaje a un lado y otro de la ruta 50, a uno y otro lado de la razón, El Tabacal amaneció ayer impregnado de una calma tensa, de un olor a revancha, a olla popular. Amaneció teñido de verde militar y otros colores de gente que, esta vez sí, a cara descubierta, reclama su derecho a trabajar en la industria azucarera que le soltó la mano a más de 160 empleados fundando la medida en la necesidad de reducir costos para sostener la producción. El impulso a los empresarios se lo dio el ingenio San Isidro de General Gemes que, sin más, a fines de enero puso un candado en la puerta y despidió a 800 trabajadores permanentes y quemó los planes laborales de cientos de obreros temporarios de la industria azucarera.
La falta de intervención previa y atinada del Gobierno provincial y de aplicación de políticas agroindustriales fue duramente echada en cara por los diputados salteños del bloque Cambiemos País.
Ayer por momentos hubo cortes intermitentes de una hora en la ruta 50 en medio de un tránsito intenso. Luego llegó la Gendarmería Nacional para hacerse cargo de la seguridad en la zona y también hubo equipos de la Policía Federal para evitar incidentes. En horas de la tarde el tránsito en la ruta estaba liberado y, mientras tanto, los obreros despedidos del ingenio con sus familias se organizaban en la plazoleta 29 de Junio de Hipólito Irigoyen para marchar pidiendo la reincorporación de los trabajadores a sus puestos. En la plazoleta montaron un campamento donde llegaban donaciones de comida para los obreros que no tardaron en hacer una olla popular. La vigilia se llenó de pancartas con mensajes para la compañía agroindustrial que se encuentra en la etapa de conciliación obligatoria junto con el Sindicato de Trabajadores del Azúcar (STA), en el Ministerio de Trabajo provincial.
Con respecto al saldo del enfrentamiento del viernes, que dejó 5 móviles policiales y una ambulancia del hospital de Pichanal destruidos a palazos y pedradas, se supo que de los 28 policías hospitalizados con fracturas y politraumatismos, 4 efectivos continuaban ayer en terapia intensiva con diagnósticos reservados; el quinto efectivo que estaba en cuidados intensivos fue trasladado a Salta por la gravedad de las
lesiones que presentaba: politraumatismo y traumatismo encefalocraneano, derivado para consulta con un neurocirujano. El resto de los policías permanecían internados en recuperación, fuera de peligro.
Del otro lado también hubo gente lastimada producto de la represión que ejerció la Policía de Salta, que con balas de goma avanzó sobre los manifestantes que reclamaban por sus fuentes de trabajo. Incluso la gente de Yrigoyen relató que los efectivos ingresaron a algunas viviendas causando destrozos y dejando un saldo de 9 detenidos entre los que había 2 menores de edad, uno de ellos con epilepsia, un concejal, una mujer y el resto exobreros del Tabacal.
Según informaron, hubo una orden emanada del Juzgado Federal Subrogante para que la Policía realizara el procedimiento de liberación de la ruta 50. El parte de la Policía informó que casi 500 personas arremetieron violentamente contra los efectivos, que no eran más de 70, luego de que un grupo de manifestantes se opusiera a cumplir la orden de despeje. Las imágenes mostraban personas con los rostros cubiertos en clara actitud violenta, pero también estaban los trabajadores afectados por el despido poniendo la cara y el pecho en el corte de la ruta 50.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores del Azúcar, Martín Olivera, no quiso dar declaraciones a este medio.